Los fotoperiodistas latinoamericanos que conquistaron el Pulitzer retratando la migraci¨®n
Seis periodistas originarios de M¨¦xico, Colombia y Chile forman parte del grupo de fot¨®grafos de la agencia AP que gan¨® el premio por un trabajo de 15 im¨¢genes sobre migrantes en la regi¨®n
El tap¨®n del Dari¨¦n era hasta hace algunos a?os un trozo de selva tan espesa como infranqueable. Pensar en atravesar a pie la frontera entre Panam¨¢ y Colombia era, cuando menos, un ataque de demencia. Pero la migraci¨®n que recorre Am¨¦rica Latina como una columna vertebral en movimiento constante lo ha cambiado todo: all¨ª donde antes solo hab¨ªa selva, ahora hay una vereda que, cada d¨ªa, como gotas de agua que caen por d¨¦cadas sobre una roca, se ha ido formando con los millones de pisadas de personas que pasan por ah¨ª con el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor. El Dari¨¦n es el primer escollo de un largo camino por Centroam¨¦rica y M¨¦xico al que se enfrentan miles de migrantes cada d¨ªa. La cobertura de ese drama, hecha por ocho fotorreporteros de la agencia Associated Press (AP) ¨Dseis latinoamericanos y dos estadounidenses: Eric Gay y Gregory Bull¨D, los ha hecho merecedores del premio Pulitzer, uno de los mayores galardones de periodismo en el mundo.
F¨¦lix M¨¢rquez, un tr¨¢iler en Veracruz con migrantes a punto de morir
Si hay algo que distingue el sentir y la vida cotidiana de los fotoperiodistas mexicanos ganadores del Pulitzer es la huella de la violencia en sus vidas. F¨¦lix M¨¢rquez (Veracruz, 35 a?os) comenz¨® retratando el folclore de su ciudad natal cuando en esa cotidianidad se fue colando de a poco la violencia. Donde antes hab¨ªa solo el registro de una ciudad portuaria con sus pinceladas de costa, ahora hab¨ªa muertos y balaceras. No fue consciente de la magnitud de la situaci¨®n de su Estado, que lleg¨® a ser el lugar en M¨¦xico m¨¢s peligroso para ejercer el periodismo ¡ªdurante el Gobierno de Javier Duarte¡ª, hasta que en 2011 lleg¨® uno de los primeros golpes de realidad: asesinaron a Miguel ?ngel L¨®pez Velasco y a Misael L¨®pez Solana, pap¨¢ e hijo, ambos periodistas, el segundo de ellos amigo cercano de M¨¢rquez. En 2015, durante la protesta en Ciudad de M¨¦xico por el asesinato del fotoperiodista Rub¨¦n Espinosa, en la colonia Narvarte de la capital, colegas de M¨¢rquez le dijeron que ten¨ªa que irse por su seguridad y le entregaron un sobre con dinero para que tomara un vuelo. M¨¢rquez sali¨® rumbo a Chile dos semanas despu¨¦s: ¡°En esos a?os todos pens¨¢bamos que ser¨ªamos los siguientes¡±, recuerda. ¡°Rub¨¦n lo dec¨ªa...¡±.
La foto de M¨¢rquez es la de decenas de migrantes que fueron interceptados en su Estado, a punto de morir asfixiados tras permanecer bajo el sol abrasante y una temperatura cercana a los 50 grados dentro de una caja de un tr¨¢iler. ¡°La foto que yo hago es una foto de una madre, siendo consolada por su hijo, entreg¨¢ndole una paleta de dulce para que ella dejara de llorar¡±, recuerda. Para M¨¢rquez, esta fue una cobertura especialmente dura y dif¨ªcil de asimilar. Tras enterarse del premio, desea que se tome en cuenta la complejidad para que periodistas locales como ¨¦l ¡ªla mayor¨ªa en situaciones precarias y con m¨¢s trabajos para sostenerse¡ª lleguen a ser considerados para galardones internacionales como este.
Marco Ugarte, un tren que se va siempre hacia el norte
Marco Ugarte (Chile, 66 a?os) es el autor de aquella foto que le dio la vuelta al mundo ¡ªy a la historia¡ª del dictador chileno Augusto Pinochet con los ojos cerrados, acostado y en traje militar, dentro de su ata¨²d. Durante 33 a?os fotografi¨® la dictadura, esa que le dio material suficiente para hacer un libro que no public¨®, sino hasta a?os despu¨¦s de la muerte del general, y que lo llev¨® a dejar su pa¨ªs y llegar a M¨¦xico para establecerse. El golpe de Estado de 1973 lo encontr¨® ya con una c¨¢mara en la mano: ¡°La cosa estaba bien clara durante en esa ¨¦poca: o te pasabas para la dictadura o eras del pueblo¡±, recuerda. Fue tambi¨¦n el primer fot¨®grafo que lleg¨® el 7 de septiembre de 1986 hasta la escena en donde el grupo guerrillero del Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez (FPMR) intent¨® asesinar a Pinochet. Y al ser el primero en aparecer, se convirti¨® en un blanco para los servicios de inteligencia de la dictadura. Fue encarcelado y golpeado varias veces.
En 1993 lleg¨® a M¨¦xico y ha cubierto lo que m¨¢s le gusta: temas sociales. As¨ª lo ha hecho en Chiapas, Michoac¨¢n o Guerrero, siguiendo temas como narcotr¨¢fico, conflictos armados o pol¨ªtica. La fotograf¨ªa de su autor¨ªa, que fue incluida en la selecci¨®n ganadora, la tom¨® sobre un tren en Irapuato (Guanajuato) con unos 6.000 migrantes alrededor y con el veh¨ªculo en marcha: una panor¨¢mica de miles de almas que viajan sentadas sobre el tren siempre en direcci¨®n al norte. ¡°Que cayera [el premio] en M¨¦xico y con mexicanos y chilenos y latinos es un orgullo para nosotros. Para m¨ª es un orgullo compartir con mis compa?eros y con gente m¨¢s joven. Yo soy uno de los mayores, para m¨ª es un privilegio, creo que se me estaba yendo el tren, por eso es la imagen que gana¡±, dice con una carcajada. Ugarte asegura que ganar este premio es importante, pero que a¨²n no lo comprende totalmente. Sabe que su vida contin¨²a con la cotidianidad del trabajo y los deberes familiares. Recuerda lo que su esposa le dijo el d¨ªa en que recibi¨® la noticia: ¡°S¨¦ que te ganaste el Pulitzer, pero ma?ana tienes que preparar el lunch de los ni?os¡±.
Eduardo Verdugo, la posibilidad de la ternura
Eduardo Verdugo (Lima, 55 a?os) naci¨® en Per¨² y lleg¨® a vivir a Chile a los siete a?os, durante la dictadura militar: ¡°Esa es mi formaci¨®n, no puedo no nombrarlo¡±, enfatiza. En su infancia y adolescencia, tras los viajes de verano que hac¨ªa a Per¨² con su familia materna, se dio cuenta de que ah¨ª pasaban cosas que en su pa¨ªs no: los contenidos de las televisoras, las noticias, la efervescencia pol¨ªtica y social. Siempre quiso ser profesor por aquellas personas que le ense?aron a romper el cerco que impon¨ªa el r¨¦gimen militar y le dejaban libros en su pupitre o casetes de m¨²sica grabada que no sol¨ªan escucharse p¨²blicamente. Fue durante algunas protestas en Chile previo a la democracia cuando decidi¨® estudiar Fotograf¨ªa.
Cubri¨® las elecciones en Per¨² en 1995, cuando Alberto Fujimori logr¨® su segundo mandato como presidente del pa¨ªs, y un a?o m¨¢s tarde se estableci¨® ah¨ª. En 1998, Verdugo lleg¨® a Chiapas, en el sur de M¨¦xico, para cubrir durante cinco a?os al movimiento y a las comunidades zapatistas. La foto de su autor¨ªa seleccionada la hizo en Huehuetoca, un municipio del Estado de M¨¦xico ¨Da unos 70 kil¨®metros de la capital¨D, cuando supo que la empresa de trenes Ferromex cancelaba la circulaci¨®n de sus trenes en el pa¨ªs, como una medida para frenar el traslado de miles de migrantes. En la imagen, una mujer, sentada sobre las v¨ªas del tren que se ha ido desde las primeras horas de la madrugada, recibe un ramo de flores de un joven. ¡°Cuando vi la imagen me gust¨®. Pens¨¦ que era una linda foto: bien compuesta, el lente era el adecuado, la luz... est¨¢ bonita y era un momento bonito dentro de todo este drama que es el viaje en s¨ª mismo¡±.
Iv¨¢n Valencia, el infierno en la tierra llamado El Dari¨¦n
A Iv¨¢n Valencia (San Andr¨¦s, 33 a?os) la reporter¨ªa en temas sociales delicados le viene heredada. Su madre trabaj¨® como periodista y fot¨®grafa del conflicto armado en La Guajira y Magdalena, en la costa Caribe de Colombia. Eran los a?os noventa, cuando los enfrentamientos entre la guerrilla y los grupos paramilitares eran cruentos, a muerte. La violencia, como a millones de colombianos, los forz¨® a desplazarse. Bogot¨¢ fue su destino y es, hasta ahora, la ciudad en la que ha vivido la mayor parte de su vida. Ah¨ª estaba cuando lo llamaron el pasado 6 de mayo a las 10 de la ma?ana de AP para decirle algo de lo que no ten¨ªa idea: junto a otros siete colegas, hab¨ªa ganado el premio Pulitzer por 15 fotos sobre la migraci¨®n en Latinoam¨¦rica. Cuatro de ellas, tomadas en el tap¨®n del Dari¨¦n, en la frontera entre Colombia y Panam¨¢, son autor¨ªa suya.
Valencia rememora: ¡°Yo estaba totalmente perdido, no estaba en mi radar. Llor¨¦, porque no me lo imaginaba. Es como ganar los Premios Oscar, pero en periodismo¡±. La agencia se hab¨ªa encargado, sin notificarle, de presentar las im¨¢genes al concurso. Por eso estaba inocente del reconocimiento por las fotos que tom¨® a tantos migrantes que se enfrentaban a una selva espesa y hasta hace poco impenetrable para cumplir el sue?o de llegar a Estados Unidos. Era mayo de 2023, en los d¨ªas antes de que expirara el T¨ªtulo 42, que permit¨ªa a las autoridades estadounidenses expulsar de inmediato hacia M¨¦xico a los inmigrantes que llegaban al pa¨ªs. Valencia considera que el Pulitzer es un homenaje a todas esas personas: ¡°Uno se lleva el m¨¦rito de la fotograf¨ªa, las ganancias, pero los verdaderos h¨¦roes son ellos, que est¨¢n caminando con ni?os, enfermos, muchos en situaciones delicadas de salud, para cumplir un sue?o: mejorar su calidad de vida con sus familias¡±.
Fernando Llano, las horas antes del fin del T¨ªtulo 42
Fernando Llano naci¨® cerca de Cali (Colombia) hace 60 a?os. Siempre le gust¨® la fotograf¨ªa, pero en su juventud estudi¨® y se titul¨® como piloto de aviaci¨®n. Comenz¨® a trabajar como fot¨®grafo despu¨¦s de que terminara aquella aventura militar y sintiera que le quedaba un vac¨ªo que luego solo pudo llenar con la fotograf¨ªa. Entre una de sus primeras asignaciones, ya trabajando en el peri¨®dico El Tiempo, fotografi¨® al narcotraficante Pablo Escobar, cuando ya se hab¨ªa entregado a las autoridades, en 1991. Trabaj¨® durante unos 20 a?os como fotoperiodista en Venezuela ¡ªdonde fue testigo de los primeros desplazamientos de migrantes hacia la frontera con Colombia¡ª, estuvo unos a?os en Espa?a (donde cubri¨® tambi¨¦n los atentados terroristas en Madrid, en 2004) y luego se estableci¨® finalmente en M¨¦xico.
Las tres im¨¢genes seleccionadas de su autor¨ªa las tom¨® en la ciudad fronteriza de Matamoros (Tamaulipas) las horas previas al t¨¦rmino del T¨ªtulo 42. Durante una semana, Llano tom¨® cerca de 300 fotograf¨ªas en esa parte del pa¨ªs. Entre ellas, una familia se sostiene mutuamente mientras trata de mantenerse a flote en el r¨ªo. ¡°Siempre he sido un esc¨¦ptico de los premios porque alteran tu visi¨®n de las cosas. Nuestra funci¨®n es social, uno pasa por tantas vicisitudes... pero esto se hace con pasi¨®n. Los premios est¨¢n bien, pero siempre hab¨ªan estado para m¨ª muy lejos. Significa el premio a la constancia y se siente bien¡±, dice.
Christian Torres, el ¨²ltimo paso hacia el sue?o americano
Christian Torres (Ciudad Ju¨¢rez, 33 a?os) naci¨® y creci¨® acompa?ando a su padre a reportear y sacar fotograf¨ªas por las calles de Ciudad Ju¨¢rez, en la frontera norte de M¨¦xico, con el peso del destino a cuestas. Se resisti¨® durante buena parte de su vida a convertirse en lo que parec¨ªa ser su destino: fotorreportero, como su padre y su abuelo. A ¨¦l le gustaba el f¨²tbol, nunca se sinti¨® atra¨ªdo por las c¨¢maras y ve¨ªa m¨¢s posible convertirse en deportista en que periodista. Sin embargo, no paraba de ver las noticias de manera tan compulsiva que incluso le caus¨® problemas con sus parejas o amigos. Ahora sabe que tal vez esa costumbre heredada en casa se le termin¨® de afianzar en el ADN para convertirse en periodista. Ya a los 19 a?os tomaba fotograf¨ªas como parte de su trabajo, despu¨¦s de cubrir durante dos a?os la llamada nota roja ¨Den la ¨¦poca m¨¢s convulsa de violencia en el pa¨ªs¨D, que le dio las bases para su futuro y lo forj¨® como periodista y como persona. ¡°Siento que Ciudad Ju¨¢rez fue el Estado que dio a conocer lo que en realidad estaba pasando en el pa¨ªs con la violencia¡±, recuerda.
La fotograf¨ªa de Torres retrata el momento en que una familia lanza a un ni?o peque?o a los brazos de una persona que est¨¢ al otro lado del r¨ªo Bravo. Queda detenido en el tiempo y en ese espacio entre M¨¦xico y la cercan¨ªa con el llamado sue?o americano. Torres recuerda bien que en esos d¨ªas, casi a diario, hab¨ªa mucho movimiento en la frontera. El incendio en la estaci¨®n de Migraci¨®n de esa ciudad ¨Den el que murieron carbonizadas 40 personas¨D hab¨ªa provocado, adem¨¢s, protestas, acampadas y hab¨ªa esparcido el rumor de que Estados Unidos les abrir¨ªa el paso en la frontera. ¡°Todo fue muy r¨¢pido. A donde voltearas hab¨ªa algo que retratar. Eran bastantes migrantes los que cruzaban, todos estaban desesperados, no hab¨ªa mucho tiempo de hablar con ellos¡±, recuerda. Torres se siente agradecido por el reconocimiento que este premio le da tambi¨¦n a la prensa local, que, como ¨¦l, lleva retratando desde antes de la gran explosi¨®n de la migraci¨®n, la cotidianidad de la frontera.
Ricardo Mazal¨¢n: el director de orquesta
El fot¨®grafo argentino Ricardo Mazal¨¢n, jefe de Fotograf¨ªa de AP para Latinoam¨¦rica, fue el director de orquesta del trabajo premiado con el Pulitzer. Junto a su equipo, identific¨® dos momentos clave en 2023 que ameritaban una cobertura especial para un tema que ya es diario como la migraci¨®n: la expiraci¨®n del T¨ªtulo 42, en mayo, y el aumento en septiembre del volumen de las personas que caminaban por todo el continente para llegar a Estados Unidos. ¡°Son muchos a?os de cubrir el tema de migraci¨®n. Hace a?os que en la agencia prestamos atenci¨®n al tema¡±, dice, y explica que las 15 fotos ganadoras son lo m¨¢s representativo del trabajo de la agencia el a?o pasado: ¡°Es un bot¨®n del traje de la cobertura de todos los d¨ªas¡±.
En su opini¨®n, el jurado de los Pulitzer entiende la trascendencia natural de la migraci¨®n desde el punto de vista period¨ªstico, incluso por encima de temas que con frecuencia se llevan toda la atenci¨®n como las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza. Su magnitud es reveladora: la migraci¨®n en Am¨¦rica Latina es un fen¨®meno que puede comenzar lo m¨¢s al sur que se puede, en Chile, para ir subiendo en la caminata de venezolanos, ecuatorianos, haitianos, pero tambi¨¦n de pakistan¨ªes, senegaleses o chinos. ¡°Las guerras se acabar¨¢n de una manera o de otra. Esperemos. Pero parece ser que la migraci¨®n en b¨²squeda de llegar a pa¨ªses con econom¨ªas m¨¢s desarrolladas hace a?os que es y va a seguir siendo por un tiempo indeterminado una de las historias de nuestro tiempo¡±.
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