La Suprema Corte ante la reforma judicial: los ministros intentan salvar la casa en llamas

El edificio del Poder Judicial Federal est¨¢ en riesgo de demolici¨®n y los ministros de la Suprema Corte, los encargados de tutelar por el bien del inmueble, van de un lado a otro buscando alternativas para frenar la maquinaria o ganar tiempo. La reforma propuesta por el Ejecutivo de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador plantea echar la casa judicial abajo por completo y construir una nueva de cero. Los ministros han salido de la perplejidad que les trajo el arrollador triunfo de Morena el 2 de junio y muchos han asumido la reforma como un hecho inevitable. Ante la emergencia, han comenzado a reaccionar.

Un grupo mayoritario busca con apremio tender un puente de comunicaci¨®n con el entorno de Claudia Sheinbaum para intentar convencer a la presidenta electa de los inconvenientes y peligros que entra?a la elecci¨®n masiva de cargos judiciales por voto popular, el punto medular de la reforma. Mientras, otro corro de ministros, a¨²n minoritario, apunta a que el primer paso para conciliar un proyecto intermedio es que Norma Pi?a deje la presidencia del Supremo y en su lugar sea nombrada un nuevo titular de transici¨®n. Este grupo cree que entregar la cabeza de la presidenta puede ser aceptado por el morenismo m¨¢s radical como un gesto de buena voluntad de la Corte, despu¨¦s de los desencuentros entre la jueza y L¨®pez Obrador. Un par de ministros, en este tiempo, incluso ha evaluado renunciar antes de tiempo.

EL PA?S reconstruye a trav¨¦s de las voces de ministros y asesores de la Corte y del Consejo de la Judicatura, que han hablado bajo condici¨®n de anonimato, cu¨¢les han sido las maniobras de los actores centrales del Poder Judicial Federal en la pugna en torno a la ¨²ltima gran y pol¨¦mica reforma de L¨®pez Obrador.

La iniciativa enviada por el Ejecutivo al Congreso destituye a 1.600 jueces, magistrados y ministros de un plumazo, para que sus lugares sean ocupados por otros elegidos por votaci¨®n ciudadana en 2025. Este cambio significa destrozar el sistema de carrera judicial, instaurado en M¨¦xico en la reforma de 1994 y en el que los ascensos son escalonados y est¨¢n determinados por cursos de formaci¨®n y ex¨¢menes. En ese esquema, un taqu¨ªgrafo puede llegar a convertirse en presidente de la Suprema Corte. Es la historia real del ministro Luis Mar¨ªa Aguilar, que tiene 55 a?os en la judicatura y es el integrante m¨¢s antiguo del Alto Tribunal. Por otro lado, seg¨²n afirmaron los ministros en el Congreso el pasado jueves, el voto popular no solo no prioriza la formaci¨®n de los postulantes, sino que abre la puerta a la l¨®gica pol¨ªtica, la del cabildeo, los esl¨®ganes de campa?a y las promesas vac¨ªas. La reforma propone tambi¨¦n cambios profundos al funcionamiento del Poder Judicial ¡ªcomo reducir la SCJN de 11 a 9 integrantes o reestructurar el Consejo de la Judicatura¡ª, pero el de la elecci¨®n popular es el punto de quiebre.

Los integrantes del Supremo han visto en estos meses c¨®mo se iban quedando sin tiempo. En una actuaci¨®n que algunos ministros achacan a Pi?a: ¡°Norma ha sido lenta¡±. Por un lado, apuntan, porque ¡°no es h¨¢bil pol¨ªticamente y no opera¡±, y por otro, porque ¡°la presi¨®n del cargo la abrum¨® y la aisl¨®¡±. En una entrevista con EL PA?S, la primera que da a un medio de comunicaci¨®n desde que tom¨® posesi¨®n, la presidenta de la Corte ha dicho que cree que todav¨ªa hay margen de maniobra: ¡°Yo me voy a dejar la piel por mejorar la reforma. Ya estamos negociando. Estamos trabajando en nuestra propia propuesta¡±.

Tras el arrollador triunfo del 2 de junio, el presidente L¨®pez Obrador endureci¨® su postura de que el voto popular era innegociable, pero en los ¨²ltimos d¨ªas, tras la comparecencia de los ministros en la Corte, ha abierto la puerta a que otros aspectos de su iniciativa pudieran cambiar. No ha ayudado el enfrentamiento entre Pi?a y el exministro Arturo Zald¨ªvar, asesor de Sheinbaum sobre la reforma judicial. A estas condiciones hay que a?adir que el ala m¨¢s purista de Morena, que lleva en el bolsillo el manual del obradorismo, ha ejercido presi¨®n sobre los pr¨®ximos legisladores y sobre Sheinbaum para que no se desv¨ªen del dictado del mandatario saliente. Pero las aguas se mueven.

En el c¨ªrculo rojo de la presidenta electa hay voces que consideran necesario matizar los impactos de la iniciativa, seg¨²n ha confirmado este peri¨®dico. Pi?a prepara un contraproyecto y algunos de los ministros cercanos a ella est¨¢n buscando ir al encuentro de posibles nuevos aliados. El objetivo: salvar los muebles de una casa en llamas.

Quer¨¦taro y un presidente enojado

Es el 5 de febrero de 2023. La Constituci¨®n mexicana cumple 106 a?os y se han reunido en Quer¨¦taro todos los poderes del pa¨ªs para conmemorarlo. Norma Pi?a acaba de ser elegida presidenta de la Suprema Corte, la primera mujer en lograrlo. Empieza el acto de ceremonia y entra el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Las c¨¢maras disparan: Pi?a no se ha levantado para recibir al mandatario, sonr¨ªe y aplaude, pero sentada, frente al resto de figuras en pie. Ese m¨ªnimo instante congelado ser¨¢ decisivo para muchos de los consultados un a?o y medio m¨¢s tarde, cuando las obras de demolici¨®n del Poder Judicial Federal ya han comenzado.

¡°El presidente nunca olvid¨® lo que sucedi¨® en Quer¨¦taro¡±, cuentan desde la Suprema Corte, ¡°estaba sinceramente enojado¡±. Una fuente del entorno cercano a L¨®pez Obrador ha confirmado que en marzo de 2023, ¨¦l ya asegur¨® que nunca iba a ir a la Corte a dialogar mientras Norma Pi?a fuera presidenta de la instituci¨®n. Ah¨ª mismo avis¨® ya de la reforma judicial, una idea que rondaba su cabeza desde hac¨ªa a?os. Pi?a, que ha reconocido que nunca ha tenido una conversaci¨®n con el mandatario, fue advertida de esas intenciones.

Despu¨¦s lleg¨® en abril la resoluci¨®n de la Corte sobre la Guardia Nacional. El presidente hab¨ªa comunicado dentro del m¨¢ximo tribunal la importancia que ten¨ªa este asunto para ¨¦l. Incluso formaba parte de una lista que el entonces secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, y Estela R¨ªos, la consejera jur¨ªdica del presidente, hab¨ªan tratado de trasladar a Pi?a sin ¨¦xito. ¡°Ella no se la recibi¨®¡±, cuenta una ministra. El pleno no aprob¨® que la corporaci¨®n pasara a formar parte de la Secretar¨ªa de Defensa, porque la Constituci¨®n se?ala que debe tener un mando civil. Esa votaci¨®n ha sido confirmada en p¨²blico y en privado como la que rompi¨® de forma definitiva los puentes entre los dos poderes.

A c¨¢mara r¨¢pida desde entonces, L¨®pez Obrador ordena a su equipo que ¡°ni les contesten al tel¨¦fono¡±, Morena presenta en mayo la idea de una consulta popular de jueces, se critican sueldos y privilegios de la Corte, se aprueba eliminar los fideicomisos judiciales, Arturo Zald¨ªvar renuncia y se une al equipo de Claudia Sheinbaum, Lenia Batres llega nombrada a dedo por el presidente, la propuesta de reforma judicial sale publicada, L¨®pez Obrador llama a votar en masa por Morena para aprobar el plan C, Claudia Sheinbaum sale elegida el 2 de junio con el 60% de los votos, 30 puntos m¨¢s que su adversaria, el partido guinda arrasa en el Congreso: la reforma judicial es, inevitablemente, una realidad.

Un Poder Judicial en ¡®shock¡¯

¡°Nunca vi posible este escenario. Nunca, jam¨¢s. Ni siquiera lo imagin¨¦¡±, reconoce un ministro de la SCJN. Otra fuente del pleno del tribunal reconoce su ¡°frustraci¨®n¡± y ¡°molestia¡± por haber avisado a Norma Pi?a de forma repetida de la necesidad de empezar a buscar di¨¢logo, tambi¨¦n de ¡°procurar¡± pol¨ªticamente: ¡°Se le dijo mucho y no se hizo. Ahora se viene esta bomba¡±. ¡°Antes de las elecciones, la presidenta de la Corte estaba muy risue?a, el lunes 3 de junio fue la cruda¡±, dice una ministra. Despu¨¦s de las elecciones, el Poder Judicial Federal entr¨® en shock.

Durante una semana, nada se movi¨® dentro de la instancia de la que dependen 50.000 funcionarios. ¡°La presidenta estaba muy desdibujada, nerviosa, ya solo llegaba, miraba sus asuntos, y sal¨ªa, no hablaba con nadie¡±, dice una ministra. ¡°Pasamos de la sorpresa a la depresi¨®n, a la indignaci¨®n y a la resignaci¨®n¡±, apunta otro. ¡°Fue una semana de ajustes tel¨²ricos¡±, a?ade otra fuente. Al interior, crisis, emergencia, zozobra, incertidumbre total. En definitiva, un asesor resume: ¡°La Corte era un velorio¡±.

El Consejo de la Judicatura Federal, tambi¨¦n presidido por Pi?a ¡ªla presidenta va cada mi¨¦rcoles y viernes a la sede de Insurgentes Sur¡ª, tard¨® m¨¢s de una semana en enviar un correo electr¨®nico a todos sus miembros, en el que ped¨ªa propuestas o ideas sobre la reforma. La primera reuni¨®n virtual de las 100 coordinaciones del Consejo tuvo lugar el 21 de junio, la presencial ha sido apenas esta semana. ¡°Ha sido una respuesta muy tard¨ªa¡±, considera un integrante del CJF, ¡°desde el 5 de febrero de 2023 hab¨ªa un margen, pero no ocurri¨® nada, no se aprovech¨®¡±. Esta fuente reconoce que dentro del Consejo crece la idea de que Pi?a ya no es la interlocutora v¨¢lida para navegar la crisis, o al menos, para muchos otros, que ya no debe ser la ¨²nica interlocutora.

Hace tiempo que un ministro pidi¨® a Pi?a que enviase un mensaje interno a todos los trabajadores: ¡°Que dijera que seguimos trabajando, que seguimos unidos, hasta donde se pueda¡±. La presidenta del Supremo no lo hizo hasta este mi¨¦rcoles. Esta no es la primera vez que la ministra tarda en posicionarse. ¡°Norma ya fijemos posici¨®n¡±, le ped¨ªan sus compa?eros desde hace d¨ªas, ¡°tienes que hablar, que salir, que poner otros elementos en la mesa¡±. Eso ha empezado esta misma semana.

Mientras, dentro del m¨¢ximo tribunal de M¨¦xico han empezado a marcarse dos tendencias: un grupo minoritario de ministros que est¨¢ moviendo cuerdas para destituir a la presidenta y otro, de mayor¨ªa y liderado por Pi?a, que est¨¢ preparando una contrapropuesta y busca acercarse al equipo de la presidenta electa.

¡°?C¨®mo quiere morir: a machetazos o con bistur¨ª?¡±

¡°Esta reforma tiene nombre y apellidos¡±, apunta una ministra, que se?ala la actuaci¨®n de Pi?a como ¡°la responsable¡± de la situaci¨®n a la que se ha llegado en la Corte. Menciona Quer¨¦taro, los mensajes a Alejandro Armenta, la cena con Alejandro Moreno e integrantes del Tribunal Electoral, tambi¨¦n que no diera los fideicomisos a Acapulco como asegur¨® en una carta: ¡°El presidente siempre est¨¢ buscando un opositor, una bronca, y ella se puso de pelota¡±. Esta fuente apunta a que varios ministros consideran que Pi?a debe ¡°hacerse a un lado¡± porque en un a?o y medio no pudo con el cargo: ¡°Norma rompi¨® el techo de cristal pero acab¨® con el edificio¡±.

Este grupo reconoce que la reforma judicial ya no se puede parar, solo ¡°modularla¡±. ¡°?C¨®mo quieres morir: a machetazos o con bistur¨ª?¡±, resume una fuente, que cree que la salida de Pi?a al menos permitir¨ªa que volviera el di¨¢logo con el Ejecutivo y buscar un proyecto de unidad. Seg¨²n fuentes de la Corte, la presidenta no tiene ninguna intenci¨®n de ¡°sacrificarse¡± en solitario.

Esta no es la opini¨®n de la mayor¨ªa de los ministros, seg¨²n ha confirmado EL PA?S. ¡°?Nos van a correr a todos por correr a Pi?a? Se me hace fuera de toda proporici¨®n. No veo la relaci¨®n entre que Norma Pi?a les caiga mal y que por eso todos los magistrados y jueces se elijan por voto popular. No la veo¡±, dice un ministro. ¡°Ella es un elemento importante, pero no todo es por ella¡±, apunta otra fuente, que cree que sacrificar a Pi?a no servir¨ªa, porque no es ni siquiera lo que quiere el presidente. Uno de los 11 jueces m¨¢s importantes del pa¨ªs afirma: ¡°Esto es una vendetta, por la Guardia Nacional, porque Pi?a no se levant¨®, por la cena de Alito... todo se ha ido sumando, y se ha hecho una propuesta de reforma con coraje y con sa?a¡±.

Los ministros que han cerrado filas en torno a Pi?a son Juan Gonz¨¢lez Alc¨¢ntara, Javier Laynez, Jorge Pardo, Margarita R¨ªos Farjat, Luis Mar¨ªa Aguilar y Alberto P¨¦rez Day¨¢n. El ministro Alfredo Guti¨¦rrez Ortiz Mena se ha mantenido en una posici¨®n neutral, que le ha permitido navegar entre las dos aguas e incluso ser considerado parte del grupo minoritario como el posible relevo en la cabeza del Alto Tribunal. El grupo leal a Pi?a ha encargado a Laynez buscar un puente con el entorno de Sheinbaum, han dicho las fuentes.

Un interlocutor a lo seguro

La elecci¨®n de este ministro como el interlocutor fue apostar a lo seguro. Laynez es un gran negociador. Su trayectoria en la funci¨®n p¨²blica ¡ªcon altos cargos en diferentes Gobiernos¡ª lo avala. ¡°Para ser magistrado y luego ministro tuvo el apoyo del PAN, el PRI y el PRD. Mucha gente que estaba en el PRD ahora est¨¢ en Morena¡±, dice una fuente del Supremo. Los ministros de su grupo est¨¢n leyendo las se?ales y buscan a la persona indicada del entorno de Sheinbaum para entregar de primera mano sus preocupaciones sobre la reforma. ¡°Estamos siendo muy cautelosos en buscar con qui¨¦n debemos acudir. Un error de c¨¢lculo puede ser garrafal¡±, dice un ministro.

Se baraj¨® la posibilidad de acercarse a Juan Ram¨®n de la Fuente, que ser¨¢ el pr¨®ximo secretario de Exteriores y que tiene la reputaci¨®n de ser un gran conciliador. Los ministros descartaron la opci¨®n cuando indagaron que ¨¦l no tiene voz alguna sobre la reforma. Con Luisa Mar¨ªa Alcalde, la actual secretaria de Gobernaci¨®n y una de las principales formuladoras de la iniciativa judicial, ya hubo una conversaci¨®n, confirman desde la Corte. Pero el encuentro no fue del todo sencillo, pues la funcionaria, dicen las fuentes, fue insistente en remarcar los privilegios de los ministros, a tono con el discurso de L¨®pez Obrador.

Otra posibilidad que se evalu¨® fue el senador Ricardo Monreal, que es un buen negociador y adem¨¢s es profesor de Derecho Constitucional en la UNAM, pero han causado dudas sus posicionamientos pol¨ªticos en defensa incluso de los puntos m¨¢s d¨¦biles, en t¨¦rminos jur¨ªdicos, de la iniciativa. Las divisiones internas en el entorno de Sheinbaum han dificultado la misi¨®n de Laynez. El ministro consider¨® buscar a Salvador Nava, el abogado de Sheinbaum en los asuntos electorales; luego recul¨® cuando supo de la f¨¦rrea rivalidad entre este abogado y Zald¨ªvar.

El grupo de Pi?a decidi¨® esperar a tener m¨¢s claro el panorama para no dar un paso en falso. Los ministros esperan al movimiento que haga Sheinbaum sobre qui¨¦n ser¨¢ su secretario (o secretaria) de Gobernaci¨®n. Varias personas han sonado para ese cargo, y cada una entra?a un escenario de negociaci¨®n distinto.

La ¨²ltima semana clave

Al menos tres ministros han expresado que la reforma judicial no solo es desproporcionada, sino que, desde una perspectiva pol¨ªtica, es innecesaria. En dos a?os y medio, cuatro ministros concluir¨¢n sus cargos y podr¨¢n ser reemplazados por jueces aprobados por la inmensa mayor¨ªa oficialista en el Congreso. Sumados a los votos de Yasm¨ªn Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres (alfiles en la Corte de L¨®pez Obrador), Sheinbaum tendr¨¢ en el Supremo la mayor¨ªa de votos. Adem¨¢s de que Morena y sus aliados tendr¨¢n en septiembre el poder de reformar la Constituci¨®n, y la oposici¨®n no cumplir¨¢ el requisito de tener un tercio de los votos en el Congreso para promover acciones de inconstitucionalidad. Es decir, cualquier reforma del oficialismo est¨¢ blindada y la funci¨®n de control constitucional del Supremo quedar¨¢ naturalmente en desuso.

Los ministros observan tambi¨¦n los aspectos contraproducentes de la reforma. Uno de ellos razona: si la propuesta de L¨®pez Obrador ha diagnosticado que la cura a la corrupci¨®n judicial es el voto popular, el primer caso de un juez corrupto surgido de las urnas ser¨¢ un golpe demoledor para el oficialismo. El otro ministro habla de las presiones a que estar¨¢n sometidos, por ejemplo, los aspirantes a jueces mercantiles o administrativos por parte de los grandes despachos de abogados. ¡°No hemos visto los verdaderos efectos de la reforma en el valor del peso¡±, apunta. ¡°Si un gran inversionista ve que no hay una sola controversia que pueda ganar contra el Estado mexicano, ?qu¨¦ confianza tendr¨¢ para invertir su capital?¡±, observa. El grupo de Pi?a ha encargado a Laynez hacer notar estos razonamientos, confiando en la formaci¨®n de Sheinbaum como una cient¨ªfica que toma decisiones a partir de datos, l¨®gicas m¨¢s que pol¨ªticas.

Mientras el esperado encuentro ocurre, los jueces m¨¢s importantes del pa¨ªs preparan el escenario m¨¢s inmediato. La presidenta de la Corte cree que todav¨ªa hay tiempo, una impresi¨®n que comparte otra fuente: ¡°Es muy dif¨ªcil y un mal momento, porque ya lleg¨® la tormenta, pero esto no est¨¢ perdido hasta que se pierde¡±. Otros ministros est¨¢n resignados a marcharse: ¡°Me duele en los huesos¡±.

Los ministros Luis Mar¨ªa Aguilar y Jorge Pardo han compartido en confianza a sus colegas que han valorado presentar su renuncia anticipada para poder conservar su ¡°haber por retiro¡±, una jubilaci¨®n con prestaciones superiores a la ley a la que tienen derecho despu¨¦s de una vida en el Poder Judicial. Aguilar est¨¢ a cinco meses de concluir su periodo de 15 a?os; Pardo, a un a?o y medio. El problema para estos ministros es que su renuncia debe ser aprobada por el Senado, dominado por el oficialismo. No lo tendr¨¢n f¨¢cil si decidiesen dar ese paso, sobre todo Aguilar, considerado por L¨®pez Obrador un enemigo.

Las ministras Yasm¨ªn Esquivel y Loretta Ortiz han expresado su despreocupaci¨®n por la jubilaci¨®n. El haber por retiro es proporcional al tiempo laborado en la Suprema Corte, y ambas fueron nombradas hace relativamente pocos a?os. Sin embargo, ambas juezas conf¨ªan en que se retire de la iniciativa de L¨®pez Obrador el candado que impide a los actuales ministros postularse a la eventual elecci¨®n. Eliminado ese impedimento, Esquivel y Ortiz esperan ser rescatadas por el oficialismo y aparecer en las listas que Sheinbaum o el Legislativo podr¨¢n presentar a los votantes.

Los 11 jueces del Supremo acudieron esta semana al Congreso, a defender su investidura y la de m¨¢s de 1.600 jueces y magistrados. La imagen fue poderosa. Los ministros, casi todo el tiempo encerrados en el edificio de la Corte, salieron a dar la cara ante los legisladores. Los jueces aprovecharon la oportunidad para expresar sus preocupaciones y deslizar sus propuestas de cambio a la iniciativa de L¨®pez Obrador, confiando poco en que ser¨ªan tomadas en cuenta. Uno de los ministros m¨¢s resignados dice que vio en el foro del Congreso una oportunidad ¡°para desahogarse¡±. Al menos.

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