Alberto Lati: ¡°La mayor parte de los deportistas mexicanos que triunfan lo hacen a pesar del sistema¡±
El periodista deportivo presenta ¡®100 glorias de M¨¦xico¡¯ su nuevo libro en el que narra las historias que hay detr¨¢s de cada leyenda del deporte mexicano
Para Alberto Lati (Ciudad de M¨¦xico, 45 a?os) los triunfos de un deportista tienen mucho m¨¢s que ver con su historia personal que con los segundos decisivos en la competencia. Hace a?os comenz¨® a investigar y a contar las historias de vida de hombres y mujeres detr¨¢s de cada medalla o bajo cada jersey mundialista. Su nueva publicaci¨®n tiene un inter¨¦s especial, 100 glorias de M¨¦xico (Ediciones B) habla sobre M¨¦xico y sobre su gente. A muchos de ellos, los ha visto alcanzar la gloria deportiva y tambi¨¦n tocar fondo en el fracaso. Realizo m¨¢s de 150 entrevistas y, se sumergi¨® de lleno en la vida de sus personajes, teniendo como prop¨®sito que las historias que reconstruye en las p¨¢ginas del libro, sirvan de inspiraci¨®n para cambiar algo en la mentalidad mexicana.
Pregunta. Este es el cuarto volumen sobre leyendas deportivas, pero el primero exclusivo de mexicanos ?Esto estuvo planeado as¨ª?
Respuesta. Siendo sincero, los primeros dos vol¨²menes estaban ya perfectamente fijados. En un principio no visualizamos el ¨¦xito que han tenido los libros en ni?os y adolescentes. Lo ve¨ªamos como un proyecto para compartir historias de f¨²tbol y olimpismo, que es lo que me apasiona. Cuando vimos el recibimiento entre los j¨®venes, me hizo mucho sentido pensar que si quiero inspirar a los ni?os y adolescentes, o a quien sea que lo lea, este era un buen camino. Me gusta contarles c¨®mo desde aqu¨ª se ha logrado. Desde el desierto en el norte, desde las playas en las dos costas, desde un pueblo peque?o o un barrio marginal. Demostrar c¨®mo pese a todas las carencias, a todos los obst¨¢culos, a todas las veces que se les dijeron no, estos 100 deportistas prueban que se puede llegar.
P. El lector se ha identificado en situaciones y lugares de estas historias.
R. Puedes pensar en El P¨²as Olivares [Rub¨¦n Olivares, m¨²ltiple campe¨®n mundial] que trabajaba en la tortiller¨ªa de sus pap¨¢s, pensemos en Valenzuela, [Fernando Valenzuela, beisbolista de ligas mayores] jugando en un peque?o pueblo del norte. Y puedes pensar en alguien que ten¨ªa que recorrer Iztapalapa, en Ciudad de M¨¦xico, para ir a entrenar.
P. Sin quererlo, el libro tambi¨¦n te va llevando por pasajes hist¨®ricos de M¨¦xico.
R. Comienza con deportistas nacidos en la incertidumbre de la revoluci¨®n. M¨¢s tarde llega a la invasi¨®n de Estados Unidos a Veracruz, con dos atletas veracruzanos de car¨¢cter mundial, el Pirata Fuente [Luis de la Fuente, futbolista] y el beisbolista Roberto ?vila. Despu¨¦s vamos sexenio por sexenio, aparecen los presidentes L¨¢zaro C¨¢rdenas, Miguel Alem¨¢n y Gustavo D¨ªaz Ordaz. Se asoman en las historias Blu Demon y El Santo [Estrellas de la Lucha Libre mexicana], o los compositores Agust¨ªn Lara y Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez. Cada uno va embonando gran parte de la historia hasta la actualidad.
P. Usted ha escrito historias de deportistas alrededor del mundo. ?Encuentra alguna particularidad en las historias mexicanas?
R. Al final la carencia es carencia. Mira las limitantes con las que creci¨® Sadio Man¨¦, en un pueblito de Senegal, o lo que vivi¨® Pele antes del ¨¦xito. Son historias que cuento en mis libros anteriores. El hambre es hambre, pero 100 glorias de M¨¦xico, termina por hacer un clic diferente. Para m¨ª es muy importante mandar el mensaje de que no tenemos por qu¨¦ pensar corto, es verdad, hay limitaciones, escasez, dificultades, pero podemos llegar pese a eso, y no justificar que no llegamos.
P. Cada historia que usted cuenta en el libro podr¨ªa ser una pel¨ªcula o una serie en una plataforma de streaming. ?C¨®mo hace para resumir esos fragmentos de la vida de un deportista?
R. Estoy obligado a contar la precuela. Con 100 glorias de M¨¦xico tuve un problema mayor que con los libros anteriores. En este pude entrevistar a casi todos. Me sent¨ª muy privilegiado de qu¨¦ personalidades como Julio C¨¦sar Ch¨¢vez, Lorena Ochoa, o la hermana de Rafael Osuna, me tomar¨¢n la llamada y me dieran detalles muy personales de sus infancias y adolescencias. Se hizo m¨¢s complicado por la riqueza de informaci¨®n que ten¨ªa. Yo busco generar im¨¢genes en la cabeza del lector. Lo digo sin perenci¨®n, consciente de que muchas veces habr¨¦ fracasado. Mi reto es convertir esas an¨¦cdotas en im¨¢genes. Que le permita al lector peque?o, adolescente, viejo, desplazarse a esa realidad.
P. ?Escribir sobre gente a la que conoce muy bien, le significo algo diferente?
R. Me pasaba algo rar¨ªsimo, como entrevist¨¦ a la mayor¨ªa, me los imaginaba vi¨¦ndome o ley¨¦ndome. Y eso te compromete m¨¢s. Cuando escrib¨ª sobre Alfredo Di St¨¦fano, evidentemente ya hab¨ªa muerto, yo lo entrevist¨¦ una vez en Madrid hace unas d¨¦cadas, pero ya no me lo imaginaba ley¨¦ndome.
Cuando escribes sobre Nadia Com?neci, no piensas que Nadia te est¨¢ leyendo. Pero en este caso, yo sent¨ªa que ten¨ªa que rendir tributo a lo que ellos hicieron. Porque tuvieron el gesto de compartirme cosas que no hab¨ªan compartido antes en su vida p¨²blica.
P. ?Fueron suficiente 100 p¨¢ginas o quedaron fuera algunos?
R. Son 102, si consideras que hay un cap¨ªtulo de los dos hermanos Rodr¨ªguez y un cap¨ªtulo de los hermanos Iridia y ?scar Salazar. Ah¨ª hice una trampita. Finalmente, su infancia fue compartida y su formaci¨®n fue la misma.
P. ?La exigencia a los deportistas mexicanos muchas veces caen en lo injusto?
R. La exigencia es completamente v¨¢lida, la exigencia los hace m¨¢s fuertes. El problema no es la exigencia, sino la falta de cr¨¦dito, o la ingratitud. No entender que el deportista mexicano, en la gran mayor¨ªa de los casos, lleg¨® con condiciones de preparaci¨®n y de circunstancias muy inferiores a las de sus rivales. La cantidad de pruebas a las que pudieron acudir, lo que se gast¨® en sus metodolog¨ªas, lo que se apoy¨® a sus entrenadores, la infraestructura de la que dispuso, es un largu¨ªsimo, etc¨¦tera. Una persona que va a unos Juegos Ol¨ªmpicos y, no avanza de la primera ronda, pero despedaza el r¨¦cord de su pa¨ªs, y su marca personal, no se le puede reprochar nada. Es la mejor ocasi¨®n en que se ha hecho esa prueba para un mexicano en toda la historia. Porque en el momento de competir, hizo la actuaci¨®n como nunca la hab¨ªa hecho. Y decimos, ¡®?Ay, mediocre, no hubiera ido!¡¯ Me parece que hay mucha falta de sentido com¨²n y de sensatez.
P. ?La falta de memoria?
R. Es muy poca memoria para lo que esta tierra ha tenido. Vemos los cert¨¢menes de Grand Slam de tenis, no nos imaginamos como mexicanos ganando ah¨ª. Pero est¨¢n Ra¨²l Ram¨ªrez o Yolanda Ram¨ªrez. Con Yolanda, recorr¨ª el Sal¨®n de la Fama de Wimbledon, donde aparece escrito su nombre. ?C¨®mo puede ser que en M¨¦xico, no se sepa que una mexicana tiene su nombre escrito ah¨ª Wimbledon, en letras de oro? En 1948, M¨¦xico era la m¨¢xima potencia de ecuestres en el mundo. Arrasamos en los Juegos de Londres, con dos medallistas, Humberto Mariles y Rub¨¦n Urquiza. Y despu¨¦s nos asomamos al baloncesto y vemos que hemos llegado a ganar la NBA, Juan Toscano-Anderson, o lo que represent¨® N¨¢jera. En el f¨²tbol americano, Ra¨²l Alegre, con dos anillos de Super Bowl. Y Lorena Ochoa, la mejor del mundo. ?Me entiendes? Creo que hay mucha ingratitud en ese sentido.
P. En la otra cara de la moneda, en la parte institucional. ?El Gobierno y las autoridades deportivas, est¨¢n haciendo lo que corresponde?
R. Seguimos atorados en ese refr¨¢n lastimero. Hacemos las cosas iguales, pensando que van a salir diferentes. No ha cambiado nada. No nos enga?amos. Desde la perspectiva deportiva. No ha cambiado nada. La mayor parte de los deportistas que llegan a triunfar en el deporte mexicano, no son por el sistema, son sobreviviendo al mismo. Es una realidad clar¨ªsima. Y estas historias mismas te lo reflejan, incluida la de Ana Guevara. Tuve el privilegio de viajar con Ana por muchos sitios y hablar mucho con ella y conocer de primera mano lo que ella sufri¨® para llegar. No ha cambiado nada.
P. Con los Juegos Ol¨ªmpicos en puerta, ?qu¨¦ perspectiva tiene para M¨¦xico?
R. Siempre digo que prefiero un mill¨®n de veces estar equivocado y que M¨¦xico gane. Pero, yo no veo el marco para pasar de las cinco medallas.
P. ?Y el famoso, ¡®s¨ª se puede¡¯?
R. A m¨ª no me gusta el ¡®s¨ª se puede¡¯, ?y por qu¨¦ no se iba a poder?
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