Caf¨¦ Tormenta, el puesto callejero para beber caf¨¦ al ritmo de buena m¨²sica

El chef Lucho Mart¨ªnez gira con cuidado un lim¨®n amarillo sobre un rallador, las escarchas finas de cascara caen sobre un taz¨®n lleno de strachatella. Est¨¢ sazonando el cremoso queso ¡ªsimilar al reques¨®n¡ª para hacer el s¨¢ndwich del d¨ªa de Caf¨¦ Tormenta. La receta es de Mar¨ªa Fernanda Torres, su esposa y socia en ¨¦ste y otros restaurantes; el m¨¢s famoso es EM ¡ªcon una estrella Michelin¡ª, Ultramarinos DeMar y Mart¨ªnez, el bistrot que ten¨ªa enfrente un puesto callejero abandonado.

¡°Busqu¨¦ al due?o y le ped¨ª que me lo rentara. No sab¨ªa que poner, pens¨¦ en pollo frito, pero siempre hab¨ªa querido tener un caf¨¦ y el hecho de que fuera en un puesto, mejor, me encantaba la idea de que fuera informal¡±, dice Lucho, y agrega: ¡°?Quieres un caf¨¦?¡±.

Me sirve un americano acompa?ado de una rica galleta de mantequilla. Caf¨¦ Tormenta abri¨® en marzo del 2023, es una mini cafeter¨ªa en la esquina de la calle Puebla con M¨¦rida, en la colonia Roma. Este puesto de hojalata gris ¡ªlleno de calcoman¨ªas¡ª tiene una peque?a barra donde cabe la cafetera, el molino, la b¨¢scula para pesar los granos, la vitrina, con el ¨²nico pan dulce disponible ¡ªuna media luna¡ª y la tostadora, en donde meten los sandwiches de jam¨®n ahumado con mostaza dijon hasta que se funda el queso gruyere y el pan quede dorado.

En una orilla hay un tocadiscos, el objeto parece desentonar, sin embargo es esencial. Suenan los primeros acordes de Tu melod¨ªa de Jos¨¦ Jos¨¦; guitarra, contrabajo y bajo; despu¨¦s¡­

Calla

No me digas nada

Deja que el perfume de tu cuello

Me lo diga todo

Deja que mis manos lo describan

Y dame tu fuego

La idea de los viniles fue de Lucho, mel¨®mano empedernido, ¡°es un buen match caf¨¦-m¨²sica, como que es un momento padre y ese combo est¨¢ ching¨®n. Adem¨¢s, Tormenta es mi visi¨®n de M¨¦xico: ?Qu¨¦ tiene de diferente esto con las tortas? Es un puesto callejero muy mexicano, por eso en un principio solo quer¨ªa escuchar m¨²sica de los setentas en espa?ol¡±, dice mientras desliza pepino sobre una mandolina. Seguramente tambi¨¦n es fan de Jos¨¦ Jos¨¦ porque lleg¨® al caf¨¦ en bicicleta y estaba escuchando la misma canci¨®n.

Ahora quien hace la elecci¨®n musical suele ser el barista, Sergio Giovanni Rodr¨ªguez, o los chef invitados, que en ocasiones se adue?an de este sitio y ofrecen comida f¨¢cil de preparar y comer de pie, como emparedados, pizza o b¨¢nh m¨¬ (sandwiches vietnamitas).

Torres explica c¨®mo funcionan estas colaboraciones: ¡°invitamos a proyectos que nos gustan mucho como una vez al mes¡±; al decir esto, abre una focaccia casi de medio metro por la mitad, codo a codo con Lucho prepara este sandwichote.

¡ªM¨¢s delgado el pepino ¡ªsugiere Torres.

¡ª?As¨ª est¨¢ bien? ¡ªLucho le muestra una rebanada.

¡ªS¨ª, p¨¢same las kalamatas.

Todo sucede en la cocina vac¨ªa de Mart¨ªnez, el restaurante est¨¢ cerrado hasta mediod¨ªa, y como dice Torres, ¡°es una ventaja tener esto aqu¨ª porque podemos cocinar algunas cosas para el caf¨¦, ah¨ª no cabr¨ªamos¡±.

El espacio reducido es parte del encanto de Tormenta. Al fin y al cabo, el caf¨¦ cabe en una taza y da mucho placer, sobre todo por la ma?ana, m¨¢s si son fr¨ªas como las de la Ciudad de M¨¦xico. Algunas personas piden su bebida y siguen su camino, otros se quedan a escuchar la m¨²sica o se acomodan en los bancos, que est¨¢n pegados al muro de la esquina.

El caf¨¦ es el com¨²n denominador y, en ocasiones, detona conversaciones o momentos agradables, aunque sean ef¨ªmeros. Lucho bautiz¨® a ¨¦ste, su hijo m¨¢s peque?o, Tormenta porque ¡°el nombre se entrelaza con la idea de crear una comunidad fuerte y unida, cada persona aporta su energ¨ªa y pasi¨®n. Me encanta, yo creo que cada barrio se merece un Tormenta¡±.

En esta isla cafetera ¡ªnada tormentosa¡ª, Lucho puede bajar la velocidad, reconectar con el barrio y con su origen. ¡°Poco a poco me estoy acercando a Veracruz a trav¨¦s de lo que hago, como que nunca viv¨ª ah¨ª, solo de chiquito. Digo, igual tenemos granos de Oaxaca o Guerrero, pero siempre hay de Veracruz. Luego hubo un tiempo en que dej¨¦ de tomar caf¨¦ porque iba a las cafeter¨ªas de la zona y dec¨ªa: ?Qu¨¦ les hace pensar que me quiero tomar un caf¨¦ de Etiop¨ªa? ?Por? Teniendo tanto en M¨¦xico. Entonces el objetivo tambi¨¦n es posicionar el caf¨¦ mexicano de calidad¡±.

No solo ha vuelto a beber caf¨¦, va por la tercera taza de la ma?ana. Se ve acelerado, Lucho es m¨¢s o menos as¨ª, da la impresi¨®n de que no est¨¢ quieto un segundo; en contraste, Torres coge con cuidado la tapa de la focaccia y la pone sobre las capas de estrechatela, pepinos, aceitunas kalamatas y ar¨²gula; cierra el s¨¢ndwich y lo divide en porciones cuadradas envueltas en papel. Est¨¢ listo. Sugiere sin prisa: ¡°Deber¨ªamos juntarnos todos los martes a hacer esto¡±, y muerde un trozo del delicioso bocado que acaba de preparar.

Sandwich vegetariano, agregan al men¨² escrito sobre el espejo colgado al fondo del puesto. Hace unos meses Dua Lipa pas¨® por aqu¨ª, pidi¨® un capuccino con leche de avena y se hizo una selfie, su reflejo sonriente se ve entre la lista de especialidades: Latte Rosita, ?leo Coldbrew, ?leo Matcha y Buena Vista. La foto cre¨® una verdadera tormenta.

Caf¨¦ Tormenta

Categor¨ªa: cafeter¨ªa
Direcci¨®n: Esquina de Puebla y M¨¦rida, colonia Roma, Ciudad de M¨¦xico
Precio: 75 pesos