Los jueces y abogados que participar¨¢n en la elecci¨®n judicial: ¡°El voto popular es otro m¨¦todo de entrar al puesto. Hay que adaptarnos¡±
Algunos togados ven en la elecci¨®n del pr¨®ximo a?o una oportunidad de reinventarse y de acercarse a la sociedad para defender la labor judicial
Para muchos jueces mexicanos, la reforma judicial es una cat¨¢strofe en t¨¦rminos personales, pues implica perder un puesto duramente alcanzado a lo largo de a?os de esfuerzo acad¨¦mico en la carrera judicial. Pero todas las historias tienen al menos un reverso. Hay otros togados que ven en la enmienda un reto interesante, la oportunidad de abrir las puertas de los tribunales e ir al encuentro de la gent...
Para muchos jueces mexicanos, la reforma judicial es una cat¨¢strofe en t¨¦rminos personales, pues implica perder un puesto duramente alcanzado a lo largo de a?os de esfuerzo acad¨¦mico en la carrera judicial. Pero todas las historias tienen al menos un reverso. Hay otros togados que ven en la enmienda un reto interesante, la oportunidad de abrir las puertas de los tribunales e ir al encuentro de la gente; descender de la torre de marfil, ir a las plazas p¨²blicas a explicar que la judicatura es algo m¨¢s que un laberinto burocr¨¢tico. Un juez y una jueza federal explican a EL PA?S que han decidido participar en la elecci¨®n judicial para dar la pelea e intentar retener el trabajo de su vida. Un abogado litigante, que aspira a convertirse en ministro de la Suprema Corte de Justicia, observa que no participar en el proceso es rendir los tribunales al oficialismo, y propone crear una asociaci¨®n nacional que sirva a los jueces de plataforma para aprender a hacer pol¨ªtica.
La reforma judicial, impulsada por el expresidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y su partido, Morena, llevar¨¢ a M¨¦xico a elegir a todos sus jueces por voto directo en las urnas. El oficialismo obtuvo un apabullante respaldo popular a la enmienda haciendo campa?a con la bandera de que los jueces son corruptos y privilegiados, y que han dado la espalda al ¡°pueblo¡± para ponerse al servicio de los potentados y los narcotraficantes. La judicatura se renovar¨¢ en dos elecciones, en 2025 y 2027. El pr¨®ximo a?o ir¨¢n a elecci¨®n los cargos de 386 jueces federales y 464 magistrados de circuito. Tambi¨¦n ser¨¢n elegidos nuevos ministros de la Suprema Corte y los integrantes del nuevo Tribunal de Disciplina, que sustituir¨¢ al Consejo de la Judicatura Federal.
La enmienda, ya plasmada en el texto de la Constituci¨®n, estableci¨® que los aspirantes a alg¨²n cargo judicial deben acreditar un m¨ªnimo de requisitos ¡ªcarrera en Derecho, buen promedio acad¨¦mico, cartas de referencia de vecinos, un ensayo¡ª y finalmente ser aprobados por un Comit¨¦ de Evaluaci¨®n. Este ¨®rgano t¨¦cnico har¨¢ un listado con los perfiles m¨¢s id¨®neos y los enviar¨¢ al Congreso. Con esas listas se elaborar¨¢n las papeletas finales que los ciudadanos tachar¨¢n el d¨ªa de los comicios. Los jueces que actualmente est¨¢n en el cargo y que quieran participar en la elecci¨®n tienen pase directo a la lista final. Es decir, no se someter¨¢n al proceso de cribado de los Comit¨¦s de Evaluaci¨®n. En los hechos, ir¨¢n a la elecci¨®n a defender su trinchera, a intentar ser ratificados por la voluntad popular. Los jueces que han decidido no ir a la elecci¨®n tienen derecho a un retiro anticipado y al pago de una indemnizaci¨®n, cuyo monto a¨²n no se ha establecido.
De jueces a pol¨ªticos
El juez Francisco Gonz¨¢lez Mendoza, de 47 a?os, afirma que tomar¨¢ el beneficio del pase autom¨¢tico a las listas finales de candidatos y defender¨¢ su continuidad en el juzgado en materia administrativa en el que despacha desde hace tres a?os en Ciudad de M¨¦xico. ¡°Esto es una vocaci¨®n. No estamos aqu¨ª por un cargo, por el poder o por el dinero. Este cargo no es nuestro. Y es un proyecto de vida. Entonces, yo quiero seguir haciendo lo que me gusta y para eso tengo que pasar por el tamiz de la elecci¨®n. Por eso, he decidido acudir a la elecci¨®n y someterme al voto popular¡±, expone en entrevista.
Gonz¨¢lez, con 23 a?os en la carrera judicial, considera que presentarse a la elecci¨®n, y eventualmente ganar, conferir¨¢ ¡°legitimidad popular¡± a su trabajo. El argumento se alinea con uno de los postulados aducidos por el oficialismo para respaldar la reforma. L¨®pez Obrador afirmaba que la elecci¨®n garantizar¨¢ la independencia de los jueces respecto de poderes f¨¢cticos, y que su labor se guiar¨ªa por la br¨²jula del beneficio del pueblo. ¡°Ser juez implica un servicio de cercan¨ªa con la gente. Es la experiencia que nosotros vamos a vivir en esta elecci¨®n: saber decirle a la gente lo que hacemos, por qu¨¦ lo hacemos y en beneficio de qui¨¦nes lo hacemos. Es una manera de que la gente conozca a los jueces¡±, se?ala Gonz¨¢lez.
Por mucho que el juez est¨¦ dispuesto a acatar las nuevas reglas del juego, a contracorriente de sus colegas que se han rebelado, no se podr¨ªa decir que Gonz¨¢lez es cercano al oficialismo. Varias notas period¨ªsticas refieren que, en marzo de este a?o, el juez orden¨® al Gobierno de L¨®pez Obrador no alterar el registro de personas desaparecidas. Fue una resoluci¨®n dura en t¨¦rminos pol¨ªticos, pues L¨®pez Obrador, alarmado por el aumento de la cifra de desapariciones en su Administraci¨®n, pretend¨ªa elaborar un nuevo registro, ayudado por los llamados servidores de la naci¨®n, los funcionarios encargados de visitar las casas a inscribir a las familias al padr¨®n de beneficiarios de programas sociales. La oposici¨®n ha acusado a esos funcionarios de ser promotores encubiertos del voto morenista.
¡°Nosotros no resolvemos los asuntos con la finalidad de afectar, o no, a un gobierno¡±, aclara Gonz¨¢lez. Cuestionado sobre cu¨¢l ser¨¢ su oferta electoral ante los votantes de su circuito judicial, refiere que ondear¨¢ la bandera de la independencia. ¡°Quiero explicar de manera clara que nuestra funci¨®n es proteger los derechos humanos de todos los gobernados, espec¨ªficamente de las personas m¨¢s vulnerables, de las personas que requieren una atenci¨®n inmediata, a quien le falta su medicina, aquella persona que fue detenida legalmente. La justicia debe ser m¨¢s emp¨¢tica con la poblaci¨®n y un juez no debe estar siempre encerrado en su oficina¡±, explica.
El juez admite que el terreno pol¨ªtico es desconocido para ¨¦l, pero afirma que le entusiasma el reto. ¡°No me parece imposible. Cuando llegan transformaciones o cambios tan radicales, tienes dos opciones: si no est¨¢s de acuerdo, te puedes hacer a un lado, o te puedes reinventar¡±, dice.
Adaptarse al cambio
La jueza Blanca Ochoa Hern¨¢ndez, de 47 a?os y que tambi¨¦n es titular de un juzgado en materia administrativa en Ciudad de M¨¦xico, se oye tranquila al otro lado del tel¨¦fono. Se?ala que la elecci¨®n popular ¡°es otro m¨¦todo, otra v¨ªa, otra manera de acceder al puesto¡±. ¡°Yo desde que llegu¨¦ al Poder Judicial me enamor¨¦, encontr¨¦ mi vocaci¨®n, y pretendo continuar con esta carrera. Es un nuevo m¨¦todo. Cuando yo entr¨¦ al Poder Judicial no hab¨ªa examen para ser oficial, por ejemplo¡±, comparte. ¡°[La elecci¨®n] va a llevar al mismo resultado: quien imprima esfuerzo, quien se d¨¦ a conocer, resultar¨¢ vencedor¡±, agrega.
Para muchos togados y litigantes, los requisitos establecidos en la Constituci¨®n para llegar a un tribunal, e incluso a la Suprema Corte, son muy laxos. El abogado constitucionalista Javier Mart¨ªn Reyes critica que baste con comprobar un buen promedio en Derecho y presentar cartas de recomendaci¨®n de vecinos y conocidos. ¡°?Por qu¨¦ necesitas cartas de tus vecinos para ser ministro de la Corte? ?Cu¨¢l es la racionalidad? ?Cu¨¢l es la finalidad que se busca con esa norma? Perd¨®n, yo no la encuentro. Y luego, son requisitos que es muy raro que est¨¦n en la Constituci¨®n. Ser¨ªa mucho m¨¢s l¨®gico que estuvieran en una ley secundaria¡±, reflexiona.
La jueza Ochoa considera que su formaci¨®n y sus aprendizajes a lo largo de 20 a?os en la carrera judicial le servir¨¢n de cara al electorado. ¡°Esto no significa echar a la basura la carrera judicial. ?Por qu¨¦? Porque nos presentamos ya con un curr¨ªculo. Y yo considero que quiz¨¢ lo que nos falta es la legitimaci¨®n de la gente. Que la gente nos conozca, que sepa qu¨¦ hacemos, que conozca nuestras capacidades, nuestros estudios¡±, sostiene.
Un temor en torno a la reforma judicial es que los jueces electos emitir¨¢n sentencias favorables al Gobierno, de Morena o de la mayor¨ªa popular. Ochoa se?ala, al contrario, que la elecci¨®n no afecta de suyo la independencia judicial. ¡°Los asuntos que tenemos hasta ahora siempre son contra la autoridad. Y siempre ha existido ese riesgo de presi¨®n pol¨ªtica. Entonces no veo nada oculto bajo el sol. Esto es un m¨¦todo distinto. ?No va a ser el mejor? No lo s¨¦. Todo es perfectible. Y no tendr¨ªa por qu¨¦ afectar la imparcialidad¡±, refiere. La jueza hace un llamado a sus colegas a que participen en la elecci¨®n. ¡°Qu¨¦ mejor que seamos nosotros, que ya desempe?amos esta noble funci¨®n, y nada m¨¢s necesitamos la legitimaci¨®n del pueblo. Me encantar¨ªa que mis compa?eros se animen, den el paso y se adapten¡±, afirma.
Una plataforma para los jueces
El abogado y pol¨ªtico del PAN Roberto Gil Zuarth, de 47 a?os, ha anunciado su aspiraci¨®n a convertirse en ministro del Supremo. Fue funcionario en el Gobierno de Felipe Calder¨®n y posteriormente senador. En 2018 fund¨® su propia firma de abogados, especializada en derecho p¨²blico. Conoce el terreno de la pol¨ªtica y el del litigio ante los tribunales. Gil se?ala que es comprensible la postura de los jueces que han decidido desertar del proceso electoral, pero, afirma, la ¨²nica manera de contener los efectos negativos de la reforma es conquistar los puestos judiciales. ¡°El dilema es que cada toga que quede colgada en una oficina ser¨¢ sustituida por un chaleco guinda, por personas que pretenden convertirse en los brazos judiciales de un movimiento pol¨ªtico, que no van a dictar sentencia con base en la raz¨®n de la ley, sino con base en la consigna de quienes hoy gobiernan¡±, pondera.
Gil plantea que los jueces, magistrados y ministros que decidan participar en la elecci¨®n judicial conformen una asociaci¨®n nacional que les sirva de plataforma para dar proyecci¨®n a sus propuestas y tambi¨¦n para vigilar las elecciones y cuidar los votos. La reforma proh¨ªbe a los postulantes recibir financiamiento p¨²blico y privado, y establece que los partidos pol¨ªticos deben quedar al margen de la contienda. Los aspirantes pueden asistir a debates y foros y utilizar sus redes sociales ¡ªaunque, en este ¨²ltimo caso, no podr¨¢n pagar pautas publicitarias¡ª. El Instituto Nacional Electoral (INE) les dar¨¢ espacios en medios de comunicaci¨®n con cargo al tiempo aire que pertenece al Estado.
¡°Es decir, la ¨²nica manera que tengo yo de competir frente a los candidatos del r¨¦gimen, que van a tener el apoyo de los servidores de la naci¨®n, es con mi propio patrimonio y convertirme pr¨¢cticamente en un partido unipersonal¡±, observa Gil. ¡°Todos estos problemas pueden ser enfrentados desde una agrupaci¨®n pol¨ªtica que nos ayude a encontrar soluciones. Es que si, adem¨¢s de todas las aduanas que hay que pasar, hacemos de estas elecciones una aventura quijotesca, vamos a tener simplemente una legitimaci¨®n popular de unas listas hechas en Palacio Nacional¡±, refiere.
El pol¨ªtico y abogado defiende la figura de la agrupaci¨®n nacional, que ¡°puede suplir lo que hoy no tiene cada juez o magistrado individualmente considerado¡±. Para Gil, no participar en la elecci¨®n judicial es darle al oficialismo el triunfo por el abandono de una de las partes. ¡°Las reglas injustas o inequitativas nosotros, en el pasado, encontr¨¢bamos la manera de hacerlas menos duras y eventualmente flexibilizarlas, o incluso derogarlas a trav¨¦s del triunfo de nuestro argumento¡±, cierra.