Censura en Argentina, indignaci¨®n en la FIL: la caza de brujas a cuatro libros, a debate en la gran feria
Un grupo de escritores opina sobre la persecuci¨®n que sufren algunas obras en las escuelas de la provincia de Buenos Aires
La persecuci¨®n que sufre la literatura en Argentina ha encendido una mecha del debate en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Una de las premiadas de este a?o, Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara, que recibe este mi¨¦rcoles el Sor Juana In¨¦s de la Cruz, es una de las cuatro autoras que resisten estos d¨ªas los embates de los grupos conservadores en su pa¨ªs. Una fundaci¨®n, secundada por el Gobierno de Javier Milei, busca que se retiren de las escuelas de la provincia de Buenos Aires los ejemplares de cuatro obras: Las aventuras de la China Iron, de Cabez¨®n C¨¢mara; Cometierra, de Dolores Reyes; Las primas, de la fallecida Aurora Venturini; y Si no fueras tan ni?a, de Sol Fantin. Un grupo de escritores, que visita la mayor cita de la literatura en espa?ol, discute sobre los l¨ªmites de la censura y las secuelas que deja esta en una democracia.
Las cuatro autoras argentinas hab¨ªan recibido ya el apoyo de la comunidad literaria nacional, que se reuni¨® masivamente hace unos 10 d¨ªas en defensa de los libros se?alados y de las escritoras, que han sido v¨ªctimas de amenazas, insultos y acusaciones de ¡°ped¨®filas¡± y ¡°porn¨®grafas¡± por parte de los grupos conservadores. La opini¨®n de los autores consultados por este peri¨®dico ha hilado en el mismo tono de apoyo y la posibilidad de que esas obras sean retiradas de las bibliotecas escolares ha saltado como una alerta del ¡°autoritarismo¡± que acampa en Argentina y preocupa a la comunidad literaria internacional.
La escritora Jennifer Clement, antigua presidenta del Pen Internacional, expresa sorpresa por ver este tipo de disputas en un pa¨ªs que ha sido muy ¡°abierto¡± a la literatura escrita por mujeres. ¡°Lo que estamos viendo en Argentina es la estigmatizaci¨®n de estas autoras, el ataque del Gobierno sobre la libertad de expresi¨®n y una mira muy fuerte hacia la mujer¡±, comenta. La autora entiende, sin embargo, que se trata de una puntada m¨¢s dentro de un ¡°fen¨®meno mundial¡± de gobiernos de ultraderecha que practican la censura de libros, como el caso de Estados Unidos, que ha prohibido miles de t¨ªtulos en bibliotecas p¨²blicas y acad¨¦micas en el ¨²ltimo a?o.
Para el escritor Sergio Ram¨ªrez, la censura es ¡°la se?al m¨¢s p¨¦sima que hay de un gobierno que prescinde de las reglas del juego democr¨¢tico¡±. El nicarag¨¹ense, que ha tenido que exiliarse en Espa?a despu¨¦s de una persecuci¨®n brutal por parte del r¨¦gimen de Daniel Ortega, distingue entre los gobernantes arbitrarios que est¨¢n contra los libros pero que no perturban la estabilidad del pa¨ªs y los gobernantes que tienen una concepci¨®n ¡°m¨¢s ideol¨®gica del poder¡±, que convierten todo lo que no es el discurso oficial en algo subversivo, como el sexo. Este ¨²ltimo es el caso de Argentina, dice.
Ram¨ªrez nombra al sexo en referencia a algunas escenas de los libros, que han sido las cuestionadas por los grupos conservadores. Cometierra es una novela que trata de una joven que traga tierra y puede visualizar a mujeres desaparecidas. Despu¨¦s de haber recibido reconocimiento internacional, ha sido v¨ªctima de una cruzada por un p¨¢rrafo en el que describe una relaci¨®n sexual consentida. Las primas, un ¨¦xito editorial que relata la vida de una familia disfuncional en voz de una joven con discapacidad, retrata escenas en las que un par de ni?as son v¨ªctimas de abuso sexual. O el libro de Fantin, una docente que ha reconstruido en su obra los abusos que sufri¨® cuando era menor de edad, que fue se?alado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, por exaltar la pedofilia y sexualizar a los ni?os. ¡°?Con nuestros ni?os no te metas!¡±, public¨® en sus redes sociales.
Aroa Moreno Dur¨¢n afirma que la persecuci¨®n es parte de ¡°esa batalla cultural que le interesa imponer a la derecha y a la extrema derecha, que tiene que ver con los derechos de las mujeres, la igualdad, la lucha contra la violencia de g¨¦nero y la diversidad¡±. Para la escritora espa?ola, la literatura tiene que cuestionar, incomodar y desafiar el orden establecido, ¡°y creo que estos libros lo hacen, son libros que inducen a un pensamiento cr¨ªtico¡±. La cacer¨ªa sucede ahora porque hay una batalla ¡°porque las mujeres no escriban, no cuenten la realidad que nos han perseguido durante siglos, que tiene que ver con la violencia, con mantenernos en la oscuridad, con mantenernos silenciadas y calladas¡±, dice la autora y periodista.
Luc¨ªa Lijtmaer, nacida en Argentina y crecida en Espa?a, se?ala que todas las obras perseguidas tienen un componente feminista ¡°muy claro y evidente¡±. ¡°Es un paso m¨¢s sobre lo que se puede y lo que no se puede escribir. Sobre que las mujeres hemos ido demasiado lejos, no solo en la lucha por nuestros derechos, sino tambi¨¦n en la literatura¡±, dice. La autora de Ofendiditos critica que se ha ya creado un ¡°relato de pedofilia con respecto a las escritoras¡±, y que se les haya colgado ¡°el peor fantasma que le puedes colgar a cualquier persona¡±, que es el de ped¨®filas. A las feministas se las acusaba antes de ser puritanas, ahora se las acusa de porn¨®grafas. ¡°Lo que importa no es la verdad, lo que importa en los ¨²ltimos tiempos es que se instale un discurso que parezca verdad¡±.
Al guatemalteco Arnoldo G¨¢lvez le sorprende la contradicci¨®n entre el discurso libertario que ha tenido el Gobierno de Milei y la persecuci¨®n de la literatura. ¡°Estos poderes suelen ser bastante iletrados y no terminan de entender que los actos de censura terminan provocando una suerte de promoci¨®n y de posicionamiento de los libros¡±, comenta. ¡°No es un consuelo, porque el costo que se paga en t¨¦rminos de libertades, de regresiones autoritarias, es muy alto¡±.
Nicol¨¢s Giacobone cree que la reacci¨®n que ha tenido el mundo literario ante lo sucedido en Argentina es porque ¡°no se puede creer¡± que pase algo as¨ª. ¡°Hay que estar atentos, est¨¢ bien reaccionar, pero tengo la esperanza de que no sean m¨¢s que palabras para generar reacciones, ruptura, y que no sea m¨¢s que eso, que no llegue a ser una ley que implique censura s¨®lida¡±. El argentino, guionista de la galardonada pel¨ªcula Birdman, agrega: ¡°Sucede porque evidentemente la pol¨ªtica se dio cuenta de que le sirve para conectar con una secci¨®n de la sociedad que es mucho m¨¢s grande de lo que pens¨¢bamos a lo que era¡±.
Clement teme que la consecuencia de esta persecuci¨®n acabe siendo la autocensura, incluso de manera inconsciente. Lo que sucede en estas situaciones es que las escritoras mismas se empiezan a censurar y eso es terrible¡±, afirma. Moreno Dur¨¢n no comparte esa idea. ¡°Esto revela una ignorancia absoluta por parte de los pol¨ªticos en el poder, porque la literatura es indestructible¡±, dice, ¡°cuanto m¨¢s censuren, lejos de conseguir que nos autocensuremos, nos encontraran en frente con la palabra y los libros como armas¡±.
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