Teresa Paneque, astr¨®noma: ¡°Las visas unen m¨¢s parejas que el amor hoy en d¨ªa¡±
La divulgadora cient¨ªfica y escritora critica los sat¨¦lites de Elon Musk, por sus graves interferencias en la observaci¨®n del espacio
En junio de este a?o, una enorme comitiva empresarial, cient¨ªfica y acad¨¦mica acompa?¨® al presidente chileno Gabriel Boric en su gira por Europa. La astr¨®noma Teresa Paneque, de 27 a?os, iba con ¨¦l. Nacida en Madrid por casualidad, esta mujer ha vivido en varios pa¨ªses completando estudios. Ahora le toca Estados Unidos para su investigaci¨®n posdoctoral. Experta en formaci¨®n de planetas, ha alcanzado un enorme prestigio divulgando el mundo de las estrellas brillantes y los agujeros negros en las redes sociales y el tiempo que le queda libre lo ha dedica a escribir una colecci¨®n de libros con id¨¦ntico objetivo: El Universo seg¨²n Carlota (Planeta), que ha presentado en M¨¦xico en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hace apenas unos d¨ªas. Su conferencia, llena hasta la bandera, demostr¨® por qu¨¦ es una gran divulgadora y risue?a como ninguna.
Pregunta. Chile tiene sus grandes telescopios y buena cantera de astr¨®nomos. ?Es por eso?
Respuesta. S¨ª. Los cielos de Chile son un laboratorio natural y eso se debe, simplemente, a que tenemos un desierto aislado de las comunidades como para tener baja contaminaci¨®n lum¨ªnica y el mar y la cordillera que permiten una atm¨®sfera estable. Adem¨¢s, es de los pocos pa¨ªses donde se puede estudiar directamente astronom¨ªa.
P. Se ha casado recientemente.
R. S¨ª, la ciencia y las visas para moverse de un pa¨ªs a otro propician que la gente se case. Yo tengo una relaci¨®n muy bonita, pero nos casamos, tambi¨¦n, empujados porque yo me mov¨ª a Estados Unidos. Creo que las visas unen m¨¢s parejas que el amor hoy en d¨ªa.
P. Entre su trabajo, la divulgaci¨®n cient¨ªfica y escribir libros ?a qu¨¦ dedica las horas libres que le quedan?
R. Duermo y cocino, me encanta cocinar. Y ver series basura, de esas de citas a ciegas, de qui¨¦n se enamora de qui¨¦n. Seguro que te matan neuronas, pero es que, entre tanta angustia existencial que hay en el mundo, a veces necesito apagar un poquito la cabeza y divertirme con problemas mundanos. Y me encanta cocinar galletas. Cocinar me lleva a mi mam¨¢, a mi infancia. Mi madre toda la vida me mand¨® el almuerzo casero al colegio. Me emociona que ahora, en Estados Unidos, por fin tengo una casa con horno.
P. ?Qu¨¦ opina de esa corriente terraplanista extendida en pleno siglo XXI?
R. Es fuerte. Me es dif¨ªcil pensar que realmente existe gente que piense en terraplanismo. El terraplanismo puede ser inofensivo, pero est¨¢n los negacionistas del cambio clim¨¢tico o los antivacunas o quienes eligen tratamientos alternativos que los llevan incluso a la muerte. Entonces es importante desarrollar un pensamiento cr¨ªtico.
P. No deja de sorprender que eso ocurra en este siglo.
R. Hay gente hoy en d¨ªa en muchos lugares que no tiene acceso a una buena educaci¨®n cient¨ªfica, pero hay muchos de estos discursos negacionistas que vienen de ¨¦lites intelectuales y yo creo que ah¨ª hay inter¨¦s econ¨®mico, ego¨ªsmo y una maldad tremenda. Yo separo en mi casa pl¨¢stico, papel, cart¨®n org¨¢nico, pero da lo mismo, porque cualquier multimillonario se sube en su cohete o su jet privado, le da 30 vueltas al mundo y arruina mi esfuerzo.
P. ?Elon Musk?
R. Es el enemigo n¨²mero uno de la astronom¨ªa, ese se?or, porque con Starlink [su proyecto para poner miles de sat¨¦lites en ¨®rbita] se crea mucha contaminaci¨®n en el cielo. Los telescopios requieren observar estos puntos brillantes por mucho tiempo y mientras est¨¢n observando pasa una l¨ªnea de sat¨¦lites y quedan rayadas todas las fotos. Como cualquier persona con dinero hoy en d¨ªa puede lanzar lo que quiera al espacio y todos aplaudimos¡ ?y qu¨¦ pasa con los proyectos que los gobiernos est¨¢n financiando para la comprensi¨®n humana?
P. Los cient¨ªficos como usted, que divulgan de forma sencilla, se pasan la vida pidiendo perd¨®n a sus colegas, que r¨¢pido les acusan de falta de rigor.
R. Nadie ha hablado mal de mi trabajo como divulgadora, pero yo s¨ª me genera mucha ansiedad a m¨ª misma para que todo sea lo m¨¢s preciso posible.
P. ?Ese rigor inaccesible no es, a veces, superioridad y la causa de que la ciencia no entre en la sociedad?
R. Yo creo que s¨ª. Mi principal reproche es que [los cient¨ªficos] no quieran aliarse con la gente de la comunicaci¨®n, que no est¨¦n disponibles para hablar con los medios, porque dicen que les van a tergiversar todo. Ah¨ª s¨ª necesitamos ser un poquito m¨¢s laxos. Comunicar es una labor institucional y de eso tienen que preocuparse las universidades.
P. No hay planeta B, esta es nuestra nave y hay que cuidarla, dice tambi¨¦n.
R. Tengo la certeza estad¨ªstica de que debe haber alg¨²n otro planeta como la Tierra, incluso exactamente igual, con agua l¨ªquida, con una atm¨®sfera de ox¨ªgeno, quiz¨¢s con personas, aunque eso es un poco m¨¢s dif¨ªcil, porque depende de los caminos evolutivos. Con microorganismos, seguro; con alg¨²n tipo de planta, quiz¨¢s alg¨²n crust¨¢ceo. Imagin¨¦monos un planeta deshabitado y perfecto para que nosotros fu¨¦semos, ?cu¨¢l es el problema? Que no podemos, porque nos llevar¨ªa m¨¢s de 10.000 vidas. La estrella m¨¢s cercana est¨¢ a cuatro a?os luz.
P. Si fuera posible, ?qu¨¦ planeta elegir¨ªa?
R. Yo no me ir¨ªa a ning¨²n lado. A m¨ª no me suben a una nave, tengo pesadillas con eso.
P. ?Est¨¢ el cerebro humano preparado biol¨®gicamente para entender determinadas cosas o nunca estar¨¢ suficientemente perfeccionado?
R. Mi respuesta honesta es que en este momento lo estamos haciendo bastante bien. No tenemos una teor¨ªa unificada de todo, quiz¨¢s no exista o nos est¨¦ faltando visi¨®n para verla, pero hacemos lo mejor que podemos. Creo que todos los ajustes que se hagan son precisiones peque?as, pero no cambian el mensaje general. Es como la masa de las galletas, le puedes meter chispitas de chocolate, sabor de lim¨®n, pero la base es la base.
P. ?Ha bebido alguna vez una cerveza, se ha fumado un porro?
R. Yo no tomo alcohol, en general. Tiene que ver con el periodo en que mi mam¨¢ trabaj¨® en el Centro de Estudios de las Drogas y el Alcohol. No me gusta el gas en las bebidas. Ni cerveza, ni caf¨¦, soy de chocolate. El az¨²car es lo m¨ªo, ya s¨¦, es terrible, ese polvito blanco que no es coca¨ªna, pero es az¨²car, ay, qu¨¦ mal me hace, pero s¨ª. Yo soy aburrid¨ªsima. Bueno, he aprendido a divertirme a mi manera y la gente me quiere como soy: en mis cumplea?os hab¨ªa fruta, no papas fritas.
P. Dice que no son las grandes mujeres las que deben servir de inspiraci¨®n, sino las del d¨ªa a d¨ªa.
R. Quiz¨¢ estamos equivocando el tiro con poner a esas grandes mujeres, como Marie Curie, como referentes. El camino para ser tan conocida es largo y de repente tenemos una ¨ªdola que ha fallecido o que ya no podemos trabajar con ella porque est¨¢ retirada, por ejemplo. Hay muchas mujeres en los distintos estratos con las que es posible trabajar e inspirarse. Hay que balancear. Si el ¨²nico fin es llegar a ser Nobel, entonces todo lo que conlleva llegar hasta ese punto va a disuadir de hacer carreras cient¨ªficas.
P. Magda Carre?o, escritora espa?ola exiliada en M¨¦xico, dec¨ªa que detr¨¢s de una gran mujer siempre hay un hombre que ha tratado de impedirlo.
R. El entorno ha sido muy masculino para m¨ª, en la universidad nunca tuve una profesora, eran todos hombres, eso te hace sentir que no perteneces. Y en las relaciones con mis anteriores parejas yo ten¨ªa la impresi¨®n de que se sent¨ªan amenazados por m¨ª. Es parte de un sistema machista. Hay un dolor en el ego masculino cuando est¨¢n con una mujer que aparece en portadas, que tiene seguidores.
P. Dice que no se enamor¨® de las estrellas, que no tiene esa ¨¦pica.
R. La ¨¦pica es muy diferente entre hombres y mujeres, yo creo que tiene que ver con el exitismo masculino. A los compa?eros hombres nunca los o¨ªa decir que no sab¨ªan, nunca se les ve¨ªa angustiados, nunca los vi dudando. En cambio, yo ten¨ªa inseguridad y sent¨ªa que no pod¨ªa decirlo, porque para ellos todo era ¨¦xito. Estamos en un entorno donde las voces m¨¢s altas son siempre masculinas.
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