Enrique Rojas, psic¨®logo: ¡°Las dos especialidades m¨¦dicas que m¨¢s han crecido en Occidente son la cirug¨ªa est¨¦tica y la psiquiatr¨ªa¡±

Ha sido el presidente del grupo editorial Planeta para M¨¦xico y Am¨¦rica Latina, Jos¨¦ Calafell, quien ha presentado este jueves al psiquiatra espa?ol Enrique Rojas (Granada, 76 a?os) y se ha referido a ¨¦l como un autor superventas. ¡°Cada uno de sus libros es un aut¨¦ntico best seller. En Espa?a, en Am¨¦rica Latina y tambi¨¦n en Estados Unidos, pero de forma muy relevante en M¨¦xico¡±. En la m¨¢s reciente Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Rojas pas¨® unas seis horas firmando libros. La tarde de este jueves, ha recordado aquella ocasi¨®n en la Feria de Madrid, cuando estuvo por primera vez con uno de sus primeros t¨ªtulos, y al t¨¦rmino de la jornada, al ver que nadie se hab¨ªa acercado a pedirle una firma, uno de los vigilantes del parque se acerc¨®, le compr¨® un ejemplar y le pidi¨® que se lo dedicara.

Despu¨¦s de una presentaci¨®n en la que Calafell ha hecho un recorrido por los m¨¢s de 30 a?os y de libros de Rojas publicados con Planeta, el autor toma el micr¨®fono y agrega: ¡°De mi curr¨ªculum se te ha olvidado algo muy importante. Y es que soy el padre de Marian Rojas Estap¨¦ y el marido Isabel Estap¨¦¡±, dice. Se refiere a una de sus cuatro hijas, la m¨¢s popular, la m¨¢s superventas actualmente, la psiquiatra que con t¨ªtulos como Encuentra tu persona vitamina (Espasa), C¨®mo hacer que te pasen cosas buenas y con su p¨®dcast sobre salud mental, se ha convertido en una de las personalidades m¨¢s influyentes y famosas en la materia.

En su intervenci¨®n, Rojas ha demostrado las d¨¦cadas de estudio y su afici¨®n por la literatura y el conocimiento, citando a Winston Churchill, El Quijote y hasta varios vers¨ªculos de la Biblia. Ha llegado hace solo unas horas desde Madrid para pasar otras cuantas en Ciudad de M¨¦xico y luego tomar un vuelo a Roma, Italia, en donde impartir¨¢ este viernes otra conferencia, justo en su cumplea?os n¨²mero 77. No se le ve cansado y se ha dado el tiempo para firmar ¡ªantes y despu¨¦s de su conferencia¡ª las monta?as de libros que el p¨²blico se ha arrojado a comprar.

Rojas cuenta que a su conferencia la ha titulado No te rindas, el nombre de uno de sus libros que le ha ¡°robado¡± al ex primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, que us¨® el Don¡¯t give up en su campa?a cuando gan¨® con los laboristas las elecciones de 1997. Habla del amor, de la felicidad y del proyecto de vida. ¡°Veo la palabra amor y la veo falsificada. A cualquier cosa ya se le llama amor¡±, dice. Tambi¨¦n insiste en la importancia de olvidar el pasado y el dolor para poder seguir avanzando y no amargarse en el camino. Y asegura que la salud mental actualmente es una de las cosas m¨¢s urgentes para los seres humanos, enfrentados a una hiperconectividad que distorsiona la realidad: ¡°Las dos especialidades m¨¦dicas que m¨¢s han crecido en los ¨²ltimos a?os en Occidente son la cirug¨ªa est¨¦tica y la psiquiatr¨ªa¡±, dice.

Rojas da lecciones de c¨®mo tener una vida mejor; dice que la felicidad depende completamente de la perspectiva de las personas, habla tambi¨¦n de los m¨¢s de 200 casos de suicidio que ha tenido la oportunidad de investigar en alguna etapa de su vida, y en la importancia de que los seres humanos encuentren tiempo y sentido en los detalles de la vida, ¡°que son los que importan¡±. Dice que tiene mucha confianza y aprecio por M¨¦xico, que tiene una gran historia, una gran cultura y una gran diversidad y que solo hace falta que su pueblo ¡°sea consciente de esa riqueza¡±, para poder tener un mejor pa¨ªs.

Al final de la charla, los asientos se van vaciando poco a poco. Las ¨²ltimas preguntas de los presentes insisten en el poder de la fe para sanar a un pa¨ªs que encuentran casi perdido. Una de las personas le pregunta, por qu¨¦ hay tantos casos de gente que se quiere quitar la vida, ¡°si todos amamos vivir¡±. Rojas responde a todo, y a?ade varias experiencias en Nueva York, Roma o su natal Espa?a, cita a m¨²sicos cl¨¢sicos, a escritores y poetas. El p¨²blico se funde en un aplauso preciso y a la salida vuelve a hacer una fila larga para comprarse todos los libros del autor.