Firmar por firmar
Respaldar cartas con premisas vagas o hasta erradas se ha vuelto el ¡®modus operandi¡¯ de la intelectualidad mexicana al hacer pol¨ªtica
El Gobierno mexicano est¨¢ haciendo muchas cosas mal en el manejo de la pandemia. Este ser¨ªa un momento cr¨ªtico para que las voces de m¨¢s influencia p¨²blica se unieran en demandar un cambio de tim¨®n en la falta de apoyos econ¨®micos a los trabajadores afectados por la pandemia y en el limitado dise?o de los cr¨¦ditos a peque?os negocios, y en se?alar la falta de un plan de vacunaci¨®n suficientemente detallado.
No ha sido as¨ª. Por el contrario, un grupo de los intelectuales m¨¢s importantes de M¨¦xico han decidido hacer pol¨ªtica. Para ello, se unen escribiendo cartas que critican al Gobierno con argumentos vagos o llanamente errados. En una carta publicada en redes, 435 ciudadanos solicitaron al Ejecutivo, entre otros puntos, que se destine m¨¢s dinero ¡°a la compra de suficientes vacunas que hayan pasado todas las exigencias de la fase 3¡±.
Al parecer quienes firmaron la carta, entre ellos escritores, acad¨¦micos y ciudadanos de alto prestigio, no est¨¢n enterados de que eso ya se hizo. De acuerdo con la prestigiosa revista cient¨ªfica Nature, desde noviembre del a?o pasado M¨¦xico era uno de los pocos pa¨ªses del mundo que hab¨ªa ordenado la compra de vacunas para inmunizar a una buena proporci¨®n de sus habitantes. De hecho, Oxfam incluy¨® a M¨¦xico entre el listado de pa¨ªses acusados por preordenar vacunas de manera desbordada, impidiendo la distribuci¨®n justa en el resto del mundo. Como report¨® NPR, para fines del a?o pasado M¨¦xico ya hab¨ªa confirmado la compra de m¨¢s dosis que el total de su poblaci¨®n.
Es decir, los intelectuales no solo mostraron desconocimiento de la realidad dom¨¦stica e internacional de la vacunaci¨®n, sino un aparente sesgo ideol¨®gico que los consume y nulifica. Emulando los peores errores del Gobierno federal han optado por hacer propaganda.
La carta de los intelectuales incurre en otras falacias. Se dice que no se informa diariamente sobre el avance de vacunaci¨®n cuando s¨ª se hace. De hecho, hay una conferencia de prensa diaria del tema. Tambi¨¦n piden cosas como priorizar en el programa de vacunaci¨®n a grupos vulnerables. Esto es algo que el programa de vacunaci¨®n ya incluye. Finalmente, tambi¨¦n se piden cosas deseables, pero no urgentes, como invertir m¨¢s en ciencia. La urgencia actual es invertir en m¨¦dicos.
Al ser cuestionados, los intelectuales responden de mala gana y esquivos. Dicen (a) que no conf¨ªan que el Gobierno haya comprado las dosis que se reportan, o (b) que ha habido fallas en la estrategia de aplicaci¨®n de la vacuna.
La primera respuesta, de ser v¨¢lida, invalida su carta pues muestra que lo que realmente quer¨ªan no era m¨¢s dinero, sino que el Gobierno los convenza de algo que no creen. Ambos puntos no son lo mismo y por tanto tienen soluciones distintas. La segunda respuesta es un problema de implementaci¨®n dom¨¦stica y de distribuci¨®n global que no se resuelve comprando m¨¢s vacunas. Es decir, los intelectuales se quedan sin respuesta.
Los descalabros de la intelectualidad mexicana se explican por dos razones muy arraigadas en la cultura del privilegio. La primera es que personas de alto prestigio ya no tratan su vida p¨²blica con el mismo rigor con el que tratan su investigaci¨®n acad¨¦mica. Por ejemplo, la doctora Xim¨¦nez-Fyvie, famosa cr¨ªtica del manejo de la pandemia, recientemente sugiri¨® que el Gobierno mexicano estaba reduciendo el n¨²mero de casos de covid-19 artificialmente, mediante la reducci¨®n en el n¨²mero de pruebas. Como evidencia present¨® una gr¨¢fica mostrando que M¨¦xico registraba menos pruebas en d¨ªas recientes.
Su aseveraci¨®n era falsa. Esa gr¨¢fica siempre muestra menos pruebas en los d¨ªas m¨¢s recientes debido a la forma en la que se compilan los datos. A pesar de ello y de que le fue indicado el error, la doctora no se retract¨®. No sigui¨® una premisa fundamental de la ciencia.
Los infortunios de la intelectualidad tambi¨¦n se explican por una larga tradici¨®n pol¨ªtica mexicana: el corporativismo. Este se caracteriza por formar grupos de personas que comparten un fin loable, en este caso mejorar el manejo de la pandemia, y justificar, con base en esa asociaci¨®n, el apoyo a mecanismos cuestionables como decir verdades a medias, proteger al grupo a ultranza o silenciar la cr¨ªtica.
Estos grupos son grandes y en ocasiones varios de sus integrantes solo tienen relaciones tenues o de segundo grado entre s¨ª. Se conocen de luchas previas, trabajan en la misma revista o universidad, o incluso son colegas del colegio. Las cartas se firman sin mucha atenci¨®n al detalle. Se firman porque se est¨¢ de acuerdo con la premisa fundamental o porque se conf¨ªa en quienes lo hicieron anteriormente. No hay deliberaciones, matices o gradientes. La carta se respalda o no.
El proceso para firmar estas cartas es bien conocido al interior de los grupos de influencers e intelectuales. Alguien se propone para redactar la carta, ya sea por voluntad propia o luego de una peque?a reuni¨®n. Una vez redactada se busca que dos o tres personas de renombre firmen primero. Estas personas, debido a sus m¨²ltiples ocupaciones, rara vez se toman la molestia de investigar el tema con profundidad. Por el contrario, firman la carta porque est¨¢n de acuerdo en lo general con la premisa y en lo particular con salir en la foto.
La carta se env¨ªa masivamente, ya sea por grupos de correo o Whatsapp. A veces se pone un l¨ªmite: se invita a firmar la carta a las siete de la noche con indicaciones de que la respuesta debe quedar lista a las 10 de la noche de ese mismo d¨ªa. Otras veces no se dice ni qui¨¦n va a firmar. En la mayor¨ªa de las veces, porque son contactados con alguien de su c¨ªrculo cercano, las personas conf¨ªan.
Cuando alguien de pocos recursos hace esto se le llama ¡°acarreo¡±. Cuando alguien de m¨¢s educaci¨®n o status lo hace se le llama simplemente ¡°alianza¡±. Ojal¨¢ los intelectuales mexicanos recapaciten en su modo de actuar. M¨¦xico enfrenta una tragedia y necesita lo mejor de su gente.
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