?M¨¦xico abre el camino a un nuevo modelo de desarrollo para el mundo?
El Gobierno mexicano, encabezado por su primer presidente progresista Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador est¨¢ transformando la agricultura y los mercados en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n a trav¨¦s de su programa Sembrando Vida y el proyecto del Tren Maya
La inc¨®moda verdad a la que se enfrentan los l¨ªderes y expertos en estos tiempos excepcionales es que las teor¨ªas y los enfoques que nos han ense?ado en la escuela y en las universidades se han vuelto inadecuados para abordar los desaf¨ªos de nuestra ¨¦poca. Las formas establecidas de hacer las cosas, desde los procesos de fabricaci¨®n y la agricultura hasta la construcci¨®n y planificaci¨®n de nuestros pueblos y ciudades, han dado lugar a un mundo que no es apto para las generaciones futuras. La confianza en nuestros gobiernos e instituciones financieras est¨¢ en su punto m¨¢s bajo y nos encontramos divididos geopol¨ªtica, racial y socialmente. Nuestro medio ambiente est¨¢ ahog¨¢ndose con el pl¨¢stico y la contaminaci¨®n, mientras asistimos a la degradaci¨®n de nuestros bosques, oc¨¦anos, r¨ªos y suelos.
La globalizaci¨®n no ha cumplido sus promesas de paz y prosperidad para todos. Aunque mil millones de personas han salido de la pobreza absoluta (pasaron de vivir con menos de un d¨®lar por d¨ªa a poco m¨¢s de un d¨®lar diario), la pobreza contin¨²a afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, tanto en pa¨ªses de ingresos altos como bajos, y la desigualdad y la injusticia social han alcanzado m¨¢ximos hist¨®ricos. Ahora mismo, la inflaci¨®n est¨¢ profundizando a¨²n m¨¢s la desigualdad: mientras los precios de los bienes aumentan, un trabajador promedio debe elegir entre tener calefacci¨®n o comprar alimentos.
Podr¨ªa decirse que, desde la Segunda Guerra Mundial, hemos hecho mal tres cosas que nos llevaron al lugar donde nos encontramos hoy: primero, hemos permitido que nuestros pol¨ªticos pusieran a las corporaciones y las finanzas en el centro de su atenci¨®n porque su ¨¦xito, nos dijeron, significaba el ¨¦xito de la sociedad en general. En segundo lugar, creamos una econom¨ªa lineal en la que todo el material que producimos se tira o se incinera. En tercer lugar, explotamos el medio ambiente con pr¨¢cticas agr¨ªcolas modernas que benefician a los inversores a gran escala a expensas de la salud del suelo, la biodiversidad y los agricultores comunes. Las pr¨¢cticas mineras extractivas han contaminado pueblos y r¨ªos y han destruido bosques y ecosistemas.
Al centrarse en el ¨¦xito de las finanzas y las corporaciones por encima de todo, nuestros pol¨ªticos han creado un campo de juego extremadamente desigual. Los ciudadanos comunes, los agricultores y los inversionistas se encuentran compitiendo con los administradores de fondos en Hong Kong, Londres y Nueva York, y con los enormes bolsillos de las grandes multinacionales en todos los mercados lucrativos: alimentos y bebidas, ropa y calzado, textiles y otros bienes de consumo r¨¢pido, dejando migajas a los due?os de negocios comunes mientras los graduados de maestr¨ªas en administraci¨®n de negocios se afanan por hacer crecer el pr¨®ximo unicornio. Tomemos por ejemplo los tomates: un gran inversionista que haga doble clic rumbo al negocio de los tomates buscar¨¢ comprar el terreno m¨¢s grande posible y maximizar su rendimiento con productos qu¨ªmicos dise?ados para matar todo lo que crece en la tierra ¡ªexcepto los tomates¡ª para vender tomates envueltos en pl¨¢stico a supermercados de todo el mundo. Esto hace que el negocio del tomate sea inviable para la mayor¨ªa de los agricultores, excepto para los pocos que apuntan a un nicho peque?o pero creciente de productos org¨¢nicos y ecol¨®gicos.
Se puede contar una historia similar de arrebato de mercados lucrativos a la gente com¨²n (micro, peque?as y medianas empresas independientes) para todos los productos que consumimos. Lo m¨¢s probable es que un administrador de fondos que busca ingresar al mercado de la ropa y el calzado (as¨ª como los inversionistas ordinarios) fabrique en pa¨ªses con mano de obra barata y protecci¨®n ambiental laxa, lo que deja peque?os nichos de mercado artesanal para peque?os productores independientes, como el pu?ado de fabricantes que quedan en las Tierras Altas de Escocia y en Nepal.
Esto crea oportunidades para los emprendedores globales, pero estas supuestas historias de ¨¦xito son escasas y distantes entre s¨ª en comparaci¨®n con los miles de millones de personas que no pueden producir o cultivar nada de manera rentable en sus regiones y para sus regiones.
Estamos en medio de un gran reinicio para transformar nuestras ciudades y todos los sectores de nuestra econom¨ªa en plantas de producci¨®n y cadenas de valor con bajas emisiones de carbono, cero residuos y respetuosas con el medio ambiente, con un enfoque en NetZero (cero emisi¨®n de gases de efecto invernadero). Sin embargo, el peligro es que la respuesta est¨¦ orientada por la misma agenda pol¨ªtica que cre¨® el problema en primer lugar: el desarrollo impulsado por las exportaciones que permite que las grandes corporaciones multinacionales dominen todos los mercados, dejando pocas oportunidades comerciales para miles de millones de personas en todo el mundo y empujando a¨²n m¨¢s a los agricultores a la deuda, la pobreza y la bancarrota. Y, eventualmente, a abandonar sus tierras y mudarse a ciudades que carecen de oportunidades y/o de servicios p¨²blicos.
En cambio, necesitamos repensar nuestro modelo de desarrollo. Afortunadamente, una soluci¨®n emergente est¨¢ ligada a la esencia del desarrollo regional, que parece ser popular hoy en d¨ªa: desarrollar econom¨ªas regionales inclusivas, ecol¨®gicas y circulares. El comercio internacional y la interconexi¨®n mundial pueden surgir de un enfoque regional y no al rev¨¦s. Tomemos como ejemplo el sector de alimentos y bebidas.
Los peque?os empresarios est¨¢n desarrollando aplicaciones y plataformas que conectan a los agricultores independientes comunes con los mercados urbanos. Afortunadamente (para el planeta), los mercados m¨¢s rentables para los peque?os agricultores son los org¨¢nicos y los regionales. Esto se debe a que en estos peque?os pero crecientes nichos de mercado los consumidores eligen productos regionales org¨¢nicos, sin pl¨¢stico, en lugar de productos agr¨ªcolas globalizados. Los precios siguen siendo altos, lo que hace que estos mercados sean atractivos para los agricultores, pero los precios y los costos se reducir¨¢n a medida que se expanda el mercado. Sin embargo, esto no puede suceder sin dos elementos: la demanda de los consumidores y el apoyo del gobierno.
Los gobiernos han apoyado la agricultura de monocultivos a gran escala desde mediados del siglo XX. Hoy deben cambiar su atenci¨®n a la agricultura regenerativa y el renacimiento de los agricultores org¨¢nicos y ecol¨®gicos a peque?a escala. Las tecnolog¨ªas para esta transici¨®n son accesibles en las econom¨ªas colaborativas y conducen a mayores rendimientos si se gestionan bien. La transici¨®n, sin embargo, es arriesgada y requiere tiempo. Aqu¨ª es exactamente donde la pol¨ªtica industrial puede ayudar a los agricultores a aprender qu¨¦ funciona en qu¨¦ lugar y a acceder a nichos de mercado org¨¢nicos regionales en crecimiento.
Mientras los gobiernos de la mayor¨ªa de los pa¨ªses est¨¢n enfocando su atenci¨®n en la energ¨ªa y la movilidad ecol¨®gicas orientadas hacia la emisi¨®n cero de carbono, M¨¦xico est¨¢ adoptando un enfoque diferente.
El Gobierno mexicano, encabezado por su primer presidente progresista, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, est¨¢ transformando la agricultura y los mercados en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n a trav¨¦s de su programa Sembrando Vida y el proyecto del Tren Maya, el ic¨®nico tren que conecta 19 paradas alrededor de la pen¨ªnsula con el transporte de pasajeros (turistas y precios locales subvencionados) y de mercanc¨ªas.
Sembrando Vida invita a los peque?os agricultores (con unas dos hect¨¢reas y media de tierra, aproximadamente) a unirse al programa y ofrece a cada agricultor el equivalente a unos 250 d¨®lares mensuales de ingreso b¨¢sico, desarrollo de capacidades y apoyo t¨¦cnico para la transici¨®n a la agricultura regenerativa, org¨¢nica y ecol¨®gica. Este plan incluye uno de los programas de reforestaci¨®n m¨¢s grandes y ambiciosos del mundo, que se propone sembrar alrededor de 500 millones de ¨¢rboles y se enfoca en los agricultores que plantan ¨¢rboles frutales a corto y mediano plazo, y cedro y caoba de alto valor para la rentabilidad a largo plazo.
Sembrando Vida ofrece a los agricultores independientes y a los fabricantes de alimentos y bebidas una marca compartida que pueden aprovechar para hacer crecer los mercados regionales, ecol¨®gicos y org¨¢nicos en la pen¨ªnsula. El Tren Maya facilitar¨¢ la distribuci¨®n de esta producci¨®n agr¨ªcola en la regi¨®n, al tiempo que permitir¨¢ que los trabajadores migrantes de los principales centros tur¨ªsticos visiten con mayor frecuencia a sus familiares en otros lugares de la pen¨ªnsula (un territorio del tama?o del Reino Unido). Con suerte, los turistas elegir¨¢n comprar productos org¨¢nicos locales en lugar de alimentos y bebidas importados como lo hacen en Canc¨²n.
La perspectiva del presidente para un gran reinicio, lo que ¨¦l llama la Cuarta Transformaci¨®n, es extremadamente popular entre los votantes. El 10 de abril, m¨¢s del 90% de los votantes que participaron de una consulta popular confirmaron su aprobaci¨®n para que L¨®pez Obrador complete su mandato presidencial (que finaliza en 2024), y recientemente cuatro de los seis Estados votaron por el partido de L¨®pez Obrador en las elecciones regionales, lo que ciment¨® a¨²n m¨¢s su popularidad.
Pregunte a las personas que votaron por L¨®pez Obrador por qu¨¦ quieren que permanezca en el poder y los mexicanos de a pie enumerar¨¢n una serie de pol¨ªticas, todas dirigidas a aumentar la autosuficiencia nacional y apoyar a los ciudadanos comunes: su puesta en marcha del nuevo aeropuerto de la Ciudad de M¨¦xico y el despliegue del ej¨¦rcito para que se construya a tiempo y dentro del presupuesto, el plan de pensi¨®n universal, el aumento del salario m¨ªnimo, la construcci¨®n de la Refiner¨ªa Dos Bocas para reducir la dependencia de las importaciones de petr¨®leo mexicano refinado y, por supuesto, Sembrando Vida y el ic¨®nico Tren Maya en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n; todo esto sin recurrir al FMI o al Banco Mundial en busca de pr¨¦stamos.
Hay opiniones contrastantes sobre el desarrollo del Tren Maya, incluyendo preocupaciones muy leg¨ªtimas de los pueblos ind¨ªgenas. Sin embargo, el gobierno insiste en que el proyecto traer¨¢ un tipo de desarrollo diferente a la regi¨®n, uno que sea inclusivo, socialmente justo y ambientalmente sostenible, respetuoso de la cultura y el patrimonio maya, preservando y regenerando el vasto y hermoso entorno natural. De todos modos, algunos sectores de la sociedad civil son cr¨ªticos con el Tren Maya y algunos l¨ªderes de la comunidad maya est¨¢n profundamente preocupados de que el tren perpet¨²e la forma habitual de hacer negocios (esparciendo el modelo de desarrollo de Canc¨²n al resto de la pen¨ªnsula).
Sin embargo, la gran mayor¨ªa de los ciudadanos comunes, incluidos los ind¨ªgenas mayas, dicen que apoyan el proyecto porque permitir¨¢ que los trabajadores migrantes visiten con mayor frecuencia a sus familiares en otros lugares de la Pen¨ªnsula, aumentar¨¢ la demanda de sus peque?as empresas (gracias a un aumento proyectado en el turismo ) y facilitar¨¢ el transporte de su producci¨®n y sus productos alrededor de la pen¨ªnsula.
Entre los cr¨ªticos que m¨¢s han alzado la voz se encuentra una campa?a liderada por grupos ambientalistas y artistas bajo el lema #selvamedeltren, que afirma que el tren amenaza con destruir todo el sistema de cenotes y cuevas al atravesar el cauce de los r¨ªos subterr¨¢neos que fluyen hacia la costa en el tramo entre Canc¨²n y Tulum. A¨²n as¨ª, esta perspectiva apocal¨ªptica no es ampliamente compartida por los cient¨ªficos ambientales y ha sido cuestionada por miembros de ejidos (tierras comunitarias) que se benefician de que los turistas visiten los cenotes en el territorio por donde pasar¨¢ el tren.
Al momento de redactar este art¨ªculo, un Estudio de Impacto Ambiental para este controvertido tramo del tren ¡ªel Tramo 5 Sur¡ª, fue publicado por el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), que dirige el proyecto del Tren Maya, y ha estado bajo consulta p¨²blica entre el 23 de mayo y 17 de junio. El 8 de junio se llev¨® a cabo una reuni¨®n p¨²blica sobre el Estudio de Impacto Ambiental donde se escucharon diversas voces.
Una preocupaci¨®n m¨¢s leg¨ªtima es que el modelo de inversi¨®n y desarrollo de Canc¨²n y la expansi¨®n urbana mal administrada asociada se extiendan por la pen¨ªnsula, permitiendo que los grandes intereses corporativos y financieros multinacionales extraigan una parte desproporcionada del valor generado por el turismo mientras causan contaminaci¨®n, degradaci¨®n ambiental y segregaci¨®n social como lo ha hecho en Canc¨²n. Tulum es un ejemplo de ello.
Desde 2008, la especulaci¨®n inmobiliaria ha puesto en peligro las ¨¢reas naturales y protegidas. A pesar de los programas de desarrollo urbano a gran escala, una gran parte de los desarrollos tur¨ªsticos no se ajustan a las leyes de planificaci¨®n municipal y muy pocos cuentan con planes de evaluaci¨®n ambiental. M¨¢s preocupante a¨²n es que el voraz desarrollo hotelero en la regi¨®n trae enormes problemas de escasez de agua para los residentes de Tulum mientras sobrecarga la infraestructura urbana, que no puede hacer frente a la cantidad de desechos s¨®lidos y aguas residuales sin tratar que se producen y contaminan el medio ambiente.
Estos problemas solo empeorar¨¢n si el Tren Maya atrae a m¨¢s turistas a Tulum sin una planificaci¨®n cuidadosa y una inversi¨®n socialmente responsable. El riesgo es que estos problemas afecten a muchos m¨¢s pueblos y aldeas de la pen¨ªnsula despu¨¦s de que se construya el tren. Municipios como Tulum deben aprovechar la oportunidad del tren para capitalizar el inminente crecimiento de sus econom¨ªas locales de una manera que resuelva sus desaf¨ªos (como el acceso al agua y los servicios b¨¢sicos) y est¨¦ a la altura de su potencial como lugares hermosos para vivir, trabajar y visitar.
El presidente y su gobierno prometen que el Tren Maya desatar¨¢ una nueva era de desarrollo inclusivo y sustentable en la Pen¨ªnsula. Pero si este gobierno quiere cumplir esa promesa, debe permitir que los gobiernos municipales y las partes locales interesadas desarrollen sus propios planes para enfrentar los desaf¨ªos de la expansi¨®n urbana de acuerdo con sus propios valores y aspiraciones, en consonancia con una visi¨®n nacional compartida de inclusi¨®n y desarrollo sostenible.
La buena noticia para los residentes y sus gobiernos municipales es que por primera vez en sus vidas tienen un gobierno progresista que pretende transformar y remodelar radicalmente el futuro de M¨¦xico a trav¨¦s de lo que el presidente llama Cuarta Transformaci¨®n.
A medida que el mundo se enfoca en el cambio clim¨¢tico y el camino hacia la emisi¨®n cero de carbono, prestando menos atenci¨®n al desarrollo de sistemas alimentarios m¨¢s resilientes y regenerativos, M¨¦xico parece haber desarrollado su propio enfoque innovador, centrado principalmente en la seguridad alimentaria y la agricultura regenerativa a trav¨¦s de su programa Sembrando Vida. El programa es ambicioso y tiene un presupuesto equivalente 1.200 millones de d¨®lares por a?o, nuevamente sin la necesidad de pedir limosnas al FMI o al Banco Mundial.
Sembrando Vida es probablemente lo que todo el mundo necesita: apoyo para que los agricultores comunes hagan la transici¨®n a la agricultura regenerativa y la sustituci¨®n de importaciones de alimentos y bebidas con productos org¨¢nicos generados localmente para crear seguridad alimentaria en un mercado global cada vez m¨¢s fr¨¢gil que beneficia a unos pocos y obliga a los agricultores a abandonar sus tierras.
El enfoque innovador de M¨¦xico es contagioso. M¨¦xico se ha comprometido a apoyar y financiar parcialmente la expansi¨®n de este programa a pa¨ªses vecinos como Guatemala. Es un momento emocionante para Am¨¦rica Latina, con M¨¦xico y su presidencia jugando un rol de liderazgo.
Sin duda, este modelo de desarrollo alternativo est¨¢ plagado de desaf¨ªos. Existe un gran riesgo de que los gobiernos locales adopten o persigan un enfoque de negocios a corto plazo para el capital internacional, permitiendo inversiones en proyectos de extracci¨®n a gran escala como los megahoteles en Canc¨²n y el sitio de Vulcan Materials Company (conocido como Calica) cerca de Tulum, que contin¨²a devastando el bosque para producir material de construcci¨®n de carreteras en Texas.
El Gobierno federal mexicano y sus agencias Fonatur, Semarnat, Sedatu, Sedena (ingenieros del Ej¨¦rcito) y la Secretar¨ªa de Bienestar est¨¢n decididos a hacerlo realidad. Tal vez sea hora de que la oposici¨®n de larga data al Estado mexicano se comprometa en lugar de atacar la Cuarta Transformaci¨®n.
M¨¢s gente en organizaciones de todo el mundo est¨¢ aprendiendo a alinear los modelos y pr¨¢cticas comerciales con las necesidades de las personas y el medio ambiente. Lo que se necesita es un entorno regulatorio propicio y pol¨ªticas gubernamentales para hacer la transici¨®n a un tipo claramente diferente de econom¨ªa que pone a las personas y al medio ambiente en primer lugar. La intenci¨®n del gobierno mexicano y sus numerosas agencias es precisamente eso.
Ha surgido una nueva era de gobernabilidad en M¨¦xico. El camino por recorrer est¨¢ lleno de desaf¨ªos y requiere que todos los sectores de la sociedad mexicana se involucren con un gobierno bien intencionado y un presidente muy popular. Este es un sitio de inter¨¦s para personas de todo el mundo que est¨¢n profundamente preocupadas por el futuro de nuestro planeta; qu¨¦ notable que la transici¨®n hacia un desarrollo regional inclusivo y ecol¨®gico no est¨¦ siendo liderada por los pa¨ªses desarrollados de occidente sino por un pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo que hasta hace poco tiempo era considerado una causa perdida. ?Todos los ojos puestos en M¨¦xico, que lidera el camino hacia el gran reinicio!
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