FIL: de pol¨ªticos y barreras
Hay una escena desconocida justo del d¨ªa en que Pe?a Nieto no pudo recordar los tres libros que le hab¨ªan marcado la vida
Es una escena poco sabida. El d¨ªa de 2011 que Pe?a Nieto no record¨® tres libros en la FIL Guadalajara, las cosas hab¨ªan iniciado con un traspi¨¦ a cargo del equipo del priista, una estampa de qui¨¦n era ¨¦l y un s¨ªmbolo, junto con el famoso olvido, de por qu¨¦ esta feria disgusta a los pol¨ªticos.
El mexiquense viaj¨® a la capital tapat¨ªa a presentar, qui¨¦n lo hubiera dicho, un libro. De su autor¨ªa, claro est¨¢. La sesi¨®n devino en un animado y ca¨®tico mitin. La familia tricolor que ya olfateaba el retorno al poder tras dos sexenios expulsados de Palacio Nacional, se apretujaban para tocar a su salvador.
Adem¨¢s de fotograf¨ªas donde priistas mujeres y hombres por igual fajoteaban a Pe?a Nieto, nada noticioso habr¨ªa en la presentaci¨®n del libro cuyo nombre hoy nadie, y seguramente ¨¦l menos que nadie, recuerda. As¨ª que la nota habr¨ªa que buscarla en la rueda de prensa, a celebrarse en lugar contiguo.
El sal¨®n era de mediano tama?o, para unas 100 personas digamos. Los camar¨®grafos dispusieron sus tripi¨¦s en la parte trasera. Normal. Sillas para los reporteros en dos secciones. Normal. Un templete con un par de asientos y una mesa. Normal. Solo quedaba, normal tambi¨¦n, esperar al licenciado.
Esa normalidad fue de pronto interrumpida por unos trajeados que, aunque ya ni gobernador del Estado de M¨¦xico era, cualquiera podr¨ªa definir como guaruras ¡ªtipo estado mayor presidencial¡ª de Pe?a Nieto.
Estos tra¨ªan postes para montar una barrera entre el templete y el ¡°p¨²blico¡± que no era p¨²blico sino prensa. Cuando estaban a punto de convertir aquello en una especie de control migratorio, Miriam Vidriales, por aquellos a?os colaboradora de la UdeG, tron¨®: ¡°?Qu¨¦ creen que est¨¢n haciendo?¡±.
En el Estado de M¨¦xico de tiempos del PRI nadie le hablaba as¨ª a un guarura. Pero era la FIL, no Toluca, y Vidriales, cuya incansable labor entonces era gestionar para la prensa acceso a los eventos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, es tapat¨ªa. Bueno, nayarita, pero es lo mismo.
Esto es una feria del libro, quiten eso de inmediato, dijo, palabras m¨¢s palabras menos, Miriam a los guaruras, que desacostumbrados como estaban a que un civil les marcara el paso de pronto no supieron qu¨¦ hacer. Vidriales solo torci¨® la cabeza hacia adelante en ese latigueo que significa ¡°a ho ri ta¡±.
Se sabe que ese tipo de custodios hablan por las mu?ecas mucho antes de que se popularizaran los relojes inteligentes. De forma que, si la memoria no me falla, un poco petrificados ante el miedo de que el jefe de campa?a Luis Videgaray les aplicara arresto disciplinario, pidieron instrucciones v¨ªa mu?eca.
Vidriales no se movi¨® hasta que las columnas cromadas fueron retiradas y qued¨® una simple y llana sala de prensa, a la que m¨¢s tarde entrar¨ªa un Pe?a Nieto radiante. Minutos m¨¢s tarde al precandidato priista se le borr¨® toda la sonrisa al ahogarse en el olvido de los tres libros que marcaron su vida.
Lo que m¨¢s recuerdo de ese mediod¨ªa de diciembre de hace dos sexenios es que los camar¨®grafos, sagaces y listos como pocos entre los periodistas, re¨ªan ante la incapacidad de Pe?a Nieto no de mencionar libros importantes, qu¨¦ va, sino de simplemente decir lo que tocaba decir: ¡°Los olvid¨¦¡±, ¡°no tengo¡±, ¡°me dediqu¨¦ a la pol¨ªtica desde chiquito as¨ª que no leo¡±, ¡°la constituci¨®n pol¨ªtica de los Estados Unidos mexicanos la leo todas las noches antes de dormir¡±, ¡°mejor preg¨²ntenme otra cosa¡±, ¡°o no, mejor ya no me pregunten pues ya me voy a que me abracen los priistas, yo que ando aqu¨ª dizque de autor¡¡±.
La FIL es tantas cosas tan buenas que es de lamentar que lo de los t¨ªtulos de los libros importantes para los pol¨ªticos se haya choteado al nivel que hoy es pregunta obligada. Porque hasta ellos pueden, media training de por medio, memorizar tres o un libro que haya marcado su vida. Eso es f¨¢cil.
Lo que no es sencillo, lo que es realmente dif¨ªcil, es lidiar con periodistas y p¨²blico sin barreras, sin preguntas filtradas, sin paleros, sin vallas. Por eso, y no por otra cosa, es que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador desprecia la FIL: porque en los salones la gente es libre, y los reporteros, tambi¨¦n.
Porque ¨¦l se sabe libros de memoria, pero desconoce las respuestas a simples preguntas que tienen sus gobernados, que lo vieron desaparecer detr¨¢s de los muros del Z¨®calo, de la simulaci¨®n de la ma?anera y de la barrera tipo estado mayor en la que se parapeta. Como cualquier presidente. Como Pe?a.
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