M¨¦xico: desaparecidas, desaparecidos
Sexenio tras sexenio se publicitan el n¨²mero de seres humanos transformados en seres humanos desaparecidos. El denominador com¨²n de las cifras, sean de uno u otro partido, es la mentira
La Real Academia Espa?ola no usa cursivas para referirse a seres humanos desaparecidos. Explica: 1) Dicho de una persona: que se halla en paradero desconocido, sin que se sepa si vive. 2) Muerto. La RAE se equivoca. Desaparecido, desaparecida siempre deber¨¢n escribirse con cursivas, it¨¢licas o bastardillas. Hacerlo implica, para algunos, no aceptar la totalidad del significado de la palabra. Un ser humano no desaparece: no se trata de actos de prestidigitaci¨®n.
Los seres humanos desaparecen por fen¨®menos propios de la naturaleza, i.e., terremotos, huracanes o por acciones connaturales al ser humano, matar cong¨¦neres, descuartizarlos, arrojarlos al mar o quemarlos cuando al Gobierno le convenga -Ayotzinapa- o como parte de los quehaceres del Estado Narcotr¨¢fico, como sucede en M¨¦xico, si no el pa¨ªs m¨¢s representativo de esa infame situaci¨®n, s¨ª uno de los primeros lugares. Competencia involuntaria y nauseabunda la de nuestra naci¨®n.
Numerosos factores ilustran, Cantinflas dixit, lo sucedido y lo no sucedido, en el sexenio actual. Dos impostergables, entre incontables eventos. Primero, las ma?aneras, donde lo dicho y lo escondido, lo modificado y lo coloreado, lo convertido en fake news y la repetici¨®n ilimitada de la palabra neoliberalismo han pretendido dictar lecciones de moral propias del diccionario de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y del equipo que contrat¨®. Asimismo, durante la matin¨¦, la informaci¨®n, gracias a la prensa, las noticias sobre desaparecidos y desaparecidas han ocupado demasiadas horas durante las ma?aneras.
M¨¦xico en el mundo, M¨¦xico en la prensa, M¨¦xico en M¨¦xico. Sexenio tras sexenio se publicitan el n¨²mero de seres humanos transformados en seres humanos desaparecidos. El denominador com¨²n de las cifras, sean de uno u otro partido, es la mentira. Las patra?as de los datos ofrecidos por PRI/PAN/Morena son eso, patra?as. A los partidos anotados, sin mentar los vecinos del PRD, Movimiento Ciudadano y Partido Verde Ecologista, los une la infame competencia de la comparaci¨®n: ?en qu¨¦ sexenio hubo m¨¢s desaparecidos y desaparecidas? Lamentablemente, debo escribirlo: los datos actuales ¡°favorecen¡± a Morena.
En el sexenio de ¡°abrazos, no balazos¡±, el n¨²mero de desaparecidos y desaparecidas ha superado las cifras de los sexenios previos. Independientemente de los gobiernos, son ciudadanos los que desaparecen. La triste realidad aterra. En lo que va del sexenio actual, los informes sostiene que una persona desaparece cada hora; ?es veraz dicho dato?: No lo s¨¦. El problema es inmenso. La mayor de las lacras humanas es ser familiar de un desaparecido. Lo saben las madres y los familiares que buscan a los suyos. Enterrar es necesario. Sin el cuerpo el duelo no finaliza. Sin el cuerpo los deudos no tienen paz.
La descomposici¨®n pol¨ªtica ha devenido un Estado Narcotr¨¢fico, t¨¦rmino nuestro, tragedia mexicana. En lugar de aceptar la realidad, el censo gubernamental, sostiene Karla Quintana, excomisionada de la Comisi¨®n Nacional de B¨²squeda de Personas Desaparecidas, busca reducir el n¨²mero de desaparecidos. Quintana, quien estuvo al frente de la dependencia durante cuatro a?os y medio. dimiti¨® en agosto de 2023 por incompatibilidad con el Gobierno de L¨®pez Obrador; recortar el n¨²mero de desaparecidos en vez de reportar las cifras reales es indigno, a lo que agrego, en nuestro pa¨ªs el n¨²mero siempre ser¨¢ mayor al informado: en M¨¦xico, el gen azteca maquilla y maquila ad nauseam y a su conveniencia las cifras.
El drama de las madres buscadoras es terrible. Quienes conforman el Gobierno amloista deben sentirse apenados. Seguramente carecen de palabras para explicarles a sus familiares las sinrazones por las cuales han permitido ese fen¨®meno sin protestar. Como escrib¨ª en una ocasi¨®n, no todas las acciones de L¨®pez Obrador son dictados divinos. Deber¨ªa privar la dignidad. Deber¨ªan existir integrantes del gobierno cuyo insomnio por las madres buscadoras no les permita tolerar esa situaci¨®n ni mucho menos los asesinatos, inter alia, de Teresa Magueyal y de Rosario Rodr¨ªguez Barraza quienes buscaban a sus familiares. Tampoco es comprensible el hostigamiento continuo al que son sometidos los grupos de madres buscadoras, sea por el gobierno o por el narco.
M¨¦xico como M¨¦xico. M¨¦xico cuna de lenguaje: desaparecido; madres buscadoras; madres buscadoras que negocian con el narco para encontrar a sus desaparecidos y que evaden por desconfianza a quienes dirigen su casa, su pa¨ªs, su historia, su Tierra.
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