?Un nuevo golpe ¡°blando¡± a los Acuerdos de San Andr¨¦s? Kojxp

El pasado 9 de agosto, D¨ªa Internacional de los Pueblos Ind¨ªgenas, la Comisi¨®n de Puntos Constitucionales del Congreso aprob¨® por unanimidad el dictamen para reformar una vez m¨¢s el art¨ªculo 2? de la Constituci¨®n en materia de pueblos originarios. El prop¨®sito es que en la pr¨®xima sesi¨®n legislativa se materialice ya esta reforma. Sin embargo, la idea inicial de la propuesta hab¨ªa sido reformar 15 art¨ªculos de la Constituci¨®n en materia ind¨ªgena pero, al parecer, ya estamos algo lejos de eso a causa de muchos factores. El objetivo era que, con una propuesta de reforma profunda, ahora s¨ª se cumplieran los Acuerdos de San Andr¨¦s como fue promesa de campa?a.

Pero, por lo que podemos ver, una vez que representantes de pueblos ind¨ªgenas entregaron la propuesta de reforma ind¨ªgena a las oficinas de la consejer¨ªa jur¨ªdica del presidente, ¨¦sta sufri¨® tambi¨¦n cambios que la descafeinaron. L¨®pez Obrador present¨® una versi¨®n ligera, por decirlo de alg¨²n modo, de la reforma ind¨ªgena inicial dentro del paquete de reformas constitucionales que entreg¨® al congreso el 5 de febrero de este a?o. Para empezar, se tard¨® bastante en presentarla y el Instituto Nacional de los Pueblos Ind¨ªgenas (INPI) trat¨® de presionar de distintas maneras durante este sexenio para que esta reforma no saliera del foco de atenci¨®n del presidente.

Podr¨ªamos decir que algo parecido sucedi¨® cuando en 2001 se hizo una reforma ligera al art¨ªculo segundo con tal de no cumplir lo estipulado de manera potente en los Acuerdos de San Andr¨¦s que, a pesar de tanto, siguen ah¨ª, sin cumplirse a cabalidad. En esta ocasi¨®n, la potencia que implicaba reformar 15 art¨ªculos constitucionales se vio reducida, otra vez, a una versi¨®n ligera. Muchos dir¨¢n, como lo dijeron tambi¨¦n en 2001, que se avanza poco a poco y que es mejor esto que nada aunque estamos muy lejos del ideal; es probable que tengan raz¨®n pero hay que ser muy claros enunci¨¢ndolo.

El presidente de la rep¨²blica ha hablado constantemente de c¨®mo ¨¦l se est¨¢ enfrentando a una especie de ¡°golpe de estado blando¡± por parte de la derecha, en ese tenor, podr¨ªa decirse que haber descafeinado la propuesta inicial de la Reforma Ind¨ªgena se trata de un nuevo golpe blando a los Acuerdos de San Andr¨¦s, tan blando que parece pasar desapercibido, tan blando que esto se pretende ocultar detr¨¢s del exacerbado festejo de lo poco que est¨¢ aprobando la Comisi¨®n de Puntos Constitucionales.

Otra vez, el Estado Mexicano est¨¢ haciendo de las suyas en materia de pueblos ind¨ªgenas y se resiste siempre, todo lo que puede, a hacer reformas verdaderamente profundas para cambiar dr¨¢sticamente el entramado legal que regula su relaci¨®n con las naciones originarias. El Estado Mexicano, incluso cuando est¨¢ en manos de la izquierda, parece sentirse m¨¢s c¨®modo cuando establece una relaci¨®n paternalista con los pueblos ind¨ªgenas; la idea de reconocer cabalmente y respetar el ejercicio de la autonom¨ªa y la libre determinaci¨®n le incomoda bastante, le cae pesado, trata de restarle potencia lo m¨¢s que puede aunque se jacte de lo contrario. Cumplir con los Acuerdos de San Andr¨¦s sonaba muy bien como promesa de campa?a pero ya no tan bien cuando se estaba ejerciendo ya el poder. ?Podr¨ªa decirse que la izquierda volvi¨® a traicionar los Acuerdos de San Andr¨¦s?

A pesar de todo, funcionarios del INPI y algunos legisladores ind¨ªgenas, reunidos ante una Asamblea Nacional de Pueblos Ind¨ªgenas y Afromexicanos, celebraron con algarab¨ªa este 9 de agosto; entre los gritos de festejo se escucharon vivas a la Cuarta Tranformaci¨®n, a la presidenta electa Claudia Sheinbaum y no falt¨® la conocida frase ¡°es un honor estar con Obrador¡±. La contradicci¨®n se revela por s¨ª misma: la celebraci¨®n de un dictamen relacionado con la autonom¨ªa y la libre determinaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas se acompa?a de vivas y reconocimientos al jefe de un Estado de cuyo control pretendes liberarte, al menos en cierto grado. ?Se trata de celebrar la autonom¨ªa de los pueblos o al presidente de la rep¨²blica y a la Cuarta Transformaci¨®n? Quiero pensar quiz¨¢ que estas vivas son parte de una estrategia pol¨ªtica discursiva que tal vez no alcanzo a comprender.

M¨¢s all¨¢ de los avatares del reconocimiento estatal, pueblos, comunidades y colectivos de pueblos ind¨ªgenas siguen luchando por construir una autonom¨ªa de facto, por ejercer, con o sin reconocimiento estatal, eso que se llama derecho a la libre determinaci¨®n.