Los tres ¡®L¨®pez Obradores¡¯
A lo largo de su presidencia, el mandatario fue tres personajes distintos con ¨¦xitos y fracasos
Muchos se preguntan por qu¨¦ L¨®pez Obrador comenz¨® las transformaciones m¨¢s profundas de su Gobierno en sus ¨²ltimos meses, en vez de al inicio del sexenio. Se especulan todo tipo de disparates desde que perdi¨® la raz¨®n hasta que motivado por el sexismo busca opacar el inicio de la presidencia de Sheinbaum.
Lo que en realidad sucedi¨® es que el L¨®pez Obrador que hoy nos gobierna se parece poco al que comenz¨® gobernando en 2018. A lo largo de su sexenio, el presidente colect¨® ¨¦xitos y fracasos que lo convirtieron en tres personajes distintos.
Obrador I: el ingenuo
El primer L¨®pez Obrador fue el del triunfo. Un personaje optimista, pol¨ªticamente astuto, pero todav¨ªa ingenuo en el arte de gobernar a nivel federal. En sus inicios el presidente pensaba que gobernar era pan comido. Lo dif¨ªcil era llegar a la silla presidencial, pensaba Obrador, pero una vez en ella el aparato gubernamental comenzar¨ªa a moverse en direcciones virtuosas gracias a su voluntad y trabajo.
La receta, seg¨²n ¨¦l, era sencilla: reducir los gastos superfluos del gobierno, eliminar la corrupci¨®n y aumentar el salario m¨ªnimo. Con ello, se lograr¨ªa obtener recursos para distribuir programas sociales que potenciar¨ªan el mercado dom¨¦stico.
El presidente hablaba de que la econom¨ªa crecer¨ªa al 6% y vaticinaba todo tipo de maravillas. Al final de su sexenio, dec¨ªa, la emigraci¨®n de mexicanos a Estados Unidos habr¨ªa cesado y la delincuencia organizada se encontrar¨ªa en franca retirada.
Pronto se top¨® con la realidad. Su primera ley, un tope salarial a la alta burocracia, fue rechazada por ministros, magistrados, consejeros y muchos otros miembros del poder judicial y de organismos aut¨®nomos que se ampararon porque no estaban dispuestos a reducir sus salarios por ninguna aspiraci¨®n de poner a los pobres primero. Fue entonces que L¨®pez Obrador vio con asombro que la principal oposici¨®n a su receta no vendr¨ªa de la oposici¨®n partidista, la cual yac¨ªa derrotada, sino de las filas del propio gobierno, por medio de los organismos aut¨®nomos y los poderes independientes.
Durante el sexenio, el poder judicial se convirti¨® en la principal herramienta para todo el que quisiera oponerse al gobierno y tuviera dinero para hacerlo. Por medio de juicios de amparo y otras tretas legales, se trat¨® de impedir todo tipo de acciones p¨²blicas: la construcci¨®n del tren maya, la cancelaci¨®n del aeropuerto, el pago de impuestos, el cese de jueces corruptos, en fin.
A Obrador le rechazaron de manera parcial o total cambios que propuso en materia el¨¦ctrica, de remuneraciones, de austeridad, del sistema nacional de seguridad p¨²blica, de extinci¨®n de dominio, de prisi¨®n preventiva oficiosa, de ¡®vapeadores¡¯, de las extensiones de mandato al gobernador de Baja California y el ministro presidente, y del desafuero de Cabeza de Vaca, entre otras. Al ver a un Poder Judicial tan anormalmente activo, los cercanos al presidente comenzaron a convencerse de que era cuesti¨®n de tiempo para que este orquestara un golpe legal como el cometido contra Dilma Rousseff en Brasil.
No solo eso, Obrador tambi¨¦n comenz¨® a darse cuenta de que algunos organismos aut¨®nomos ten¨ªan pactos demasiado favorecedores con privados. Por ejemplo, la Comisi¨®n Reguladora de Energ¨ªa (CRE) permit¨ªa el cobro de millones de d¨®lares por gasoductos que no se usaban y argumentaba f¨¦rreamente que era imposible cambiarlos sin que M¨¦xico enfrentara amparos y arbitrajes. Tambi¨¦n estaba el caso de la Comisi¨®n Federal de Competencia (COFECE) que, por la composici¨®n ideol¨®gica de sus integrantes, hab¨ªa llegado a la ins¨®lita conclusi¨®n de que un monopolio p¨²blico (que otorga precios subsidiados al p¨²blico) es tan perverso como un monopolio privado (que cobra sobreprecios para enriquecer a un magnate).
Para colmo, el pleno del Instituto Nacional Electoral (INE), liderado por Lorenzo C¨®rdova, un aguerrido opositor del presidente, cambi¨® las reglas de coalici¨®n en formas que afectaron la capacidad de Morena para fabricar una mayor¨ªa en el congreso en 2021.
Obrador II: el terco
Fue entonces que naci¨® el segundo L¨®pez Obrador: un personaje combativo y convencido de que era necesario reformar la constituci¨®n para avanzar en su agenda. Obrador plante¨® la urgencia de reformar la constituci¨®n en materia electoral y energ¨¦tica, pero no contaba con los votos para hacerlo.
El presidente, obstinado, intent¨® todo tipo de tretas. En el segundo semestre del 2021, Morena intent¨® negociar la aprobaci¨®n de reformas constitucionales con el apoyo del PRI. En 2022, al ver que el PRI no ced¨ªa por la buena, la gobernadora de Campeche comenz¨® a difundir audios que incriminaban al l¨ªder del partido, Alito Moreno, en supuestos actos de corrupci¨®n e influyentismo. Tampoco funcion¨®.
A finales de 2022, el presidente anunci¨® un ¡®Plan B¡¯ que consist¨ªa en que Morena dejar¨ªa de buscar reformar la Constituci¨®n, para lo que requer¨ªa mayor¨ªa calificada, y comenzar¨ªa a utilizar su mayor¨ªa simple para aprobar reformas legales simples. El Plan B tambi¨¦n fracas¨®. La corte invalid¨® una de las m¨¢s importantes reformas legales, la electoral, por considerar que Morena hab¨ªa violado el proceso legislativo.
As¨ª, en 2023 el presidente por primera vez llam¨® al Plan C. El objetivo era que Morena ganara la mayor¨ªa calificada en la elecci¨®n del 2024. Para febrero del 2024, el Plan C ya no solo era una estrategia electoral sino una serie de 18 reformas variopintas respaldadas por el propio presidente de las que se hablaba constantemente en los m¨ªtines de Morena.
Obrador III: el poderoso
L¨®pez Obrador nunca crey¨® que el Plan C ser¨ªa viable. A decir de los videos que se filtraron con caras de asombro, estimo que, hasta el mism¨ªsimo d¨ªa de la elecci¨®n, ni Sheinbaum, ni Mario Delgado, ni nadie dentro de Morena esperaba que el Plan C fuera a ser viable tampoco. La abrumadora victoria del 2024 tom¨® a todos por sorpresa.
Fue la noche del 2 de junio que naci¨® el tercer L¨®pez Obrador. Anonadado, el presidente y sus cercanos tuvieron que volver al escritorio para trazar el camino a seguir. L¨®pez Obrador y la presidenta electa negociaron que, de la totalidad de reformas propuestas como parte del Plan C, solo dos bombas nucleares pasar¨ªan: la reforma judicial y la de la guardia nacional.
As¨ª fue como en su ¨²ltimo mes, el presidente avanz¨® como tractor en su periodo legislativo m¨¢s productivo. Su intenci¨®n al aprobar ambas reformas, pero sobre todo la judicial, no es debilitar a Sheinbaum, sino abrirle camino para que ella no sufra lo mismo que le toco sufrir a Obrador I. Por supuesto, la implementaci¨®n de la reforma ser¨¢ un costo para Sheinbaum en sus primeros meses de gobierno. Obrador considera que ese costo es menor comparado con el de lidiar con una oposici¨®n judicial beligerante.
Por ahora, L¨®pez Obrador termina su sexenio con n¨²meros infalibles en materia de reducci¨®n de la pobreza, disminuci¨®n de la desigualdad de ingresos y mejoras salariales. Culmina con un partido territorialmente organizado y con programas sociales que llegan al 40% de las familias. Y deja la presidencia habiendo destrozado no solo a su oposici¨®n partidista formal, sino a todo aquel que informalmente se le opuso con herramientas legales.
Para sus opositores, Obrador ha destruido la democracia mexicana. Pero para el 68% de los mexicanos, L¨®pez Obrador es el mejor presidente que ha tenido el pa¨ªs en la historia de su democracia. El 73% de los mexicanos siente que el pr¨®ximo sexenio ser¨¢ mejor o tan bueno como el que termina. Las expectativas para Sheinbaum son alt¨ªsimas.
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