¡®Shots¡¯ antigripales las 24 horas en Juguer¨ªa Caro
Este puesto callejero ubicado en Hip¨®dromo Condesa, en la capital, no apaga el extractor de jugos desde 1973
Corredores, oficinistas y vecinos esperan su turno para pedir un jugo, varias cabezas de maniqu¨ªes con pelucas los miran de frente; hay apenas un metro y medio entre la Juguer¨ªa Caro y Marpel, una tienda de pelucas ubicada en la esquina de avenida Insurgentes con Sonora, tan antigua como esta juguer¨ªa.
Juguer¨ªa Caro es un puesto callejero fundado en 1973 por la familia C¨¢rdenas. Hoy la jefa y quien le da su nombre es Caro, nieta de los fundadores, quien cuenta que, ¡°despu¨¦s de mis abuelos, mis t¨ªos se hicieron cargo, luego, mi pap¨¢ me dijo si quer¨ªa ayudarlo. Ten¨ªa 18 a?os cuando empec¨¦ a trabajar aqu¨ª¡±. Creci¨® en esta acera, en un cruce muy transitado de la Ciudad de M¨¦xico, oyendo los claxons, las ambulancias y el extractor de jugos.
Pasa la jornada entre el puesto de ensaladas, que est¨¢ al lado, y la juguer¨ªa. En esta orilla de la cuadra los vegetales mandan. ¡°Tenemos los dos lugares, en ¨¦ste siempre fue de jugos y fruta picada, luego metimos los licuados¡±, dice Caro, que a pesar de la gentrificaci¨®n y la apertura de negocios similares especializados en smoothies ¡ªla forma h¨ªpster de llamar a los batidos¡ª sigue siendo la parada favorita en la zona.
El men¨² est¨¢ escrito sobre la parte superior del puesto, es extenso e incluye fruta, jugos reci¨¦n hechos y licuados con yogurt, leche entera o deslactosada, de soya, avena, coco o almendra. Las cajas de leche est¨¢n acomodadas al fondo, son decenas. Caro dice que, ¡°antes solo ten¨ªamos leche normal, pero empezaron a pedir deslactosada, luego de las otras y ahora la menos pedida es la entera¡±.
Quiz¨¢s las nuevas generaciones son m¨¢s delicadas del est¨®mago o solo siguen tendencias, para Caro eso no es importante, viene de una familia dedicada al servicio: ¡°A m¨ª lo que me gusta es atender y que los clientes se sientan contentos¡±.
A las ocho de la ma?ana despu¨¦s de varias vueltas al circuito de ?msterdam ¡ªconvertido en una pista improvisada para corredores¡ª o tras pasar por algunos de los gimnasios o estudios de yoga y pilates del barrio, las personas se acercan por algo vitam¨ªnico. ¡°La Condesa se ha convertido en una zona fitness¡±, dice Caro, medio sorprendida y medio incr¨¦dula. Antes los deportistas enfundados en licras apretadas, rojos como tomates y sudados llegaban a pedir que les agregaran una cucharada de su prote¨ªna a la bebida. ¡°Entonces pens¨¦ que mejor yo les vend¨ªa los suplementos¡±.
Dos botes con varios kilos de prote¨ªna de distintos sabores est¨¢n sobre la vitrina, cuesta 32 pesos la porci¨®n; tambi¨¦n ofrece alga espirulina, creatina y crema de cacahuate natural, que ella misma procesa. Caro cuenta: ¡°Me van pidiendo cosas y las voy metiendo a ver si jala¡±.
Su ¨¦xito est¨¢ basado en la diversidad y la frescura. Diario le traen fruta de la Central de Abastos. La pencas de pl¨¢tano cuelgan del techo, hay varias caja de limones y costales de naranjas debajo de la barra; las abejas merodean las bandejas con papaya, pi?a, sand¨ªa, mel¨®n, pulpa de guan¨¢bana y maracuy¨¢, y fresas perfectas; limpias, sin cabo, rojas y maduras. Caro asegura que ¡°es la mejor temporada, durante el verano est¨¢n horribles¡±.
Unos extranjeros se acercan y piden mango. Error, es enero, los mangos carnosos llegan con el calor, ahora abunda la naranja, la toronja y la mandarina, curiosamente c¨ªtricos relacionados con poderes antigripales (ricas en vitamina C). Uno de los ayudantes de Caro ¡ªrisue?o, con mandil blanco y camisa tipo polo roja¡ª corta dos naranjas y un lim¨®n, los exprime en la licuadora, pela un trozo de jengibre y otro de c¨²rcuma, los echa junto con un poco de miel, run run run, sale un shot antigripal: es picante como si tuviera pimienta. No s¨¦ si quita la gripa, pero sientes que te destapa los o¨ªdos al momento.
¡°Esto no es un shot, est¨¢ enorme¡±, le digo a Caro, sonr¨ªe y dice que as¨ª lo sirven, en un vaso corto, y es muy popular entre sus visitantes, ¡°hay unos gringos que me piden un litro¡±. Los gringos menos constipados de la Roma Condesa.
En 24 horas pasa por esta banqueta mucha gente, entre los corredores y los turistas, est¨¢n los viejos vecinos que son fieles al agua de alfalfa; o los semilocales, quienes laboran por aqu¨ª y buscan opciones saludables y asequibles en un mar de garnachas. Seg¨²n Caro, ¡°los de las oficinas llevan ensaladas de frutas, le ponen granola, miel o crema batida¡±... Ni tan diet¨¦ticos.
Los rigurosos o los que por estos d¨ªas est¨¢n empe?ados en cumplir su promesa anual de llevar una vida m¨¢s sana, se inclinan por el jugo verde ¡ªnopal, pi?a, apio, toronja, espinaca¡ª, bebida que ocupa el top tres de los m¨¢s populares, junto con el shot antigripal y las fresas con crema.
¡°En la noche lo que m¨¢s se vende son las aguas y las fresas¡±, asegura Caro. Este antojo legendario es el hit de los fiesteros. Suena extra?o bajar la borrachera as¨ª, aunque es imposible juzgarlos, las fresas con crema son riqu¨ªsimas. Los batidos de pl¨¢tano con chocolate en polvo son m¨¢s diurnos, pueden aplacar la ansiedad de los desvelados o la a?oranza por Pancho Pantera.
En Juguer¨ªa Caro hay de todo para todos, es un puesto limpio, r¨¢pido y barato. Antes estaba adornado con r¨®tulos, desaparecieron por la arbitrariedad de la antigua alcaldesa de la Cuauht¨¦moc, Sandra Cuevas; con el cambio de gobierno, se han vuelto a permitir. Caro se ilusiona al saberlo: ¡°?As¨ª que ya puedo pintarlo de nuevo?¡±. Ojal¨¢ s¨ª, se extra?an los dibujos de frutas con pies, manos y caras sonrientes, son m¨¢s agradables y divertidos que los maniqu¨ªes con pelucas.
Juguer¨ªa Caro
Direcci¨®n: esquina de la Avenida Insurgentes con Sonora, colonia Hip¨®dromo Condesa, Ciudad de M¨¦xico
Precio: 80 pesos
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