Destrumpificar
Es urgente, inaplazable. A pesar de la pandemia y del sufrimiento econ¨®mico. Trump no est¨¢ acabado
Es urgente, inaplazable. A pesar de la pandemia y del sufrimiento econ¨®mico. Trump no est¨¢ acabado. Aun sin voz en las redes sociales, ha sobrevivido a la derrota, a su fracasado intento de interrumpir la certificaci¨®n electoral por el Congreso y al segundo impeachment. Mantiene casi intacta la popularidad entre sus votantes. Los dirigentes republicanos que le criticaron por su actuaci¨®n el 6 de enero no han tardado en matizar sus palabras. Los sondeos le sit¨²an como el mejor candidato republicano para las primarias, opini¨®n que comparte un 54% de sus votantes.
Destrumpificar el pa¨ªs y destrumpificar el partido republicano, antes de que se lo apropie para siempre. Siendo la esencia del trumpismo la mentira en dosis colosales, es prioritario restablecer la verdad del asalto al Capitolio antes de que la versi¨®n alternativa de la historia se instale definitivamente entre la mitad de la opini¨®n p¨²blica. De atender a sus abogados o a los tertulianos de Fox News, no fue un asalto, una insurrecci¨®n y menos todav¨ªa un fallido golpe de Estado, sino un inofensivo paseo tur¨ªstico por los pasillos del Capitolio, agravado solo por las provocaciones de los infiltrados izquierdistas que dieron pie a algunos desagradables incidentes.
Las pruebas recogidas hasta ahora revelan exactamente lo contrario. Hubo v¨ªctimas mortales e innumerables heridos. Estuvo en peligro la vida de algunos congresistas, incluidos el vicepresidente Mike Pence y la l¨ªder de la C¨¢mara, Nancy Pelosi. Trump estuvo constantemente al corriente, expres¨® su simpat¨ªa con los asaltantes y desatendi¨® el llamamiento a refrenarlos que se le lanz¨® desde las filas republicanas. Fue una horrible jornada, pero todav¨ªa pudo ser peor, con muchas m¨¢s v¨ªctimas si la polic¨ªa no hubiera actuado con prudencia y hubiera imitado, en cambio, el comportamiento de las fuerzas del orden ante las manifestaciones antirracistas.
Sin el exacto y r¨¢pido esclarecimiento de los hechos, incluyendo la fabricaci¨®n trumpista de la leyenda de las elecciones robadas, los fallos de seguridad, el papel de Trump y de su entorno y la implicaci¨®n de la extrema derecha, no habr¨¢ forma de prever que no se repita. Tampoco quedar¨¢ restaurada la verdad ni ser¨¢ posible recuperar la ejemplaridad de la democracia, tan necesaria para mantener el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.
El modelo es la investigaci¨®n de los atentados del 11 de setiembre de 2001, realizada por una comisi¨®n bipartidista e independiente establecida por el Congreso y la Casa Blanca conjuntamente. Con comparecencia de testigos y expertos, con conclusiones y recomendaciones concretas. Si en aquella ocasi¨®n fue analizada la amenaza del terrorismo global, ahora corresponde situar bajo la lupa a la extrema derecha racista y supremacista.
Trump y la verdad son incompatibles. De ah¨ª que destrumpificar y establecer la verdad sean la misma cosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.