Follar despu¨¦s de consentir: ejemplos pr¨¢cticos
El Poder Judicial ha cuestionado algunos de los cambios que podr¨ªa incluir la ley de libertad sexual porque es muy complejo legislar sobre algo tan lleno de matices como es el consentimiento sexual
1. S¨ª quiero. Eres una novia. Vas de blanco. Te est¨¢s casando en Alemania en el a?o 1996. Lo has dicho alto y claro ante la ley y ante tus invitados. Y lo has dicho porque quieres. Lo que quiz¨¢s no sabes es que tu marido podr¨¢ violarte legalmente todas las veces que estime. Porque estamos en Alemania en 1996 y el matrimonio fue un terreno exento de violaci¨®n hasta 1997. No es tu culpa. Es la cultura sexual de tu pa¨ªs, que inspira las leyes. Mithu M. Sanyal escribir¨¢ Violaci¨®n (Reservoir Books) en el a?o 2019, un ensayo imprescindible sobre la cultura que inspira las leyes sobre violaci¨®n en Europa y en el mundo.
2. Ahora estamos en Francia en el a?o 1987. Te has enamorado de un hombre 36 a?os mayor que t¨². Es un gran escritor. T¨² eres una chica de 14 y defiendes tu relaci¨®n amorosa y vuestras relaciones sexuales. En ese momento no existe una edad m¨ªnima para el consentimiento sexual en tu pa¨ªs as¨ª que es legal que un hombre abuse de su poder para convencer a una ni?a de mantener relaciones sexuales consentidas. 30 a?os despu¨¦s publicar¨¢s un libro titulado El consentimiento (Lumen). Te llamas Vanessa Springora. Cuando sale tu libro a¨²n no existe una edad m¨ªnima para el consentimiento sexual en Francia.
3. A?o 2020. En esta ocasi¨®n tu nombre es Arabella. Eres la protagonista de la serie Podr¨ªa destruirte (HBO), que aborda el tema del consentimiento sexual. Est¨¢ escrita, dirigida y protagonizada por Michaela Coel, que tambi¨¦n eres t¨². Cap¨ªtulo uno. Has salido por la noche y te has emborrachado, has flirteado y has bailado con muchos. Por la ma?ana no te acuerdas de todo lo que ha pasado, tienes una peque?a brecha en la cabeza, el m¨®vil roto y sabes que te han violado. No sabes que adem¨¢s has bebido tequila blanco adulterado. Pero est¨¢s segura de que estar borracha no es estar ¡°violable¡± cuando lo denuncias. Estamos en Londres. La polic¨ªa y la ley est¨¢n de tu parte.
4. Justo en el mismo a?o eres un var¨®n homosexual negro. Tambi¨¦n sales en la serie Podr¨ªa destruirte. Te llamas Kwame y eres el mejor amigo de Arabella. Eres pel¨ªn adicto a Grindr, una aplicaci¨®n de citas destinada a hombres gays y bisexuales. Has quedado para follar con un t¨ªo como tantas otras veces. La cosa va r¨¢pido. Llegas a su casa, os mir¨¢is, os gust¨¢is, foll¨¢is. Lo pas¨¢is bien. Ahora te quieres ir. Pero no vas a poder porque el t¨ªo con el que has quedado va a follarte una vez m¨¢s. Le dir¨¢s que no quieres, pero le dar¨¢ igual. Es m¨¢s fuerte que t¨² as¨ª que va a hacerlo. Y t¨² est¨¢s en su casa porque has querido. Acab¨¢is de tener sexo y te ha gustado. As¨ª que vais a hacerlo otra vez, solo que ahora t¨² no quieres. Por eso va a violarte. T¨² lo sabes y ¨¦l lo sabe. Cuando lo denuncias la polic¨ªa no te entiende. Te ir¨¢s de comisar¨ªa sin hacer ruido.
5. Ahora estamos en Argentina, otra vez 2020. Te llamas Bel¨¦n L¨®pez Peir¨®, tienes veintiocho a?os y has escrito un libro titulado Por qu¨¦ volv¨ªas cada verano. Es una denuncia de los abusos que sufriste siendo una ni?a por parte de un familiar perteneciente a la Fuerzas policiales. Denuncias no solo los abusos sino tambi¨¦n el contexto que los hizo posibles. Denuncias tambi¨¦n tu culpa. Por eso la pregunta que el t¨ªtulo lleva impl¨ªcita: ?Por qu¨¦ te dejaste? Esa es la sombra que planea sobre cada violaci¨®n. Virgine Despentes lo dej¨® claro en Teor¨ªa King Kong. ¡°Los agresores se las arreglan para creer que si ellas sobreviven es que la cosa no les disgustaba tanto¡±.
6. Otra vez la serie del momento. Vuelves a ser la protagonista. Arabella. Te cuesta mucho volver a tener sexo, pero conf¨ªas en un t¨ªo otra vez. Mientras lo hac¨¦is y sin que t¨² lo sepas ¨¦l va a quitarse el cond¨®n porque prefiere follarte a pelo. Solo te lo dice al terminar. Dir¨¢ que no se dio cuenta. T¨² tomar¨¢s la pastilla del d¨ªa despu¨¦s. Entonces no lo sabes pero resulta que esa pr¨¢ctica sexual es un delito en tu pa¨ªs. El t¨ªo tampoco lo sab¨ªa. Pero s¨ª sab¨ªa que est¨¢ mal quitarse un cond¨®n sin el consentimiento de la otra persona. El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.
7. En esta ocasi¨®n puedes llamarte como quieras. Estamos en Espa?a. A?o 2021. Parece que hay mucho l¨ªo con la ley de libertad sexual que est¨¢n impulsando PSOE y Unidas Podemos. Esta norma se conoce como la ley de solo s¨ª es s¨ª y viene a decir que el sexo sin consentimiento es violaci¨®n. Resulta que el Poder Judicial ha cuestionado algunos de los cambios que podr¨ªa incluir una ley de este tipo porque resulta muy complejo legislar sobre algo tan lleno de matices como es el consentimiento sexual. Piensas que a ti te resultar¨ªa muy sencillo saber si te han violado o no. Si en esta ficci¨®n has elegido ser mujer, sabr¨¢s adem¨¢s que es mucho m¨¢s probable que te hayan violado o vayan a hacerlo que si hubieras elegido ser hombre. Est¨¢s segura de que la violaci¨®n implica el uso de la fuerza. Y sabes que esta puede ser f¨ªsica, social, pol¨ªtica o cultural. Piensas que el consentimiento sexual no debe ser una guerra de siglas, partidos o posibles leyes. Sientes que la cultura del consentimiento se cose primero a la cultura y despu¨¦s a nuestra piel. Recuerdas que los jueces y juezas, las pol¨ªticas y los pol¨ªticos tienen cada vez m¨¢s bibliograf¨ªa para leer, escuchar y ver. Agradeces a todas y todos los que han escrito y hablado. Y conf¨ªas en que sirvan de inspiraci¨®n. Conf¨ªas en que el Poder Judicial lo tenga en cuenta a la hora de mejorar las leyes. Crees que lo tendr¨¢n. ?A que s¨ª?
Nuria Labari es periodista y escritora.
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