Esperanza verde
La UE, que perdi¨® la carrera digital, debe buscar el liderazgo en energ¨ªas limpias
El mundo ha iniciado un camino sin retorno. La subida de la temperatura media global y la alta frecuencia de episodios meteorol¨®gicos adversos apremia en la b¨²squeda de respuestas con las que frenar el cambio clim¨¢tico. Decenas de gobiernos hacen cuentas para asumir a medio plazo objetivos de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y la enorme mayor¨ªa de pa¨ªses ¡ªincluido EE UU, de regreso tras la espantada de la Administraci¨®n anterior¡ª forman parte del Acuerdo de Par¨ªs, cuyo objetivo es limitar el aumento de la temperatura mundial este siglo por debajo de los dos grados cent¨ªgrados con respecto a los niveles preindustriales. La voluntad de cambiar las cosas es un primer paso imprescindible, pero ahora viene una parte no menos complicada: movilizar eficazmente los ingentes recursos que se requieren en la transici¨®n energ¨¦tica. Algunos estudios indican que la descarbonizaci¨®n exigir¨¢ inversiones por valor de cuatro billones de euros al a?o en todo el mundo.
Esta carrera a contrarreloj redistribuir¨¢ la riqueza y el poder entre pa¨ªses y regiones. Por eso, liderar la cruzada verde es objetivo prioritario para las grandes potencias. Y tres son las v¨ªas para ejercer un papel protagonista en el nuevo paradigma medioambiental. La primera es contar con la capacidad de generar y exportar electricidad o combustibles sostenibles. Tambi¨¦n ser¨¢ clave tener acceso a las materias primas imprescindibles. Y en tercer lugar, la capacidad para desarrollar la tecnolog¨ªa apropiada con la que llevar a cabo proyectos renovables. El control de la energ¨ªa siempre ha sido un influyente instrumento de pol¨ªtica exterior, como demuestra la historia de los pa¨ªses ricos en hidrocarburos. En esta nueva fase, donde el sol y el viento son universales, se producir¨¢n movimientos de calado en el tablero geopol¨ªtico.
Estados Unidos ha perdido cuatro a?os preciosos debido al negacionismo del Gobierno de Donald Trump. A pesar de contar con un ecosistema empresarial innovador e importantes recursos financieros y tecnol¨®gicos, la mayor potencia econ¨®mica del planeta ha sido superada por China en varios campos. Pek¨ªn es todav¨ªa uno de los pa¨ªses m¨¢s dependientes de los combustibles f¨®siles, pero ha pisado el acelerador en materia de energ¨ªas renovables mediante incentivos fiscales o cr¨¦ditos blandos. Adem¨¢s, ha logrado tejer una red de alianzas en ?frica y Latinoam¨¦rica, previo desembolso de fuertes inversiones, que le garantizan el acceso a materias primas imprescindibles como el litio, el cobre o las tierras raras.
Europa es el tercer aspirante a liderar la transici¨®n energ¨¦tica. Esta cuesti¨®n reviste una importancia estrat¨¦gica enorme para la UE. Los Veintisiete se hallan muy rezagados con respecto a EE UU y China en la carrera digital. Pero, en la verde, son competitivos. Ocho de las diez empresas m¨¢s importantes de tecnolog¨ªas limpias son europeas. El continente no puede perder este tren. Est¨¢ en juego su independencia energ¨¦tica, la creaci¨®n de muchos puestos de trabajo y el control de tecnolog¨ªa con una importancia global. Adem¨¢s, el liderazgo verde puede apuntalar la dimensi¨®n de la UE como referente moral, un activo intangible, pero relevante. El 30% de los 750.000 millones de euros que mover¨¢n los fondos europeos Next Generation se destinar¨¢n a proyectos clim¨¢ticos. Es un buen punto de partida, pero se necesitar¨¢n m¨¢s medidas para garantizar el ¨¦xito. No caben titubeos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.