Mi lectura de la convenci¨®n del Partido Popular

Qu¨¦ pena el resultado de la convenci¨®n del Partido Popular. Qu¨¦ triste su estrategia de pescar al electorado de Vox. Qu¨¦ aflicci¨®n al abandonar el gran espacio del centro pol¨ªtico, y dejar hu¨¦rfanos a votantes conservadores, moderados, liberales, alejados de pol¨ªticas frentistas y de confrontaci¨®n. Qu¨¦ pesar verle desprenderse del sentido de Estado. Qu¨¦ desaz¨®n despojarnos de una oposici¨®n comedida. Qu¨¦ desconsuelo hurtarnos de tolerancia y respeto al rival. Qu¨¦ angustia huir despavorido del acuerdo y la concertaci¨®n, cuando consenso y acomodo habr¨ªan de imponerse. Qu¨¦ descaro dejarnos solos ante un Gobierno de cuyas iniciativas nos enteramos, en no pocas ocasiones, quienes solo prensa escudri?amos. Qu¨¦ amargo el sendero que a un duro calvario encauza por renegar de una certera observaci¨®n de la realidad, de mimetismo ante la desgracia de los ciudadanos, de aplicarse dosis de humildad, de conservadurismo elegante, de concertaci¨®n ante el dolor ciudadano y su soledad, de personalidad, de altura de miras; de mimo a principios y valores. Qu¨¦ pena me da este Partido Popular.

Enrique L¨®pez de Turiso. Madrid

Lo que cuesta estudiar

Espa?a es el sexto pa¨ªs de Europa con los estudios de grado universitario m¨¢s caros en relaci¨®n con el poder adquisitivo de la poblaci¨®n. La causa est¨¢ un Real Decreto de 2012, que espec¨ªfica que los precios los fijar¨¢ la comunidad aut¨®noma, dentro de los l¨ªmites que establezca la Conferencia General de Pol¨ªtica Universitaria (CGPU). Esto induce a la proliferaci¨®n de pr¨¦stamos estudiantiles y a crear una situaci¨®n que podr¨ªa acabar siendo insostenible, como ha ocurrido en Estados Unidos. Adem¨¢s, se crea una desigualdad de oportunidades, limitando el acceso a los estudios superiores a la poblaci¨®n con mejor situaci¨®n econ¨®mica o a quien incurra en importantes endeudamientos.

Daniela Calder¨®n Bujalance. L¡¯Arbo? (Tarragona)

El error de Savater

Fernando Savater puso al mismo nivel en su ¨²ltima columna la represi¨®n ejercida por la Iglesia durante siglos que los dictados de la supuesta nueva inquisici¨®n encarnada por el colectivo LGTBI. Craso error, el suyo, de usar la brocha gorda para tratar un debate tan complejo como el que suscita la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero y de caricaturizar como ¡°preciosas rid¨ªculas¡± a personas que solo buscan asegurar los mecanismos legales para que se les reconozca al fin su identidad. Una identidad que, por cierto, y al contrario de lo que deja entrever, no es cuesti¨®n de me levanto una ma?ana, me pongo una peluca y escojo mi bando, y que en ning¨²n caso ¡°relega la reproducci¨®n a la artesan¨ªa del laboratorio¡±. Se?or Savater, despu¨¦s de otra columna que se regocijaba en las virtudes del conservadurismo, le har¨ªa una ¨²ltima advertencia: de conservador a reaccionario solo hay un paso.

Sara Sabat¨¦s. Barcelona

Cierre de oficinas

Llama la atenci¨®n que el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, lance continuas catilinarias sobre el salario m¨ªnimo interprofesional y que, sin embargo, hasta la fecha no haya enviado ning¨²n mensaje a la banca espa?ola sobre su distribuci¨®n territorial o sobre c¨®mo el cierre de oficinas bancarias va a afectar al desarrollo econ¨®mico de la Espa?a vaciada.

Francisco Garc¨ªa Ahumada. Madrid