Contrafaz
La mascarilla, contra el antifaz, oculta la parte m¨¢s indefinida del rostro. S¨®lo vemos los ojos y eso favorece a las mujeres: suelen tenerlos grandes y expresivos
Lo ten¨ªa en el asiento frontero del autob¨²s y pod¨ªa observarlo con sosiego porque estaba absorto en sus cavilaciones y con los ojos muertos. Le calcul¨¦ 60 a?os. Un porte robusto y unas pobladas cejas a lo Breznev le a?ad¨ªan un toque feroz. Pero lo que atrajo mi atenci¨®n es que aguantaba sobre las rodillas una enorme bolsa con el nombre del comercio: Le bonnet ¨¤ pomp¨®n. Era como un guerrero vikingo que llevara en el regazo al nieto reci¨¦n nacido. El negocio del t¨ªtulo es ilustre entre las madres madrile?as. Venden ropitas infantiles e imaginaba yo que el abuelo iba feliz con sus tres kilos de ornatos para el beb¨¦.
De ah¨ª pas¨¦ al pomp¨®n, que en castellano se dice igual, aunque es m¨¢s literario ¡°borla¡±. Son ornatos que no han perdido su gracia a lo largo de siglos y me pregunto qu¨¦ ser¨¢ lo que los hace tan simp¨¢ticos. En Estados Unidos se llaman as¨ª los grandes plumeros que agitan las cheerleaders o animadoras del rugby, baloncesto o f¨²tbol americano. En Escocia y con el nombre de toories adornan las boinas de algunos regimientos escoceses de gran prestigio. Es un adorno, por tanto, que engalana por igual a un severo militar, a un reci¨¦n nacido o a una bella adolescente. Algo tiene el pomp¨®n que su presencia anima cualquier apariencia.
Volv¨ª al abuelo. La mascarilla me imped¨ªa concluir el tipo de persona que atra¨ªa mi atenci¨®n. La mascarilla, contra el antifaz, oculta la parte m¨¢s indefinida del rostro. S¨®lo vemos los ojos y eso favorece a las mujeres: suelen tenerlos grandes y expresivos. As¨ª lo advirtieron los viajeros rom¨¢nticos. No hay visitante ingl¨¦s, franc¨¦s o alem¨¢n que no admire los ¡°ojos hechiceros¡± de las espa?olas. Observen, por ejemplo, los anuncios de Carmen, sea pel¨ªcula, libro o espect¨¢culo. Enormes ojos brillantes y sugestivos. Veo pasear con mascarilla muchas m¨¢s mujeres que hombres. Ser¨¢ por eso.
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