Pol¨ªtica para adultos
La ¡®realpolitik¡¯ con la que se justifica la posici¨®n sobre el S¨¢hara es a veces inevitable, pero es como la tecnocracia: su legitimidad descansa en sus resultados
En una entrevista concedida a este peri¨®dico la semana pasada, el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® con argumentos realistas el cambio de postura del Gobierno sobre el S¨¢hara Occidental: ¡°Lo que no es realpolitik no es pol¨ªtica. Ser¨¢ otra cosa. Ser¨¢ un manifiesto [...] La pol¨ªtica o es real o no es pol¨ªtica. Uno puede decir ¡®no, yo no me muevo de mis posiciones morales, sentimentales, ideol¨®gicas¡¯. Pero as¨ª no se solucionan los conflictos, como la historia demuestra¡±.
El argumento realista suele ser la excusa de los c¨ªnicos. El mundo es as¨ª, dicen, lleno de contradicciones y decisiones dif¨ªciles. Los ideales son para las pancartas y las campa?as electorales. La pol¨ªtica es cosa de adultos, y parece ser que los adultos no pierden el tiempo con convicciones. La realpolitik es tambi¨¦n una perfecta excusa para no dar explicaciones: las decisiones importantes y arriesgadas no se debaten. El periodista de la Cadena SER Jos¨¦ Luis Sastre resumi¨® as¨ª la postura del Gobierno con el S¨¢hara: ¡°Ante un cambio trascendente que ha ocultado hasta a sus socios, el presidente se esconda en una especie de paternalismo que nos trata como a ni?os que no entendemos las cosas de mayores¡±.
La realpolitik es a veces inevitable, pero es como la tecnocracia: su legitimidad descansa en sus resultados. Si uno defiende una postura realista moralmente delicada, al menos debe demostrar que es ¨²til, aunque sea para los intereses m¨¢s instrumentales. Es lo que ha faltado en la postura del Gobierno. Pedro S¨¢nchez solo ha confirmado que el 1 de abril el ministro Albares viajar¨¢ a Rabat y que ¡°a partir de ah¨ª se ir¨¢n conociendo los siguientes pasos que van a dar los dos Gobiernos, pero todos van a ser buenos y positivos¡±. Entre ellos est¨¢ la reapertura de la frontera entre Marruecos y Ceuta y Melilla, que lleva cerrada desde marzo de 2020.
Decir que solo existe la realpolitik es asumir la m¨¢xima de Tuc¨ªdides: ¡°Los fuertes hacen lo que quieren y los d¨¦biles sufren lo que tienen que sufrir¡±. Es asumir que no hay un t¨¦rmino medio entre el idealismo y la resignaci¨®n (porque a menudo el realismo es solo resignaci¨®n). Las posturas realistas suelen tener en com¨²n un desd¨¦n absoluto por los intereses y la voluntad de los individuos m¨¢s afectados. Los analistas realistas de la invasi¨®n rusa de Ucrania, por ejemplo, suelen ver el pa¨ªs como el tablero de un juego de estrategia. Es una l¨®gica que deshumaniza a millones de personas. La decisi¨®n del Gobierno espa?ol de deportar a un disidente argelino para aplacar la reacci¨®n de Argelia (que apoya al Polisario en el S¨¢hara) responde a una visi¨®n parecida. Mohamed Benhlikma es visto como un activo diplom¨¢tico, no como un individuo que ha tenido que huir de su pa¨ªs por razones pol¨ªticas.
Un pol¨ªtico no es estadista solo por tomar decisiones arriesgadas. Tambi¨¦n tiene que acertar. Est¨¢ por ver si el realismo de S¨¢nchez, un presidente cuyas convicciones siempre han sido un misterio, resulta ¨²til o es simplemente puro cinismo.
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