Nubarrones en el horizonte de Am¨¦rica Latina
La Reserva Federal calcula que a comienzos de 2023 la tasa de inter¨¦s en d¨®lares podr¨ªa estar en 3%, en el comienzo de una nueva era
En Washington D.C., alojada en el edificio Marriner S. Ecles, existe una sala en la que cuatro personas se encierran, con una periodicidad que por lo general es bimestral, para tomar una decisi¨®n tan cifrada como estrat¨¦gica: definen el costo del dinero. Son los directores de la Reserva Federal, el Banco Central de los Estados Unidos. Ese cuarteto, que preside el abogado Jerome Powell, tiene en sus manos el destino material del planeta.
En su ¨²ltima reuni¨®n, que ocurri¨® el 16 de marzo pasado, Powell y los dem¨¢s directores abandonaron la inercia en la que estaban instalados. Al cabo de dos a?os de quietud, resolvieron subir el costo del dinero en 0,25%. Con este giro, los cr¨¦ditos en d¨®lares, que se hab¨ªan mantenido con tasa cero desde el comienzo de la pandemia, pasan a situarse en un rango que va de 0,25% a 0,5%. El mercado se prepara para nuevas subidas, tal vez m¨¢s pronunciadas. Calcula que a comienzos de 2023 la tasa de inter¨¦s en d¨®lares podr¨ªa estar en 3%. Es el comienzo de una nueva era.
La Reserva Federal reaccion¨® de ese modo al aumento de la inflaci¨®n en los Estados Unidos. Los americanos est¨¢n azorados con una aceleraci¨®n de los precios que fue de 7,9% en 2021. La m¨¢s alta desde 1982. Esta alteraci¨®n, que tiene derivaciones sobre la econom¨ªa global en su conjunto, instala en el horizonte de Am¨¦rica Latina inquietantes nubarrones.
El incremento de las tasas tiene un efecto inmediato en los flujos de capital. Conseguir d¨®lares para financiarse ser¨¢ m¨¢s costoso porque los ahorristas preferir¨¢n, frente a opciones m¨¢s inciertas, comprar bonos del Tesoro, que se vuelven ahora m¨¢s rentables. Es un desaf¨ªo especial para los Estados. Los expertos que prev¨¦n este movimiento, encienden alarmas sobre las econom¨ªas latinoamericanas. Es lo que sucedi¨® el martes de la semana pasada en una reuni¨®n organizada por el Centro Latinoamericano de Pol¨ªticas Econ¨®micas y Sociales (CLAPES) de la Universidad Cat¨®lica de Chile, de la que participaron varios ex ministros de Econom¨ªa de la regi¨®n: la peruana Mercedes Ar¨¢oz, el argentino Nicol¨¢s Dujovne, el chileno Felipe Larra¨ªn, el colombiano Mauricio C¨¢rdenas, el mexicano Jos¨¦ Meade y el paraguayo Santiago Pe?a, todos coordinados por el economista Sergio Urz¨²a.
Dujovne puso bajo la lupa el dato principal: los pa¨ªses latinoamericanos entraron a la pandemia con una deuda del 45% del PBI y salieron de ella con otra del 55%. Ese mayor endeudamiento se corresponde con una duplicaci¨®n del d¨¦ficit fiscal, que fue de 0,8% a 1,6%. Financiar esa deuda ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil a partir de ahora. No es, por supuesto, un problema homog¨¦neo. Afecta m¨¢s a las tesorer¨ªas que incurrieron en mayores desequilibrios. La de Argentina y la de Brasil van a la cabeza.
Contra este tel¨®n de fondo operan otras peculiaridades. Tendr¨¢n menos contratiempos las sociedades que cuenten con un mercado de capitales m¨¢s consistente para financiarse en moneda local. Por eso es tan relevante para los economistas chilenos que hayan fracasado en el Congreso dos retiros de los fondos de pensi¨®n, como inform¨® Roc¨ªo Montes en EL PA?S. Como se ve, se va configurando un nuevo panorama: si acceder al mercado financiero se vuelve m¨¢s dificultoso, los gobiernos deber¨¢n encarar ajustes reduciendo gastos o, lo que es m¨¢s frecuente, aumentando impuestos.
La subida de tasas de la Reserva Federal tiene otra derivaci¨®n, menos directa. Los que quieran resguardar sus ahorros con bonos del Tesoro, deber¨¢n hacerse de d¨®lares para adquirir esos papeles. Esa corriente compradora determinar¨¢ la depreciaci¨®n del resto de las monedas frente a un d¨®lar que, al resultar m¨¢s demandado, saldr¨¢ fortalecido. Sin ir m¨¢s lejos, el d¨®lar index, que compara la cotizaci¨®n de la moneda americana con la de las dem¨¢s divisas, tuvo en abril una suba de 3,7%, la m¨¢s alta desde 2015. La desvalorizaci¨®n de las otras monedas encarecer¨¢ las importaciones de bienes o de insumos. La mayor¨ªa de las cosas ser¨¢ menos accesible.
En la conferencia del CLAPES hubo muchas referencias a este problema. C¨¢rdenas, por ejemplo, record¨® que en su pa¨ªs, Colombia, la inflaci¨®n, que se paut¨® para un rango de 2 a 4%, ya est¨¢ en 8%. La peruana Ar¨¢oz analiz¨® el impacto que tiene sobre los precios el aumento de los combustibles y los fertilizantes, que es una consecuencia de la invasi¨®n de Rusia a Ucrania. Dujovne agreg¨® otro factor: durante la pandemia todos los gobiernos, empezando por el de los Estados Unidos, se lanzaron a una expansi¨®n del gasto p¨²blico y de la emisi¨®n de moneda cuyas consecuencias se ven ahora en la ola inflacionaria. El incremento en el precio del gas y del petr¨®leo agrava esta tendencia. Como observ¨® C¨¢rdenas, los gobiernos prefieren asumir ese costo adicional a trav¨¦s de subsidios para no trasladar los nuevos precios a los consumidores. Las cuentas fiscales se vuelven m¨¢s deficitarias en el preciso momento en que el financiamiento se vuelve m¨¢s costoso. Hay sociedades para las que esta complicaci¨®n se agrava. Larra¨ªn record¨® que Chile importa el 98% de los combustibles que consume. La mejora en el precio del cobre no alcanza a compensar esa mayor erogaci¨®n.
Para que el futuro inmediato se vuelva m¨¢s preocupante aparece otra consecuencia de la subida de la tasa de inter¨¦s americana: como hay menos d¨®lares disponibles, se reduce el comercio internacional. Por lo tanto, el precio de las materias primas se abarata. Am¨¦rica Latina, que es un gran vendedor de materias primas, tendr¨¢ menos ingresos. Quiere decir que la bonanza en los precios que se registra en estos meses, derivada en especial de la pandemia y de la agresi¨®n de Rusia a Ucrania, se ir¨¢ desvaneciendo.
Menos capitales para financiar emprendimientos y para solventar el d¨¦ficit de los Estados. Monedas m¨¢s d¨¦biles para pagar las importaciones, que aumentar¨¢n de precio. Abaratamiento de los productos que la regi¨®n ofrece al mundo. Son noticias preocupantes, sobre todo porque ser¨¢n recibidas por sociedades disconformes con las prestaciones que les brinda la pol¨ªtica. La pandemia enrareci¨® el clima p¨²blico. En especial porque arroj¨® m¨¢s gente a la pobreza. Y perturb¨® la educaci¨®n. El mexicano Meade present¨® en esa reuni¨®n de ex ministros de Econom¨ªa una informaci¨®n escalofriante: las personas que no terminaron la escuela secundaria o preparatoria, tienen una existencia tan mortificante que su vida sufre un acortamiento dram¨¢tico. En M¨¦xico es de cinco a?os. En Chile, de 10 a?os.
Las elecciones en toda la regi¨®n ponen en evidencia ese desasosiego que se expresa en radicalizaci¨®n ideol¨®gica y, como consecuencia de esta, en fragmentaci¨®n partidaria. Los pol¨ªticos suelen responder a este clima de inquietud con reflejos demag¨®gicos. Aqu¨ª es cuando lo que sucede en aquella sala de la Reserva Federal resulta tan desagradable: el dinero, que ser¨¢ m¨¢s caro, estar¨¢ menos disponible.
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