La viruela del mono, sin estigmas
El 98% de los afectados son gais. Hay que informarles con claridad para que se protejan
La viruela del mono es poco preocupante ¡ªcontagia mal y no mata¡ª, pero tiene alg¨²n aspecto novedoso que merece la pena explorar. El virus es un viejo conocido, y nunca hab¨ªa logrado extenderse fuera de ?frica m¨¢s all¨¢ de unos pocos casos. Pero el brote actual, que empez¨® hace cinco semanas, ha afectado a 2.000 personas de 28 pa¨ªses. Londres, Madrid, Lisboa, Par¨ªs y Berl¨ªn son las cinco capitales europeas que concentran la mayor¨ªa de los casos, con Madrid encabezando el club. ?Por qu¨¦? Por otro lado, y pese a no ser una enfermedad de transmisi¨®n sexual, el 98% de los casos de viruela del mono se han registrado en hombres que tienen sexo con otros hombres. De nuevo, ?por qu¨¦?
Los datos sobre el actual brote, incluido un estudio de la legendaria Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, todav¨ªa no revisado por pares, indican que el virus se ha abierto camino entre una parte de la comunidad gay altamente interconectada por el sexo. Por alguna raz¨®n, la viruela del mono puede propagarse entre esos hombres de un modo m¨¢s eficaz que entre el resto de la poblaci¨®n. El equipo de Londres piensa que el brote seguir¨¢ creciendo con vigor hasta que su propagaci¨®n se elimine con medidas restrictivas o campa?as de informaci¨®n eficaces. Cualquiera de las dos iniciativas est¨¢ llamada, sin embargo, a enfrentarse a una reacci¨®n social irracional, desde el t¨² no me dices con qui¨¦n follo hasta el usted lo que quiere es estigmatizar a los gais.
Es conveniente mantener la cabeza fr¨ªa. Ya no estamos en Filadelfia en los a?os ochenta, cuando el sida se convirti¨® de inmediato en una cruz grabada a fuego en la frente de los homosexuales. Algo hemos aprendido de aquella experiencia nefasta. Ninguna enfermedad puede ser un estigma para nadie y, como dec¨ªa Thomas Bernhard con caracter¨ªstico tacto de hipop¨®tamo, la gente normal se suele morir de unas cosas horribles. Ni la Escuela de Londres ni ning¨²n otro cient¨ªfico tiene en la cabeza estigmatizar a los gais. Lo que quieren es proteger a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable ante este brote, que son precisamente los hombres que se acuestan con otros hombres. El miedo de los expertos a la reacci¨®n de los activistas impone de facto una autocensura que puede hacer mucho da?o a la comunicaci¨®n de los riesgos al p¨²blico.
Respecto a la transmisi¨®n del virus hay luces y sombras. No hace falta que la enfermedad sea de transmisi¨®n sexual para que se contagie entre amantes, puesto que el sexo implica un contacto estrecho, y son las p¨²stulas caracter¨ªsticas de la monkeypox, similares en aspecto a las de la varicela, las que concentran m¨¢s virus y contagian a los contactos estrechos. Con todo, los investigadores han encontrado ADN viral en el semen de algunos pacientes, y hasta virus infectivos. Pero nadie sabe si eso tiene alguna relevancia cl¨ªnica. En el fondo tampoco importa mucho, puesto que el contacto piel a piel puede hacer el trabajo sin problemas. La mala noticia es que el cond¨®n no protege contra este virus. Habr¨ªa que meter todo el cuerpo en un cond¨®n para evitar la transmisi¨®n. Enfermar no es un estigma, pero empeora la calidad de vida.
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