34 a?os de c¨¢rcel por tuitear
La condena a la joven Salma al Shehab delata la radicalizaci¨®n desp¨®tica de Arabia Saud¨ª contra la libertad de expresi¨®n
Las potencias occidentales han sido permisivas en los ¨²ltimos a?os con las promesas de modernizaci¨®n y apertura que el pr¨ªncipe heredero de Arabia Saud¨ª, Mohamed Bin Salman, ha prodigado en numerosas ocasiones y con las que intentaba ocultar el estrangulamiento de las libertades en el pa¨ªs, entre ellas la libertad de expresi¨®n. La condena a 34 a?os de c¨¢rcel de Salma al Shehab deja a la luz su car¨¢cter propagand¨ªstico. Esta mujer de 34 a?os, madre de dos hijos, higienista dental y profesora de Medicina, preparaba su doctorado en la universidad de Leeds cuando fue detenida a su regreso a Arabia Saud¨ª en diciembre de 2020 para pasar las vacaciones. La acusaci¨®n que ca¨ªa sobre ella fue disponer de una cuenta en Twitter y utilizarla para redifundir las opiniones de disidentes o activistas cr¨ªticos con el r¨¦gimen. Tras llevar m¨¢s de un a?o en prisi¨®n, en confinamiento solitario, fue condenada primero por un tribunal especializado en terrorismo a seis a?os de c¨¢rcel, tras denunciar torturas y abusos. El segundo juicio, celebrado en el Tribunal Penal Especializado de Apelaci¨®n, y sin autorizarle a disponer de un abogado, ha multiplicado la condena hasta los 34 a?os de c¨¢rcel. La causa aducida ha sido promover ¡°disturbios p¨²blicos y desestabilizar la seguridad civil y nacional¡± a trav¨¦s de dicha red. El tribunal remat¨® la aberraci¨®n con la prohibici¨®n de salir del pa¨ªs durante un periodo similar de a?os¡ tras cumplir la sentencia.
Con 159 seguidores en Instagram y unos 2.600 en Twitter, Shehab no es precisamente un peso pesado en t¨¦rminos de influencia social. Se limitaba a retuitear las peticiones de libertad de algunos prisioneros pol¨ªticos, y mostr¨® especial apoyo a la causa de la activista Loujain al Hathloul, una feminista saud¨ª torturada y encarcelada por defender el derecho de las mujeres a conducir. La Universidad de Leeds ha reclamado al Gobierno brit¨¢nico que intervenga para contribuir a la liberaci¨®n de Shehab. El diputado laborista Hilary Benn ha abanderado las protestas contra el r¨¦gimen de Bin Salman y exige a la ministra de Exteriores, y favorita a suceder a Boris Johnson como primera ministra en las primarias tories, Liz Truss, que se muestre firme. Pero Truss ya evit¨® recientemente se?alar al Gobierno saud¨ª como el responsable directo del asesinato del periodista Jamal Kashoggi, y dej¨® claro que el Reino Unido necesita mantener su alianza estrat¨¦gica con los pa¨ªses del Golfo, en un momento en el que la guerra de Ucrania ha incrementado la tensi¨®n energ¨¦tica en la econom¨ªa mundial.
A las protestas moderadas y sin fuelle de las principales potencias se une la actitud c¨ªnica de Twitter, que ha permitido que el fondo soberano saud¨ª, controlado por Bin Salman, se haga con una participaci¨®n importante de la red social. Estados Unidos ha acusado a un asesor del pr¨ªncipe saud¨ª, Bader al Asaker, de poner en marcha una operaci¨®n de rastreo para identificar a usuarios an¨®nimos de Twitter cr¨ªticos con el Gobierno saud¨ª, que acabaron encarcelados. Amnist¨ªa Internacional reclama desde hace meses la liberaci¨®n de Shehab, sin que hasta ahora su exigencia haya tenido mucho eco entre la opini¨®n p¨²blica occidental. Los principales gobiernos han preferido seleccionar por motivos estrat¨¦gicos a los enemigos de la libertad, que parecen excluir a Riad pero incluir a Putin, mientras toleran o callan la cruel represi¨®n contra la libertad de expresi¨®n en Arabia Saud¨ª, especialmente contra las mujeres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.