Propuesta para alcanzar un acuerdo salarial de pa¨ªs
La digitalizaci¨®n y la inteligencia artificial permiten elaborar indicadores fiables sobre la evoluci¨®n de las empresas y hacen posible que parte de las cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial puedan vincularse a la marcha efectiva de cada sector
Sin duda, que la inflaci¨®n general en Espa?a se sit¨²e en diciembre en 3,6 puntos por debajo de la eurozona es una buena noticia. Pero no debiera serlo tanto como para dar pie a balances triunfalistas. Y esto es as¨ª porque si atendemos a la inflaci¨®n estructural ¡ªla subyacente¡ª alcanza un 7%, similar a la media europea. Para dar otro dato que evite cualquier tipo de euforia: casi la mitad de los productos que definen la cesta de la compra ha crecido m¨¢s de un 7% en el ¨²ltimo a?o.
Por tanto, aunque algunas medidas han sido exitosas en la contenci¨®n de la inflaci¨®n general (singularmente, la excepci¨®n ib¨¦rica que ha contenido los precios energ¨¦ticos), hay un hecho muy relevante para explicar lo que est¨¢ ocurriendo en nuestro pa¨ªs: la inflaci¨®n no tiene solo su origen en el incremento de los precios internacionales sino tambi¨¦n en el aumento de los precios internos impulsado por unos m¨¢rgenes de beneficio disparados.
Lo indicaba en el Foro de La Toja la consejera del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel: ¡°Las empresas han sido capaces de aumentar sus precios m¨¢s all¨¢ del incremento de los salarios nominales y en muchos casos incluso m¨¢s all¨¢ del crecimiento de los costes energ¨¦ticos¡±.
Esta afirmaci¨®n es f¨¢cilmente cotejable para Espa?a con los datos que proporciona la Agencia Estatal de la Administraci¨®n Tributaria correspondientes a 1,1 mill¨®n de empresas, que indican que los m¨¢rgenes de beneficio se han disparado hasta el 10,4% sobre las ventas para el conjunto de la econom¨ªa espa?ola, superando todos los registros trimestrales desde 2014 cuando se inici¨® la etapa de crecimiento tras la Gran Recesi¨®n.
Podemos hacer cuatro afirmaciones: 1) Que son los beneficios empresariales los que est¨¢n enquistando una inflaci¨®n que apunta a ser m¨¢s estructural de lo deseable; 2) que esta inflaci¨®n va acompa?ada de un insuficiente incremento de los salarios, lo que provoca una ca¨ªda de su poder de compra; 3) que esto, adem¨¢s de injusto, es un factor de deterioro a medio plazo de la econom¨ªa; 4) que las respuestas del Gobierno para hacer frente a la diferencia que se ha abierto entre el nivel de precios y las rentas de los hogares son coyunturales, cuando el problema es estructural.
Las medidas aprobadas hasta ahora por el Gobierno son medidas paliativas para hacer frente la brecha entre evoluci¨®n de precios y disminuci¨®n de renta real disponible, a trav¨¦s de una reducci¨®n selectiva de impuestos y de transferencias de rentas a determinados colectivos. Bien orientadas aunque con insuficiencias, son de car¨¢cter temporal cuando tienen que hacer frente a un problema que apunta a ser m¨¢s estructural de lo deseado porque los precios en todo caso moderar¨¢n su subida, pero no van a bajar y esto puede cronificar una p¨¦rdida de renta real en millones de personas en Espa?a.
Hoy el reparto justo y equilibrado de la p¨¦rdida de bienestar que supone el aumento de los precios internacionales de la energ¨ªa y otras materias primas es el gran desaf¨ªo para la sociedad espa?ola. Por cuestiones de cohesi¨®n social y para el sostenimiento de la actividad econ¨®mica y la creaci¨®n de empleo.
No debemos perder de vista que las razones que han permitido a las empresas repercutir costes a precios al consumo sin que este se resintiese dram¨¢ticamente tender¨¢n a desinflarse en 2023. Tales razones son el buen comportamiento del empleo (m¨¢s de 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social); el ahorro acumulado en la pandemia del que ha ¡°echado mano¡± una parte de la poblaci¨®n; la aportaci¨®n al consumo generado por la estabilizaci¨®n del empleo derivada de la reforma laboral (el Banco de Espa?a ha estimado esta aportaci¨®n en 3.000 millones de euros); el car¨¢cter expansivo de la pol¨ªtica fiscal, y el efecto retardado de la subida de tipos de inter¨¦s.
Sin embargo, varios de estos factores ir¨¢n rolando de vientos de cola a vientos de cara seg¨²n avance 2023. El recurso al ahorro se ir¨¢ agotando, los tipos de inter¨¦s encarecer¨¢n las hipotecas y restar¨¢n renta a millones de hogares, las medidas del Gobierno son temporales y antes o despu¨¦s se ir¨¢n retirando; la estabilizaci¨®n del empleo sigue teniendo recorrido, pero es necesariamente finita, etc.
Pues bien, ante este panorama Comisiones Obreras considera prioritario para la clase trabajadora y para el pa¨ªs retomar un acuerdo salarial ambicioso y valiente. La distribuci¨®n de esfuerzos est¨¢ siendo injusta e inequitativa.
Hasta ahora el Gobierno, pese a su continua apelaci¨®n a un pacto de rentas, no ha sido capaz de liderar un planteamiento coherente sobre el mismo. Llegados a este punto, le emplazamos a colaborar para hacer de la lucha contra la inflaci¨®n un proyecto colectivo donde la carga no recaiga solo sobre los salarios de las personas trabajadoras.
El Gobierno debe acordar un crecimiento del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) que tenga en cuenta la inflaci¨®n media de 2022 (8,4%) y la evoluci¨®n de los productos b¨¢sicos de la cesta de la compra como los alimentos (15,7%) o costes que no est¨¢n incluidos en el c¨®mputo de la inflaci¨®n, pero suponen un importante esfuerzo para millones de hogares, como el encarecimiento de las hipotecas. Es por ello que hemos solicitado que el SMI se sit¨²e entre los 1.082 y los 1.100 euros mensuales, pudiendo cubrir as¨ª a m¨¢s de dos millones de personas trabajadoras y contribuyendo a reducir la desigualdad salarial y mejorar la situaci¨®n de las mujeres, j¨®venes y hogares pobres.
Tambi¨¦n puede facilitar la mejora de los salarios de cientos de miles de personas trabajadoras cuyos empleos dependen de licitaciones p¨²blicas, donde hoy es pr¨¢cticamente imposible mejorar los salarios por el efecto de la Ley de Desindexaci¨®n y la de Contratos P¨²blicos, vigentes desde la ¨¦poca del Gobierno de Mariano Rajoy y que deben ser modificadas.
Pero donde se va a dirimir la evoluci¨®n de los salarios y c¨®mo repartir los costes de la inflaci¨®n es en la negociaci¨®n colectiva. CEOE ¡ªque no ha apostado en ning¨²n momento por el pacto de rentas¡ª debe recuperar la corresponsabilidad.
En opini¨®n de CC OO, un acuerdo salarial se puede lograr sin provocar nuevos efectos inflacionistas, trasladando una parte del exceso en los m¨¢rgenes de beneficio a incrementos de salarios, combinando subidas iniciales con compromisos ciertos de recuperaci¨®n salarial en el ciclo 2023-2024.
Para ello son necesarias las llamadas cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial. Seguimos pensando que deben recoger referencias a la inflaci¨®n, pero en aras de favorecer el acuerdo aportamos un criterio adicional: que se vinculen no en exclusiva a la evoluci¨®n de los precios, sino tambi¨¦n a la marcha econ¨®mica de las empresas y los sectores, eso s¨ª, atendiendo a criterios objetivables.
Hoy la digitalizaci¨®n, la inteligencia artificial o el big data procuran una ingente cantidad de registros sobre la actividad de las empresas, que est¨¢n en poder de la Agencia Tributaria o la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social. Esos datos, agrupados por el c¨®digo de registro de cada convenio colectivo, permiten elaborar indicadores fiables sobre c¨®mo evolucionan los m¨¢rgenes de beneficios en las empresas cubiertas por cada convenio colectivo. Vinculemos una parte de las cl¨¢usulas de recuperaci¨®n salarial para 2023 y 2024 a la marcha efectiva de cada sector, de acuerdo. Pero hag¨¢moslo con datos fiables y oficiales.
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