Las mujeres de Rep¨²blica Dominicana reclaman por su derecho al aborto
El Congreso del pa¨ªs caribe?o discute un nuevo C¨®digo Penal que mantiene la penalizaci¨®n. El movimiento feminista propone que se permita abortar en casos de violaci¨®n, riesgo de vida de la mujer y malformaciones
Le han llamado el campamento de la dignidad o de la resistencia. Plantado frente al Palacio Nacional, en Santo Domingo, esta acampada ha trastocado desde hace tres semanas la vida pol¨ªtica de Rep¨²blica Dominicana, porque sus integrantes exigen al presidente Luis Abinader, reci¨¦n mudado a Palacio, que impulse la que fue una de sus promesas de campa?a: un nuevo C¨®digo Penal en el que se establezca el derecho al aborto cuando la vida de la madre est¨¢ en riesgo, en caso de violaci¨®n o incesto o por malformaciones del feto. En este pa¨ªs caribe?o de 11 millones de habitantes todav¨ªa est¨¢ vigente el C¨®digo de 1884, en el que se penaliza totalmente el aborto, lo que incluye a Rep¨²blica Dominicana en la tristemente c¨¦lebre lista de seis pa¨ªses que mantienen esa prohibici¨®n total en el mundo ¡ªNicaragua, Honduras, El Salvador, Malta y el Vaticano. Abinader, quien se ha autodenominado como un ¡°socialdem¨®crata moderno¡±, se ha propuesto darle a su pa¨ªs ¡°un ¡®shock¡¯ de institucionalidad y modernidad¡± y las mujeres dominicanas le han tomado la palabra.
Uno de los rostros m¨¢s visibles del campamento es el de Sergia Galv¨¢n, veterana feminista dominicana con m¨¢s de 20 a?os de lucha a su espalda por los derechos de las mujeres dominicanas, el aborto incluido. ¡°Consideramos que este es el momento oportuno, porque hay un compromiso del presidente¡±, afirma Galv¨¢n en entrevista telef¨®nica. Ella explica que se han plantado frente a Palacio porque ese edificio es el centro del poder dominicano, sobre el que el mandatario tiene una gran influencia. Abinader lleg¨® a la presidencia hace cuatro meses y su movimiento pol¨ªtico, el Partido Revolucionario Moderno, controla la mayor¨ªa en el Congreso. Galv¨¢n espera que el presidente use ese liderazgo para presionar a sus diputados que aprueben un nuevo C¨®digo Penal en el que se introduzcan las causales que le den a las mujeres dominicanas el derecho al aborto.
El Congreso de Rep¨²blica Dominicana ha iniciado la discusi¨®n de un nuevo C¨®digo Penal, supuestamente m¨¢s moderno, pero en el que se penaliza a¨²n el aborto. El proceso de discusi¨®n hasta llegar a la aprobaci¨®n ser¨¢ largo y complicado y en ¨¦l pesan tambi¨¦n los intereses de importantes grupos de poder conservadores, incluidas la Iglesia cat¨®lica y las organizaciones evang¨¦licas. El presidente ha dicho que a pesar de apoyar las tres causales que exigen las mujeres dominicanas, ¨¦l no puede imponerlas a los diputados, alegando la separaci¨®n de poderes en un Estado democr¨¢tico. ¡°Cuando el presidente quiere que se apruebe una ley que le interesa, hace uso de su liderazgo para que sea aprobada¡±, afirma Galv¨¢n. ¡°En este caso [del aborto] el Ejecutivo no est¨¢ ejerciendo ese liderazgo de manera adecuada¡±, reclama. ¡°Hay una fuerte presi¨®n de las jerarqu¨ªas eclesiales, que pone en entredicho el Estado laico. El Estado dominicano debe garantizar la laicidad en todas sus pol¨ªticas¡±, explica la feminista.
La influencia de las iglesias dentro de la pol¨ªtica dominicana choca con los cambios que ha experimentado el pa¨ªs caribe?o. Rep¨²blica Dominicana ha registrado uno de los mayores crecimientos econ¨®micos de Am¨¦rica y aunque a¨²n el 30% de su poblaci¨®n vive en condiciones de pobreza, el despegue econ¨®mico ha permitido que se forme una importante clase media, que reclama m¨¢s derechos. Se trata de una generaci¨®n que ha accedido a educaci¨®n, conectada, informada y que aspira a vivir en un pa¨ªs moderno. ¡°Esa clase media ha sido la art¨ªfice de diversos movimientos sociales que han impulsado un cambio en el pa¨ªs. La expansi¨®n de las redes sociales se ha convertido en nuevo instrumento de lucha y eso hace que la batalla por las tres causales del aborto tenga ahora m¨¢s avance¡±, explica la soci¨®loga dominicana Rosario Espinal, catedr¨¢tica de Temple University, en Filadelfia. Espinal califica de ¡°cobard¨ªa¡± la sumisi¨®n de la clase pol¨ªtica frente a la jerarqu¨ªa religiosa y como ¡°chocante¡± la falta de compromiso de los pol¨ªticos de su pa¨ªs con sus propias propuestas. ¡°Este nuevo Gobierno lleg¨® al poder con una plataforma de cambio, con la idea de cambio y modernidad, que fue apoyada por la clase media urbana. Es chocante que al llegar con esa narrativa de cambio, quieran ahora deshacerse de la promesa de apoyar las tres causales¡±, afirma.
Para demostrar la transformaci¨®n que ha experimentado la sociedad dominicana, Espinal recurre a las encuestas. Muestra los datos del Bar¨®metro de las Am¨¦ricas de 2019, que revel¨® que el 61% de los dominicanos est¨¢ de acuerdo con el aborto cuando la salud de la madre est¨¢ en riesgo o cuando se establece que el feto es inviable debido a malformaciones. Son los pol¨ªticos, afirma, quienes no est¨¢n a la altura de las aspiraciones de la sociedad de su pa¨ªs. ¡°Rep¨²blica Dominicana tiene una penalizaci¨®n absoluta del aborto. Eso refleja la fuente incidencia de las iglesias en el poder pol¨ªtico y la cobard¨ªa de la clase pol¨ªtica, incapaz de legislar a partir de la funci¨®n p¨²blica para la que ha sido electa¡±, afirma la soci¨®loga.
Para las mujeres dominicanas la introducci¨®n de las tres causales en el nuevo C¨®digo Penal es un asunto de vida o muerte y de garant¨ªas de sus derechos humanos. En Rep¨²blica Dominicana aumentaron el a?o pasado en un 20% las muertes maternas, se registraron en los hospitales p¨²blicos 25.000 casos de complicaciones de embarazo ligados a abortos en condiciones de riesgo y el pa¨ªs cuenta con uno de los mayores ¨ªndices de embarazo adolescente en el continente. Adem¨¢s, el 12% de las ni?as dominicanas se han casado o unido a una pareja antes de los 15 a?os. Los datos de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica de 2020 muestran que ese a?o se produjeron 5.227 delitos sexuales, 1.028 fueron violaciones y 1.710 agresiones sexuales. Las estad¨ªsticas nacionales revelan un panorama terrible, porque entre 2010 y 2019 fueron obligadas a parir 4.145 ni?as de 12 o menos a?os: 287 de ellas ten¨ªan nueve a?os. El promedio de edad de los padres eran de 24 a?os y el 21% de ellos ten¨ªa m¨¢s de 30 a?os. Sin embargo, el 57% de esos nacimientos no registra informaci¨®n del padre. ¡°Obligar a una mujer violada a continuar con su embarazo es un acto de crueldad¡±, dice Sergia Galv¨¢n. ¡°Que no se permita abortar es discriminatorio e injusto y las que pagan el costo m¨¢s alto de la ilegalidad son las mujeres m¨¢s pobres. Est¨¢n penalizando a las mujeres pobres¡±, agrega.
El reclamo de las mujeres ha tenido eco en pol¨ªticos j¨®venes dominicanos como el diputado Jos¨¦ Horacio, de 32 a?os, recientemente electo para ocupar un curul en el Congreso. ?l es vocero de Alianza Pa¨ªs, un movimiento que ha atra¨ªdo a votantes j¨®venes. Horacio forma parte de la Comisi¨®n de Justicia parlamentaria, que estudi¨® la propuesta del nuevo C¨®digo Penal y logr¨® que en el informe final emitido por la comisi¨®n se incluya la propuesta de incluir una de las causales de aborto exigidas por los movimientos feministas: cuando la vida de la mujer est¨¢ en riesgo. Horacio ha ido m¨¢s lejos al presentar ante la c¨¢mara un informe disidente, en el que recomienda al pleno agregar en el nuevo c¨®digo las otras dos causales: por violaci¨®n o incesto o cuando ¡°el feto es inviable y tenga malformaciones incompatibles con la vida extrauterina¡±. Esta es la segunda batalla legislativa importante del joven diputado: el a?o pasado logr¨® que se aprobara una ley que ¨¦l redact¨® en la que se proh¨ªbe el matrimonio infantil, legal en Rep¨²blica Dominicana. La ley entr¨® en vigencia en enero.
¡°Tengo un compromiso con los derechos humanos¡±, afirma por conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Si aprobamos un C¨®digo Penal que penaliza el aborto, estamos penalizando derechos humanos establecidos en la Constituci¨®n¡±, explica Horacio. Para que el nuevo c¨®digo sea aprobado se necesita la mayor¨ªa calificada de los 190 diputados que componen el Congreso, 92 de ellos del partido oficialista. ¡°Aprobar un c¨®digo sin estas causales significar¨ªa que no somos capaces de adoptar una legislaci¨®n moderna, nos quedar¨ªamos en el atraso, conculcando as¨ª derechos fundamentales¡±, dice el pol¨ªtico. Al pregunt¨¢rsele si cree que su pa¨ªs podr¨¢ tener una legislaci¨®n que d¨¦ a las mujeres el derecho al aborto, Horacio responde: ¡°Ser¨¢ complicado, pero es una cuesti¨®n de tiempo. Tarde o temprano ser¨¢ ley¡±.
En el campamento de la dignidad sus integrantes organizan las actividades de Semana Santa. No est¨¢n dispuestas a dejar la acampada y organizaciones como Cat¨®licas por el Derecho a Decidir, una agrupaci¨®n de creyentes que promueve los derechos de las mujeres, se han unido para apoyarlas con acciones como v¨ªa crucis. Natalia M¨¢rmol e Ivanna Molina son j¨®venes activistas que forman parte de la Coalici¨®n por la Vida y Derechos de las Mujeres. Han sido d¨ªas intensos para ellas, pero los han tomado como un trabajo que defiende los logros alcanzados por las feministas que las antecedieron. ¡°Estar aqu¨ª es el reconocimiento de mi ciudadan¨ªa plena, de mis derechos¡±, dice M¨¢rmol. ¡°Aqu¨ª hay una falta de voluntad pol¨ªtica que nos est¨¢ costando la vida¡±, agrega. Para ellas y las mujeres de su generaci¨®n la lucha por despenalizar el aborto es la esperanza de construir un pa¨ªs que les d¨¦ garant¨ªas de seguridad. ¡°Este movimiento no es algo del momento. Esta es tambi¨¦n una demanda de una democracia moderna¡±, afirma Molina. ¡°Sabemos que al final del d¨ªa los cambios sociales no son inmediatos, pero este campamento es un ejemplo de que se pueden lograr¡±, agrega. Ambas mujeres dicen que est¨¢n dispuestas a agotar todos los recursos a su alcance para lograr la despenalizaci¨®n del aborto en su pa¨ªs. ¡°Esto lo vamos a lograr de la forma que sea¡±, acota Molina.
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