La socialdemocracia en la Espa?a democr¨¢tica
Las etapas de gobiernos socialistas han supuesto para el pa¨ªs la mejor inyecci¨®n de progreso, bienestar, modernidad y europe¨ªsmo que jam¨¢s hubi¨¦ramos imaginado. Ahora la izquierda tiene que evitar problemas sucesorios
La socialdemocracia ha tenido unos objetivos persistentes en el tiempo. Sin embargo, sus pol¨ªticas para alcanzar tales objetivos han variado de forma sustancial. As¨ª, tras una primera oleada de nacionalizaciones en la posguerra, los partidos socialdem¨®cratas tendieron a optar por las pol¨ªticas de bienestar en una econom¨ªa mixta. El giro consisti¨® en una mezcla de pol¨ªticas keynesianas, provisi¨®n de bienes p¨²blicos por el Estado, promoci¨®n de la igualdad de oportunidades a trav¨¦s de la educaci¨®n, protecci¨®n de la necesidad mediante un ingreso m¨ªnimo vital y una combinaci¨®n de pensiones contributivas y no-contributivas, as¨ª como un sistema fiscal progresivo. Este giro fue expresado en dos experiencias muy influyentes. Una fue el congreso del SPD alem¨¢n en Bad Godesberg celebrado en 1959. La otra fue el Gobierno laborista de Harold Wilson en el Reino Unido a partir de 1964.
Si nos atenemos al caso espa?ol, el triunfo electoral del PSOE en 1982 fue debido no solo a la crisis de la derecha, sino a una revisi¨®n de su programa en el congreso de 1979. Tras la larga y cruel dictadura y tras cinco a?os de gobiernos inestables durante la Transici¨®n, el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez hered¨® una inflaci¨®n que alcanzaba una tasa del 15%, un desempleo situado en el 16,2% y un d¨¦ficit p¨²blico equivalente al 5,6% del PIB.
La gesti¨®n de Gonz¨¢lez sin duda pasar¨¢ a la historia. Se fortaleci¨® la democracia, se moderniz¨® la econom¨ªa, se cre¨® un sistema nacional de salud, se reforzaron las pensiones introduciendo asimismo pensiones no-contributivas, se estableci¨® una ense?anza gratuita hasta los 16 a?os financiada por fondos p¨²blicos. Tal vez debido a ese per¨ªodo inicial, el Partido Socialista ha gobernado Espa?a durante 25 a?os frente a los 16 a?os en que ha gobernado la derecha.
El siguiente Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero reforz¨® mucho las libertades. Aprob¨® una Ley de Memoria Hist¨®rica para permitir la recuperaci¨®n de v¨ªctimas del franquismo por sus familiares. Tambi¨¦n se legaliz¨® el matrimonio entre personas del mismo sexo. El Gobierno socialista aprob¨® asimismo una Ley de Dependencia que proporcion¨® apoyo a personas necesitadas. Se introdujo una ley del aborto que mejoraba la situaci¨®n de mujeres que afrontaban esa dram¨¢tica decisi¨®n. Se reforzaron las medidas para luchar contra la violencia de g¨¦nero. El Gobierno consigui¨® poner fin a la actividad terrorista de ETA. Y tom¨® la decisi¨®n de retirar las tropas espa?olas de Irak. Valga como contraste el ataque a Irak por parte del Gobierno del Partido Popular presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, frente a la oposici¨®n del 91% de los espa?oles (seg¨²n datos del CIS de 2003).
Los resultados del Gobierno de Zapatero fueron considerables durante un tiempo. La proporci¨®n de desempleados respecto de la poblaci¨®n activa se redujo en tres puntos porcentuales. La inversi¨®n en I+D+i pas¨® de representar un 1,06% a un 1,2% del PIB (lejos todav¨ªa del promedio europeo del 1,8%).
Zapatero declar¨® en una ocasi¨®n que ¡°el programa de una izquierda moderna pasa por una econom¨ªa bien gobernada, con super¨¢vit de las cuentas p¨²blicas y un sector p¨²blico limitado. Todo ello conjugado con la extensi¨®n de los derechos civiles y sociales¡± (16 de abril de 2006). As¨ª, el salario m¨ªnimo se increment¨® un 22%, la pensi¨®n m¨ªnima un 36%, las becas un 80% respecto de 2004, y en la educaci¨®n se suprimieron los itinerarios que introduc¨ªan unas discriminaciones muy tempranas.
Su problema dram¨¢tico radic¨® en la crisis financiera internacional desencadenada en Estados Unidos tras la ca¨ªda de Lehman Brothers y en el fuerte incremento de los precios de las materias primas. Pero su legado ha sido muy grande en lo que se refiere a los derechos ciudadanos y a la equidad social (por ejemplo, el decil de ingresos m¨¢s bajos increment¨® un 17,9% su participaci¨®n en la renta total del pa¨ªs).
El actual Gobierno de Pedro S¨¢nchez ha conseguido unos resultados considerables en muy poco tiempo. Las condiciones han sido particularmente dif¨ªciles. Por un lado, la terrible pandemia de la covid desde 2020; por otro, la primera guerra desatada en Europa desde 1945, debido a la cruenta invasi¨®n de Ucrania llevada a cabo por Vlad¨ªmir Putin. A la vez, Pedro S¨¢nchez preside el primer Gobierno de coalici¨®n desde la recuperaci¨®n de la democracia. El Ejecutivo est¨¢ apoyado por una diversidad de grupos parlamentarios.
Mientras que en Espa?a se trata de una experiencia desconocida, los gobiernos de coalici¨®n han sido la regla en Alemania, Austria, B¨¦lgica, Finlandia, Irlanda, Italia, Pa¨ªses Bajos o Portugal. Y no solo duran m¨¢s tiempo sino que redistribuyen m¨¢s la renta (el 10% m¨¢s rico tiene 3,4 veces la renta del 10% m¨¢s pobre; por el contrario, en pa¨ªses con gobiernos monocolor la diferencia es de 4,7 veces).
Pese a todas las dificultades, el Gobierno de S¨¢nchez ha llevado a cabo una pol¨ªtica t¨ªpicamente socialdem¨®crata y de una eficacia considerable. Sus pol¨ªticas han dignificado la democracia, eliminando s¨ªmbolos humillantes de la dictadura (como el Valle de los Ca¨ªdos) o aprobando una nueva Ley de Memoria Democr¨¢tica (que facilita la recuperaci¨®n de los restos de v¨ªctimas de la guerra y de la dictadura). Su pol¨ªtica econ¨®mica ha ofrecido, dentro de las dificultades de la pandemia y de la guerra, unos resultados estimables. Por poner un ejemplo, en 2022 las econom¨ªas de los pa¨ªses de la eurozona crecieron en promedio un 3,5% mientras que la econom¨ªa espa?ola creci¨® un 5,5%. La tasa de desempleo ha sido de un 12,9% de la poblaci¨®n activa en 2022 ¡ªen comparaci¨®n, se situ¨® en un 20,4% en 2010 y en un 19,1% en 1996¡ª. A su vez, la inflaci¨®n alcanz¨® un 5,6% en 2022, mientras que en la zona euro represent¨® un 9,2%.
En cuanto a las pol¨ªticas sociales, las pensiones se han incrementado en paralelo al IPC manteniendo su poder adquisitivo en tiempos dif¨ªciles. Tambi¨¦n se han aprobado topes a los alquileres; ha aumentado el salario m¨ªnimo y se ha introducido un ¡°ingreso m¨ªnimo vital¡± para reducir la pobreza. Ha mejorado el mercado de trabajo, poniendo coto a los empleos temporales, introduciendo contratos fijos discontinuos (que evitan el desempleo de trabajadores temporales) y contratos laborales indefinidos. Dos reformas han mejorado la educaci¨®n: por un lado, la ley Cel¨¢a (suprimiendo los itinerarios educativos discriminatorios reintroducidos bajo el Gobierno del PP con Mariano Rajoy); por otro lado, la ley de universidades (que puede internacionalizar nuestra ense?anza superior).
Es cierto que no resulta f¨¢cil comparar per¨ªodos ni realizar especulaciones contraf¨¢cticas. Pese a las diferencias de contexto, resulta claro que existen continuidades entre los tres per¨ªodos de gesti¨®n socialista. A mi juicio, carece de sentido enfrentarlos. Es m¨¢s, las experiencias de estas tres etapas de gobierno tal vez sean lo suficientemente convincentes como para reducir la posibilidad de gobiernos de la derecha que limiten las libertades y restrinjan los derechos. Que eliminan recuerdos a Miguel Hern¨¢ndez o Largo Caballero, mientras levantan monumentos a Mill¨¢n Astray o denominan calles como Ca¨ªdos de la Divisi¨®n Azul.
En este punto del camino, con la ventaja que da la perspectiva y la vida acumulada, creo que las etapas de gobiernos socialistas en Espa?a han supuesto para el pa¨ªs la mejor inyecci¨®n de progreso, bienestar, modernidad y europe¨ªsmo que jam¨¢s hubi¨¦ramos imaginado a fines de los a?os setenta. Particip¨¦ en esos cambios perteneciendo a los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez. Asist¨ª a la expectaci¨®n que levantaron los nuevos aires y las pol¨ªticas de Zapatero. Y presencio con orgullo ciudadano la tarea actual del presidente Pedro S¨¢nchez, quien de nuevo est¨¢ profundizando la democracia espa?ola a trav¨¦s de pol¨ªticas socialdem¨®cratas que est¨¢n teniendo una considerable repercusi¨®n internacional.
La izquierda tiene que evitar problemas sucesorios. Y debe recordar siempre estos versos de Jos¨¦ Angel Valente: ¡°lo peor es no ver/ que la nostalgia es se?al de enga?o/¡ no se tiene raz¨®n/ por haberla tenido¡±.
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