Se agota el tiempo

La crisis clim¨¢tica provoca unos cambios de tal magnitud que hace que todos los seres vivos del planeta estemos transitando por territorio desconocido y cada dato nuevo apunta en la misma y preocupante direcci¨®n. Esta semana se ha dado un paso m¨¢s en ese sentido al haber batido el r¨¦cord de temperatura media diaria en la Tierra en dos ocasiones, llegando el lunes a los 16,9 grados y un d¨ªa despu¨¦s a los 17. Es preciso subrayar que hace apenas siete a?os, en 2016, se produjo el ¨²ltimo r¨¦cord de temperaturas, lo que supone toda una muestra m¨¢s de la dimensi¨®n y la velocidad que est¨¢ alcanzando el calentamiento global.

No existen registros ni experiencias que muestren c¨®mo reacciona la biosfera, tal y como la conocemos y en la que nos hemos desarrollado como especie, en estas condiciones. Los modelos de predicci¨®n que se emplean no han podido anticipar la rapidez con la que los cambios han aparecido, por lo que necesitan ser revisados y mejorados continuamente, m¨¢s a¨²n teniendo en cuenta que lo que est¨¢ sucediendo nos lleva a escenarios muy inciertos. Esta situaci¨®n viene en gran medida asociada a la necesidad de determinar si el cambio ya ha alcanzado los puntos de inflexi¨®n que pueden provocar saltos abruptos de las temperaturas y otras variables clim¨¢ticas fuera de los m¨¢rgenes de tolerancia habituales. Las consecuencias son desconocidas para el conjunto del clima y, por tanto, para todos los seres vivos que habitamos la Tierra.

El Sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) publicado en marzo de 2023, ya insist¨ªa en esta l¨ªnea. Constata de forma inequ¨ªvoca la existencia de un cambio en el clima como consecuencia, en su mayor medida, de la acci¨®n humana, y advierte, con datos ya existentes y bas¨¢ndose en predicciones, de los m¨²ltiples efectos sobre el conjunto de las sociedades, en especial de aquellas que viven en mayores condiciones de vulnerabilidad. No obstante, el informe dice algo m¨¢s que no se puede olvidar: estamos a tiempo de parar las peores consecuencias de la crisis clim¨¢tica si ponemos en marcha el cambio de pol¨ªticas y modelos que se viene reclamando.

En una situaci¨®n en la que ni siquiera hemos sido capaces todav¨ªa de inventariar todos los efectos de esta crisis clim¨¢tica en la biosfera, y m¨¢s all¨¢ del incremento de temperaturas y de la aparici¨®n de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos cada vez m¨¢s recurrentes y virulentos, el r¨¢pido cambio que est¨¢ experimentando el clima supone una modificaci¨®n de las condiciones del planeta, el espacio donde se produce la vida. Un preocupante cambio que se extiende a todos los aspectos de lo econ¨®mico, lo social y lo pol¨ªtico.

En este contexto, con las evidencias cient¨ªficas sucedi¨¦ndose d¨ªa a d¨ªa y con los efectos del cambio clim¨¢tico apenas empezando a mostrarse, no solo es necesario mantener el rumbo de la transici¨®n ecol¨®gica, sino que es urgente incrementar su velocidad y ambici¨®n, lo que es tambi¨¦n una oportunidad para una sociedad y un modelo m¨¢s inclusivo y que proteja el capital natural que nos sustenta. De ah¨ª que sea especialmente grave y preocupante la llamada de la derecha espa?ola a ralentizar la transici¨®n ecol¨®gica, en lo que supone toda una concesi¨®n al marco negacionista de la ultraderecha y un jarro de agua fr¨ªa a las inversiones y el desarrollo de lo que se ha venido en llamar la econom¨ªa verde.