BCE, pasarse de frenada
La subida de tipos por parte de la autoridad monetaria afecta ya a la concesi¨®n de cr¨¦dito y la actividad econ¨®mica de la zona euro
Siguiendo el guion previsto, el jueves el Banco Central Europeo (BCE) volvi¨® a elevar los tipos de inter¨¦s hasta situarlos en el 4,25%, su nivel m¨¢s alto en dos d¨¦cadas. La entidad que preside Christine Lagarde admite que, despu¨¦s de la mayor subida de tipos del banco en su historia, las perspectivas econ¨®micas de la zona euro han empezado a enfriarse y, aunque la inflaci¨®n se contiene en los ¨²ltimos meses hasta bajar al 5,5%, ¡°a¨²n se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo¡±. Un mensaje inequ¨ªvoco de que la autoridad monetaria no piensa dar marcha atr¨¢s en su pol¨ªtica a corto plazo, pese a algunas se?ales que indican que, al igual que tard¨® en reaccionar en 2022 a la escalada de precios, ahora corre el riesgo de pasarse de frenada.
Corr¨ªa el a?o 2000 cuando los tipos de inter¨¦s de la zona euro alcanzaban los actuales niveles, en un contexto de crecimiento del 4%, que empujaba al alza los precios. El escenario actual no puede ser m¨¢s diferente. Los ¨²ltimos datos oficiales muestran que la econom¨ªa de la zona euro se ha salvado de la recesi¨®n t¨¦cnica por la m¨ªnima, despu¨¦s de una ca¨ªda del PIB a finales de 2022 y un estancamiento de la actividad en el primer trimestre del a?o, pero con algunos miembros destacados de la regi¨®n ¡ªcomo Francia y Alemania¡ª instalados en tasas negativas de actividad. Este lunes conoceremos nuevos datos del PIB de la eurozona en el segundo trimestre y de la evoluci¨®n de los precios en julio, pero los ¨²ltimos indicadores ya apuntan un claro enfriamiento de la actividad: la industria est¨¢ recortando producci¨®n, la construcci¨®n de viviendas sufre por la restricci¨®n del cr¨¦dito y los servicios crecen a un ritmo notablemente lento. El riesgo de recesi¨®n, aunque sea en su forma m¨¢s suave, se hace evidente para la segunda mitad del a?o.
El propio BCE publicaba esta semana una encuesta sobre las condiciones de los cr¨¦ditos en la eurozona que muestra una ca¨ªda hist¨®rica en la solicitud de pr¨¦stamos por parte de consumidores y empresas. El alto coste del dinero y la menor tolerancia de los bancos al riesgo desincentivan la demanda de pr¨¦stamos y, con ello, las perspectivas de inversi¨®n empresarial y de concesi¨®n de nuevas hipotecas. La previsible vuelta a una cierta austeridad fiscal en la eurozona a partir de 2024 no har¨¢ sino agudizar todas estas se?ales.
Hasta ahora, el BCE ha seguido muy de cerca la senda marcada por la Reserva Federal de Estados Unidos, que tambi¨¦n ha subido el precio del dinero en el ¨²ltimo a?o hasta niveles no vistos en dos d¨¦cadas, pero la realidad econ¨®mica cada vez es m¨¢s distinta en las dos orillas del Atl¨¢ntico. Entre abril y junio, el PIB de EE UU aceler¨® su crecimiento hasta el 2,4% y, seg¨²n las nuevas estimaciones del Fondo Monetario Internacional, la econom¨ªa estadounidense cerrar¨¢ este ejercicio con un incremento del 1,8%. Justo el doble de lo que prev¨¦ para la zona euro, con un crecimiento de apenas el 0,9% en 2023.
Adem¨¢s, cada vez m¨¢s voces alertan de la aparente desconexi¨®n entre la debilidad de la actividad econ¨®mica y el mercado laboral, que muestra una inusitada fortaleza (con una tasa de paro hist¨®ricamente baja, del 6,5%, aunque en Espa?a sigue por encima del 11%). Es un claro ejemplo de las cambiantes din¨¢micas que suceden en la econom¨ªa pospandemia, tanto en el ¨¢mbito global como europeo. Son cambios que el BCE har¨ªa bien en no ignorar ante la evidencia de que las subidas de tipos a¨²n tardar¨¢n en impactar de lleno en la econom¨ªa europea.
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