Tragedia en Murcia
La muerte de 13 personas en el incendio de una zona de discotecas exige dilucidar todas las responsabilidades pol¨ªticas, administrativas y empresariales
Una tragedia como la de Murcia, con 13 muertos en el incendio de una zona de discotecas, despierta antes que nada el horror, la compasi¨®n por las v¨ªctimas y la solidaridad con sus allegados. Pero inmediatamente se impone la exigencia de explicaciones y de responsabilidades para que los fallecidos y sus familiares obtengan justicia y para que no se repita el drama.
Desde enero de 2022 pesaba sobre las dos discotecas incendiadas (Teatre y la Fonda Milagros) una orden de cese de actividad derivada de la reforma proyectada por la primera para dividir el local, seg¨²n confirmaron el lunes los sucesivos responsables de Urbanismo del Ayuntamiento, tanto el del PP como su predecesor, del PSOE. En octubre siguiente, esa misma concejal¨ªa requiri¨® a los servicios de inspecci¨®n que comprobasen el cese de actividad. ?Por qu¨¦ no se hizo?
Un a?o despu¨¦s, los responsables pol¨ªticos no pueden descargar solo sobre los t¨¦cnicos municipales la responsabilidad de que esa orden no llegara a ejecutarse. No hablamos de locales clandestinos, sino de establecimientos que se publicitaban abiertamente y activos en una zona de la capital murciana a la que acuden centenares de j¨®venes cada fin de semana, a veces con vigilancia policial para prevenir incidentes. Adem¨¢s, en marzo pasado, y pese a carecer de licencia, Teatre super¨® una inspecci¨®n municipal de sanidad dentro del proceso del nuevo proyecto de legalizaci¨®n a¨²n en tramitaci¨®n.
Tambi¨¦n es indignante que los responsables de ambas discotecas y sus abogados se enzarcen en una cadena de reproches sobre cu¨¢l fue el foco del siniestro y qui¨¦n sab¨ªa qu¨¦ de su situaci¨®n legal. La investigaci¨®n abierta por un juzgado de Instrucci¨®n permitir¨¢ contestar a las muchas preguntas a¨²n pendientes, comenzando por la causa del siniestro. El hecho de que las diligencias se hayan incoado por 13 supuestos delitos de homicidio imprudente sugiere la existencia de responsabilidades penales.
El ocio nocturno es un sector que en 2019, antes de la pandemia, supuso casi un 2% del PIB nacional. Su importancia econ¨®mica da la medida del volumen de locales que existen en el pa¨ªs. Casos como el de Murcia, o el incendio que en abril caus¨® tres muertos en un restaurante en Madrid, deben alertar sobre qu¨¦ medidas de seguridad, de las que son responsables los due?os de los locales, no se han desarrollado. O cu¨¢ntos errores burocr¨¢ticos salen solo a la luz cuando ocurre una tragedia.
Cientos de miles de j¨®venes disfrutan cada fin de semana de la enorme oferta de ocio nocturno en toda Espa?a. Y millones de personas (padres, madres, familiares, amigos) aguardan su regreso a casa. Muchos de ellos se preguntan hoy qui¨¦n vigila la fiesta. Ni la codicia ni la negligencia sirven como respuesta.
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