No es tan raro Milei
?Por qu¨¦ est¨¢ loco el nuevo presidente argentino cuando habla de la compraventa de beb¨¦s, pero no nuestro ordenamiento jur¨ªdico que permite la inscripci¨®n de los nacidos por alquiler de vientres en el extranjero?
Me sorprende que nos sorprendan algunas de las propuestas del nuevo presidente argentino. Los valores que defiende est¨¢n bien presentes en el mundo desde por lo menos los tiempos de Reagan y Thatcher. El personaje nos parece exc¨¦ntrico porque se presenta como antisistema, pero todo liberalismo extremo en lo econ¨®mico lo es por definici¨®n porque su objetivo es acabar con cualquier estructura que sea un freno al mercantilismo puro y duro.
La jornada electoral argentina me pill¨® leyendo El Sue?o de la aldea Ding, del escritor chino Yan Lianke, que trata sobre un pueblo cuyos habitantes deciden, para salir de la miseria, ponerse a vender su propia sangre. La soluci¨®n parece funcionar: algunos mejoran su situaci¨®n econ¨®mica, pero pronto se descubre que muchos se han infectado de una nueva enfermedad sin cura, el sida. El texto, de una enorme belleza, nos recuerda que traspasar los l¨ªmites de lo que se puede explotar comercialmente suele tener consecuencias.
Milei se mostr¨® claro cuando se le pregunt¨® sobre la compra venta de ni?os. Todos se llevaron las manos a la cabeza, pero esas indecentes transacciones ya se est¨¢n dando en las pulcras y civilizadas democracias del mundo libre bajo el disfraz de la sanitaria expresi¨®n ¡°gestaci¨®n subrogada¡±. Cierto es que a las mujeres no se les extirpa el ¨²tero (a¨²n no) para venderlo, pero se hace algo incluso peor: convertirlas en simples incubadoras, como si las implicaciones f¨ªsicas y emocionales de gestar y parir un hijo fueran distintas cuando se firma un contrato en el que se renuncia a ¨¦l, en el que te conviertes en un servicio. El cuerpo de la mujer no hace el proceso de forma distinta s¨®lo porque el embri¨®n sea de otros; un embarazo es un embarazo y s¨®lo el lenguaje as¨¦ptico deshumanizador consigue que aceptemos esta barbaridad tan anarcocapitalista y tan t¨ªpicamente patriarcal.
Algunos de nuestros famosos m¨¢s simp¨¢ticos, incluso algunos que se dicen de izquierdas y feministas, hace tiempo que se piden beb¨¦s paridos por otras para satisfacer su deseo de convertirse en padres, madres o abuelas-madres de hijos difuntos. ?Por qu¨¦ est¨¢ loco Milei, pero no nuestro ordenamiento jur¨ªdico, que permite la inscripci¨®n de los nacidos por alquiler de vientres en el extranjero? Milei es el loco de la motosierra. A m¨ª personalmente me resulta m¨¢s espeluznante la famosa capaz de arrancarle a una madre el fruto de su vientre pagando lo que haga falta para luego explotar y exponer sin escr¨²pulo alguno el precioso producto que ha adquirido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.