Lecciones de la econom¨ªa espa?ola

En un escenario de insoportable enfrentamiento pol¨ªtico, los datos de la econom¨ªa espa?ola que se han conocido esta semana no dejan de ofrecer buenas noticias. El crecimiento y el empleo han desafiado los pron¨®sticos m¨¢s agoreros y han batido todas las previsiones de los analistas en un contexto de estancamiento de la zona euro, en un entorno de crecientes tensiones geopol¨ªticas y con los tipos de inter¨¦s m¨¢s elevados de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Europa va a dos velocidades y en esta ocasi¨®n Espa?a lidera el grupo de los pa¨ªses que presentan mejor desempe?o.

Despu¨¦s de terminar 2023 con un crecimiento del PIB del 2,5% y acelerar el ritmo al final del a?o, la meta del 2% prevista por el Gobierno para este ejercicio parece mucho m¨¢s alcanzable. El consumo de los hogares, impulsado por un aumento de poblaci¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes en los dos ¨²ltimos a?os que ha permitido sortear el impacto de la crisis inflacionaria y la energ¨¦tica, y sobre todo el gasto p¨²blico explican buena parte de este crecimiento. Despu¨¦s de dos trimestres en retroceso, las exportaciones se recuperaron a final de a?o, pero por encima de esto destaca el buen comportamiento del sector servicios. Por el lado del turismo, el sector ha superado el impacto de la pandemia y est¨¢ logrando alargar las temporadas y reducir la estacionalidad. Y por el lado de los servicios que no son tur¨ªsticos ¡ªactividades inform¨¢ticas, profesionales, cient¨ªficas o de consultor¨ªa¡ª, se observa que han crecido un 25%, lo que arroja cierta esperanza en una posible transformaci¨®n del modelo productivo. Ese dinamismo ha hecho posible que Espa?a roce los 21 millones de cotizantes, las subidas fiscales aprobadas para bancos y energ¨¦ticas no han desincentivado la creaci¨®n de empleo y los salarios crecen por encima de la inflaci¨®n y permiten a los trabajadores recuperar poder adquisitivo. A la vista de este escenario, los principales servicios de estudio han revisado al alza la previsi¨®n de crecimiento para este ejercicio.

Sin duda, la econom¨ªa espa?ola presenta un buen balance, pero no inmaculado. Pese al despliegue de los fondos de recuperaci¨®n europeos, que tendr¨ªan que ser un acicate, la inversi¨®n acumula dos trimestres de pronunciadas ca¨ªdas, lo que seg¨²n la encuesta de confianza del Banco de Espa?a responde a la incertidumbre que suscita la pol¨ªtica y, en particular, las medidas econ¨®micas y fiscales del Ejecutivo. No es un dato menor. Espa?a es uno de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que, junto a Alemania, a¨²n no ha recuperado el nivel de inversi¨®n previo a la pandemia y aunque esta es un factor que pesa m¨¢s en econom¨ªas m¨¢s dependientes del sector industrial, es evidente que esta tendencia no es sostenible a medio plazo. Por otro lado, un gasto p¨²blico que crece a un ritmo del 3,8% no puede mantenerse en un momento en que ya toca volver a la ortodoxia fiscal y controlar el nivel de d¨¦ficit y deuda p¨²blicos. Ahora que las econom¨ªas est¨¢n desplegando pol¨ªticas industriales nacionales, la falta de margen presupuestario deja a Espa?a en clara desventaja frente a otros pa¨ªses.

La ausencia de Presupuestos para 2024 no es una buena noticia. La din¨¢mica de la econom¨ªa espa?ola es fuerte y puede seguir funcionando sin ellos, pero las cuentas p¨²blicas representan el principal proyecto pol¨ªtico de un Gobierno y la mejor herramienta para canalizar un modelo de crecimiento y de cambio econ¨®mico. Cuanto antes se empiecen a negociar los Presupuestos para el pr¨®ximo ejercicio, mejor para todos.