Inquietud por la expansi¨®n del dengue
El aumento de las temperaturas lleva a un r¨¦cord de infecciones en climas tropicales y extiende la enfermedad a lugares donde era desconocida
El dengue, una enfermedad tropical infecciosa que transmite un mosquito y causa fuertes dolores musculares, de cabeza, fiebre y v¨®mitos, bate r¨¦cords en el continente americano y el sudeste asi¨¢tico en 2024. Solo en Am¨¦rica Latina suman 4,6 millones los casos notificados en lo que va de a?o, lo que supone un espectacular aumento del 230% respecto al mismo periodo del a?o pasado, seg¨²n la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS). Los casos m¨¢s graves pueden producir la muerte. Brasil (203 millones de habitantes) es el m¨¢s afectado en n¨²meros absolutos, pero en proporci¨®n la tasa es mucho peor en Paraguay (con 2.500 casos por cada 100.000 habitantes), Guatemala y Per¨². Argentina est¨¢ en el s¨¦ptimo puesto y Brasil en el noveno. La explosi¨®n de casos de dengue, que en Brasil ha matado ya a 1.300 personas, guarda relaci¨®n con la crisis clim¨¢tica, seg¨²n los expertos de la OPS.
La enfermedad se concentra en regiones tropicales y subtropicales. Se calcula que hay entre 100 y 400 millones de infecciones al a?o en el mundo. Pero nadie est¨¢ a salvo de nuevos brotes. El mosquito que transmite el dengue, el Aedes aegypti, antes desconocido en climas templados, como Europa, est¨¢ adentr¨¢ndose en nuevos territorios gracias al aumento de las temperaturas. En las regiones donde es end¨¦mico, ahora llega antes y m¨¢s lejos que nunca, sobre todo por el fen¨®meno de El Ni?o, el calentamiento anormal del oc¨¦ano Pac¨ªfico.
Existe una vacuna, pero a un precio inaccesible para buena parte de la ciudadan¨ªa de los pa¨ªses m¨¢s afectados. El Brasil de Lula da Silva es el primer pa¨ªs, y por ahora el ¨²nico, que la ofrece en la sanidad p¨²blica, por el momento solo para brasile?os de entre 10 y 14 a?os en las ciudades m¨¢s afectadas. En la Argentina del ultraliberal Javier Milei, la inyecci¨®n cuesta 130 euros, el equivalente a dos tercios del salario m¨ªnimo, un gasto fuera del alcance de muchos. Mientras, se dispara el precio del repelente antimosquitos, que se agota en los comercios.
Todos los pa¨ªses necesitan m¨¢s campa?as sobre prevenci¨®n b¨¢sica, inspecciones para evitar aguas estancadas, evitar que codiciosos sin escr¨²pulos se lucren con la emergencia y tratar de hacer llegar la vacuna a los m¨¢s vulnerables a trav¨¦s del sistema p¨²blico. Tambi¨¦n hay que acelerar estudios cient¨ªficos sobre m¨¦todos preventivos novedosos, como el que modifica el Aedes aegypti para que no pueda trasmitir el dengue, el zika, la fiebre amarilla o la chikungunya.
En la pandemia de covid el mundo aprendi¨® la diferencia que puede marcar que los gobiernos se tomen en serio una amenaza infecciosa. La enfermedad puede resultar especialmente grave en el segundo contagio, lo cual anticipa que el a?o que viene la situaci¨®n podr¨ªa ser peor. El dengue est¨¢ cabalgando sobre el aumento de temperaturas, y eso no va a cambiar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.