No evitemos el malestar
Los lectores escriben sobre la b¨²squeda de la felicidad, el aumento de la LGTBIfobia y el racismo, la falta de oportunidades laborales y la seguridad en las f¨¢bricas de ropa
Soy analista del Instituto de la Felicidad de Copenhague. Mucha gente me pregunta qu¨¦ hacer para ser m¨¢s feliz, o al menos tanto como los daneses. Si queremos vivir como los daneses, dejemos de evitar la infelicidad. Si ves que tu jefe no te paga las horas extra, no hagas mindfulness, ap¨²ntate a un sindicato. Si el partido al que votas pag¨® comisiones millonarias a sus familiares durante la pandemia, no dejes de pensar, den¨²ncialo y expresa tu rabia. Ante la injusticia, preocup¨¦monos, no tratemos de calmar la rabia; y si lo hacemos, que sea saliendo a la calle o expresando nuestra indignaci¨®n. Es lo que han hecho siempre los daneses: no evitar el malestar. Si se hubiera tratado de calmar la rabia en un spa en lugar de en las calles no habr¨ªa sido posible ninguna de las revoluciones que nos han dado los derechos que hoy disfrutamos. Reconozcamos y abracemos la importancia del malestar.
Alejandro Cencerrado Rubio. Madrid
Retrocedemos en derechos
?Qu¨¦ estamos haciendo mal con los j¨®venes? Durante un taller con adolescentes en un instituto me he dado cuenta y he tenido que pararme a recapacitar. La extrema derecha resurge en las aulas con el odio constante que sale de sus bocas, solo con repetir lo que escuchan en sus casas o en algunos medios de comunicaci¨®n. Ese odio al colectivo LGTBI, a los inmigrantes marroqu¨ªes ¡ªpiensan que los inmigrantes son solo de Marruecos o rumanos, no ingleses o alemanes¡ª, la vuelta del machismo... Sin duda retrocedemos en derechos, y hay que tomar medidas.
Mar¨ªa Gal¨¢n Garc¨ªa. Valencia
Hoy me siento in¨²til
Tengo 44 a?os, dos carreras, un m¨¢ster y he completado muchos cursos en diferentes ¨¢mbitos. Soy madre, interina de secundaria, profesora de universidad y ahora estoy parada. Me consideran demasiado vieja y cualificada para trabajar en el sector servicios; a la vez, no estoy lo suficientemente cualificada para trabajar en educaci¨®n, me faltan idiomas y el doctorado. Estoy agotada de estudiar para un buen trabajo, de ser la madre que organiza, cocina y soluciona, de obligarme a llevar una talla 38, de aparentar, de sobrevivir. No me gusta esta sociedad. Hoy no le veo nada positivo.
Raquel Tejero Y¨¦lamos. M¨¢laga
Por unas f¨¢bricas de ropa seguras
Han pasado 11 a?os de la mayor tragedia de la industria textil ¡ªel derrumbe del Rana Plaza en Bangladesh con 1.138 v¨ªctimas mortales¡ª y a¨²n hay marcas que no han firmado el acuerdo internacional para la salud y seguridad en la industria textil. Se trata del ¨²nico acuerdo vinculante que protege a las trabajadoras de la confecci¨®n y garantiza que realicen su labor en condiciones seguras y saludables, seg¨²n he sabido por la campa?a Ropa Limpia. Me decepciona que muchas marcas cuyas tiendas vemos a diario en nuestras calles no den un paso adelante para garantizar la seguridad de sus trabajadoras. M¨¢s de 200 empresas han firmado. ?Por qu¨¦ no todas?
Ana Carrasc¨®n Iglesias. Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.