La sexualidad en la pol¨ªtica brasile?a
Bolsonaro usa el t¨¦rmino ¡°imbroch¨¢vel¡± con un significado sexual mientras Lula utiliza ¡°tes¨®n¡±, en el mismo tono, para referirse a su fuerza pol¨ªtica. Este lenguaje contamina la pol¨ªtica
La pol¨ªtica brasile?a se ti?e cada vez m¨¢s de sexualidad. Sea el expresidente Jair Bolsonaro que el progresista Lula da Silva, ambos suelen medir su fuerza pol¨ªtica con lenguaje sexual. En la extrema derecha, Bolsonaro acu?¨® el t¨¦rmino imbrochavel o imbroxavel. Fue el grito que lanz¨® en un discurso en una plaza p¨²blica mientras daba un beso a su esposa, la evang¨¦lica Michelle, y le preguntaba si le hab¨ªa fallado alguna vez.
De acuerdo con el diccionario Michaelis, ¡°brochar¡± significa ¡°perder la impotencia sexual¡±, mostrarse incapaz de satisfacer a la mujer. En sentido figurado significa tambi¨¦n ¡°mostrarse desanimado¡±. Ese vocablo de imbrochavel en sentido sexual es el que Bolsonaro ha acu?ado en una moneda que ofrece a las personalidades que lo visitan. La ocasi¨®n m¨¢s reciente ha sido la visita del presidente argentino Javier Milei. El mandatario acudi¨® a un acto p¨²blico a favor de Bolsonaro sin encontrarse con el presidente Lula.
Al entregarle la medalla de imbrochavel a Milei, este lo entendi¨® muy bien y hasta hizo la broma de mover las nalgas. Es cierto que ahora alguien le ha aconsejado a Bolsonaro que ese s¨ªmil sexual puede indicar tambi¨¦n que ¨¦l no ceder¨¢ pol¨ªticamente, que seguir¨¢ en su lucha aunque acabe en la c¨¢rcel. Quiere seguir siendo la bandera de los colores de la extrema derecha en Brasil, conectada ya con la ultraderecha mundial.
Curiosamente, tambi¨¦n el izquierdista Lula, que por tercera vez preside los destinos de Brasil, usa desde la orilla opuesta el s¨ªmbolo sexual de ¡°tes¨®n¡± para indicar su fuerza pol¨ªtica. Lo explicit¨® cuando se comenz¨® a hablar de que tendr¨¢ m¨¢s de 80 a?os en 2026, cuando intentar¨¢ presentarse otra vez como candidato. Ha explicado que ¨¦l, a pesar de su edad, tiene ¡°un tes¨®n¡±, en alusi¨®n a la fuerza sexual de una persona de 20 a?os y hasta brome¨® diciendo: ¡°Que se lo pregunten a mi esposa Janja¡±.
Siempre se ha sabido de la fuerza que la sexualidad ha revestido en la cultura brasile?a, fundamentalmente sensual por su historia y costumbres. Basta recordar los carnavales, los m¨¢s atrevidos sexualmente del mundo. Recuerdo un art¨ªculo que escribi¨® Mario Vargas Llosa en este diario despu¨¦s de haber asistido a un desfile de carnaval en la avenida de Copacabana, en R¨ªo de Janeiro. ¡°Es que, Juan ¡ªme coment¨®¡ª, all¨ª hac¨ªan sexo a cielo abierto¡±.
Lo curioso es que esa libertad sexual que caracteriza a la sociedad brasile?a est¨¢ contaminando al lenguaje de la pol¨ªtica, tanto a la derecha como a la izquierda. Y la derecha la usa como comod¨ªn para defender los valores m¨¢s conservadores, hasta el punto que hoy la mayor¨ªa de las mujeres votan a la derecha y ya la mayor¨ªa de los ciudadanos est¨¢n contra el aborto y contra la legalizaci¨®n de las drogas menores.
Leonardo Avitzer, catedr¨¢tico de la Universidad Federal de Minas Gerais, ha escrito que ¡°lo que est¨¢ ocurriendo no es que el brasile?o es hoy m¨¢s conservador en el campo moral, sino que ello se identifica cada vez m¨¢s con la derecha¡±. Si en el pasado el tema de la libertad sexual se atribu¨ªa sobre todo a la izquierda, tras la llegada de Bolsonaro con su lenguaje de bajo talante se contamina tambi¨¦n a la hasta ayer p¨²dica derecha, que seg¨²n el bolsonarismo tiene que ser eso imbroxavel, mientras la izquierda considera que para gobernar bien no se necesita ser j¨®venes, sino tener vigor sexual.
Todo ello en v¨ªsperas de las elecciones municipales de octubre pr¨®ximo, que est¨¢n siendo consideradas tanto como una prueba de las presidenciales del 2026, ya que en estas municipales Lula y Bolsonaro medir¨¢n de nuevo su fuerza electoral en las urnas, y ser¨¢n el mejor sondeo para medir la envergadura actual de la izquierda y de la derecha.
Para Lula, las elecciones de alcaldes en todo el pa¨ªs van a ser tan importantes que hasta ha criticado a sus ministros de ¡°viajar demasiado¡± al exterior en vez de poner todas sus fuerzas en conquistar votos para la izquierda, fundamentales para empezar a delinear las pr¨®ximas presidenciales, que ser¨¢n decisivas para saber si Brasil se inclina por la modernidad que est¨¢ cambiando el mundo o elige quedarse enclaustrado en las cavernas de la derecha bolsonarista que se considera imbroxable.
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