50 a?os de la fundaci¨®n de la UMD: los militares dem¨®cratas de la Transici¨®n
La actuaci¨®n de los miembros de la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica contribuy¨® en varios aspectos fundamentales al cambio pol¨ªtico y el desmontaje del franquismo
El 1 de septiembre de 1974, hace justo 50 a?os, se fund¨® en Barcelona la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD). Doce oficiales del Ej¨¦rcito de Tierra ¡ªtres comandantes y nueve capitanes¡ª se reunieron durante un fin de semana para sentar las bases de una organizaci¨®n clandestina de militares dem¨®cratas en el final de la dictadura franquista. Los comandantes Juli Busquets y Luis Otero, compa?eros de promoci¨®n, lideraron una aventura tan apasionante como arriesgada en lo personal, lo familiar y lo profesional. Conjugar entonces la milicia con la democracia no era lo que se estilaba en el Ej¨¦rcito espa?ol.
En la reuni¨®n fundacional se discuti¨® la coyuntura pol¨ªtica nacional, marcada por la expectativa del cambio ante la cercana desaparici¨®n del dictador, lo que abr¨ªa una confrontaci¨®n entre reformistas e inmovilistas, y al mismo tiempo activaba a las fuerzas pol¨ªticas de la oposici¨®n democr¨¢tica, tanto en el exilio como en el interior. La UMD aprob¨® un ideario, sistematizado en una introducci¨®n prospectiva y 10 objetivos ¡ªcinco pol¨ªticos y cinco profesionales¡ª, que se resum¨ªan en la aspiraci¨®n a una Espa?a democr¨¢tica integrada en Europa y a unas Fuerzas Armadas renovadas y bajo la leg¨ªtima autoridad civil.
El Ideario de la UMD fue utilizado como doctrina para la captaci¨®n de los compa?eros de armas con mentalidad abierta al cambio democr¨¢tico. La organizaci¨®n se expandi¨® partiendo de Barcelona, Madrid y Galicia como focos de irradiaci¨®n, hasta conseguir un mapa de peque?os grupos instalados en 15 provincias con contingentes militares. Las t¨¦cnicas de captaci¨®n, una vez agotados los c¨ªrculos cercanos de confianza, se basaban en la observaci¨®n del militar y sus opiniones pol¨ªticas, donde resultaba ¨²til pulsar el discriminador de su posici¨®n sobre dos acontecimientos: el golpe de Estado de Pinochet en Chile y la Revoluci¨®n de los Claveles en Portugal. Cuando se estimaba procedente, se le daba a leer el Ideario para la aceptaci¨®n del programa de la organizaci¨®n. La UMD, compuesta esencialmente por oficiales del Ej¨¦rcito de Tierra, penetr¨® en los otros componentes militares, a trav¨¦s de la labor del capit¨¢n Jos¨¦ Ignacio Dom¨ªnguez (Ej¨¦rcito del Aire), el comandante de Infanter¨ªa de Marina Jos¨¦ Miguel Bouza (Armada) y, en la Guardia Civil, el teniente Luis Alonso.
La UMD llega a ser posible por una serie de factores relativos a las caracter¨ªsticas personales de sus fundadores y a la situaci¨®n terminal de la dictadura franquista, sobre los que impacta la gesta del 25 de abril de los capitanes portugueses. En los precedentes de la organizaci¨®n tienen una indiscutible influencia la experiencia pedag¨®gica de Forja ¡ªuna asociaci¨®n cat¨®lica que, a partir de la preparaci¨®n premilitar del Movimiento, evoluciona hacia una formaci¨®n rigurosa en la que se inculca a los alumnos el compromiso y la conciencia social¡ª, el contacto con el ambiente universitario antifranquista de una generaci¨®n de oficiales j¨®venes, y, en menor medida, los antecedentes familiares republicanos y liberales de algunos de sus miembros. El proceso de toma de conciencia pol¨ªtica est¨¢ impulsado por la progresiva reideologizaci¨®n del r¨¦gimen en el tardofranquismo y la inspiraci¨®n que para todos supone la acci¨®n militar del 25 de abril en Portugal.
En la actividad pol¨ªtica de la UMD, durante sus casi tres a?os de existencia organizada, cabe distinguir diferentes ¨¢mbitos: la concienciaci¨®n democr¨¢tica en los cuarteles y el establecimiento de contactos pol¨ªticos con la oposici¨®n ¡ªcon Felipe Gonz¨¢lez, entonces Isidoro, celebran dos reuniones¡ª durante el oto?o-invierno de 1974-1975; la ampliaci¨®n de contactos con representantes de la Corona, del entorno de don Juan y del pr¨ªncipe Juan Carlos; el despliegue de la defensa de los detenidos a partir del verano, lo que da visibilidad al grupo y donde adquiere relevancia especial la portavoc¨ªa en el extranjero del capit¨¢n Dom¨ªnguez, y el apoyo a la formaci¨®n de una plataforma unitaria de oposici¨®n democr¨¢tica, sin sesgo partidista, que culminar¨¢ con Coordinaci¨®n Democr¨¢tica (la Platajunta).
La represi¨®n del movimiento militar democr¨¢tico en el franquismo comienza con la orden de detenci¨®n de 10 de sus miembros a fines de julio de 1975, una vez que el Servicio de Informaci¨®n del Ej¨¦rcito (SIBE), dirigido por el coronel S¨¢enz de Tejada, hab¨ªa concluido una exhaustiva investigaci¨®n, que se inicia meses atr¨¢s. La monitorizaci¨®n del fen¨®meno fue realizada tambi¨¦n por los militares reformistas del Servicio de Documentaci¨®n de la Defensa (SECED), que no intervienen. Los procesos de la jurisdicci¨®n militar, limitados deliberadamente en el n¨²mero de los encausados y concentrados en una ¨²nica Regi¨®n Militar, se plantean como una cuesti¨®n interna del Ej¨¦rcito de depuraci¨®n de externalidades.
Celebrado el Consejo de Guerra en marzo de 1976, los procesados de la UMD son condenados a severas penas de prisi¨®n y a la separaci¨®n del servicio. La ley de amnist¨ªa de 1977, tras las presiones ejercidas por el mando militar, mantiene la expulsi¨®n de los militares de la UMD, que no son reincorporados a los ej¨¦rcitos de un pa¨ªs que estrenaba una avanzada Constituci¨®n democr¨¢tica. La condena se complementa en los a?os siguientes con un ambiente de caza de brujas, que se manifiesta en la apertura de otros procesos jurisdiccionales y m¨²ltiples medidas sancionadoras contra los oficiales marcados gen¨¦ricamente como ¡°rojos¡±.
Tras la muerte de Franco, el expediente de la UMD, que evolucion¨® r¨¢pidamente desde un grupo ¨²til para la ruptura democr¨¢tica a inconveniente en la estrategia reformista, entra en un periodo de silencio. El PSOE, instalado en el poder con una ampl¨ªsima mayor¨ªa absoluta, mantiene la discriminaci¨®n de la UMD por entender que perjudicaba sus intereses de negociaci¨®n de las reformas. Los militares relacionados con la UMD pasan a ser proscritos en la reforma, que desarrollan los oficiales profesionales, aquellos que no se hab¨ªan significado. En el cambio de legislatura de 1986, una d¨¦cada despu¨¦s de las condenas, en gran medida por el empe?o personal del vicepresidente Alfonso Guerra, se promulga la Ley de Rehabilitaci¨®n de Militares Profesionales, que les devuelve sus carreras militares con la actualizaci¨®n de sus empleos, pero en el entendimiento de que pasar¨ªan a la reserva definitivamente amortizados.
El caso de la UMD no se cierra con la mencionada ley, ya que faltaba lo fundamental: rectificar el juicio moral sobre la naturaleza del grupo y precisar el sentido de su contribuci¨®n a las condiciones que facilitaron la recuperaci¨®n de las libertades democr¨¢ticas en Espa?a. Y resulta demoledor, como pa¨ªs democr¨¢tico, que tuvieran que pasar dos d¨¦cadas m¨¢s para que el Gobierno, cumpliendo un mandato parlamentario, aprobara por fin en 2009 una declaraci¨®n institucional de reconocimiento de los militares dem¨®cratas de la UMD, que es seguida de la concesi¨®n e imposici¨®n de recompensas militares a los 14 miembros procesados por la jurisdicci¨®n militar por su pertenencia a la organizaci¨®n. En enero de 2022, se corrige una ausencia notable en esta lista, con la concesi¨®n de la cruz al m¨¦rito militar, a t¨ªtulo p¨®stumo, al coronel Juli Busquets.
Con la perspectiva hist¨®rica que nos permite el medio siglo transcurrido desde su fundaci¨®n, cabe apuntar un balance consolidado de la contribuci¨®n de la UMD a la transici¨®n pol¨ªtica en aspectos fundamentales: la ruptura de la pretendida unidad ideol¨®gica de las Fuerzas Armadas y, por tanto, de su eventual actuaci¨®n unitaria contra el proceso democr¨¢tico; la mejora de las relaciones entre civiles y militares con la recuperaci¨®n de la confianza popular en unos ej¨¦rcitos con una larga implicaci¨®n con la dictadura franquista; la concienciaci¨®n democr¨¢tica en los cuarteles como espacio de opini¨®n de especial significaci¨®n en el cambio pol¨ªtico, y la contenci¨®n de la deriva golpista al poner de manifiesto, con su arriesgada postura cr¨ªtica, las contradicciones internas del r¨¦gimen y que se desconoc¨ªa la extensi¨®n real del movimiento de militares dem¨®cratas.
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