Los derechos de los dependientes
La aplicaci¨®n de la ley de dependencia debe tener en cuenta las necesidades y la voluntad de quienes protege
La historia de Mar¨ªa Soledad Dom¨ªnguez, de 79 a?os, y Desiderio Hern¨¢ndez, de 83, que este jueves llevaba este peri¨®dico a su portada, supera el drama personal. Matrimonio de Plasencia (C¨¢ceres), casados hace casi 60 a?os, ambos padecen una demencia que avanza con rapidez. ?l est¨¢ valorado con un grado dos de dependencia (sobre tres), lo que le da derecho a una plaza en una residencia; ella, de grado uno, no lo tiene. Separarlos arruinar¨ªa la vida que les quede, por lo que uno de sus hijos, su cuidador principal, reclama que se cambie la forma de valorar la dependencia para tener en cuenta casos como este.
Cualquier derecho reconocido en una norma legal, por relevante que sea, pierde algo de sentido si no atiende a las situaciones reales de los ciudadanos a los que pretende cubrir. Espa?a dio un enorme salto cuando consagr¨® por ley en 2006 la atenci¨®n a las personas dependientes, pero su desarrollo ha quedado lastrado a veces por la burocracia, los desequilibrios entre autonom¨ªas ¡ªque tienen las competencias en asistencia social¡ª y a?os de recortes econ¨®micos.
En 2013, en medio de la austeridad impuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy, se regul¨® que los dependientes moderados, como Mar¨ªa Soledad, no tengan derecho a una plaza en una residencia p¨²blica, situaci¨®n que se mantiene a fecha de hoy. Los casi 4.000 millones de financiaci¨®n del plan de choque de 2021 no se han traducido a¨²n en una mejora sustancial de los servicios de atenci¨®n a la dependencia, como lamenta la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales: el tiempo medio para tramitar un expediente asciende a 324 d¨ªas (cuando no deber¨ªa superar los seis meses), y m¨¢s de 296.000 personas estaban a finales de 2023 en lista de espera, entre quienes aguardan su prestaci¨®n y las pendientes de valorar. En el primer semestre de este a?o, cada 15 minutos mor¨ªa una persona esperando aquello a lo que tiene derecho.
Hacer buena pol¨ªtica pasa por saber adelantarse a las necesidades y a las trabas futuras. El problema ya est¨¢ aqu¨ª y el horizonte abunda en la misma direcci¨®n: los mayores de 65 a?os ser¨¢n el 30% de la poblaci¨®n espa?ola en 2047; y los mayores de 80, el 27% en 2065, seg¨²n el INE. Todo ello en un contexto de ca¨ªda de la natalidad y de familias m¨¢s peque?as, lo que incidir¨¢ en un modelo de cuidados cuya columna vertebral sigue siendo la atenci¨®n en el ¨¢mbito familiar.
Con ese desaf¨ªo demogr¨¢fico en frente, el Gobierno present¨® en junio la primera estrategia para un nuevo modelo de cuidados, uno de cuyos objetivos es ser m¨¢s respetuoso con la voluntad de las personas. La historia de Mar¨ªa Soledad y Desiderio refleja la relevancia de ese respeto. Y de cierta flexibilidad, ya que ni ellos ni su familia pueden pagar lo que cuesta mensualmente una residencia privada: unos 2.000 euros de media, en un pa¨ªs donde solo el 14% de estos centros son de titularidad y gesti¨®n p¨²blicas.
La ley de dependencia cumplir¨¢ 18 a?os el 1 de enero pr¨®ximo, una mayor¨ªa de edad suficiente para ofrecer todo lo que se espera de ella. Lamentablemente, a¨²n no es as¨ª. A pesar, no obstante, de que ya hay miles de personas cuya situaci¨®n es sin duda mucho mejor gracias a esa norma.
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