Aclamar a Pedro S¨¢nchez
El presidente lleg¨® al Gobierno por una moci¨®n de censura que se justificaba en la corrupci¨®n del PP. En 2023 obtuvo la investidura por medio de un intercambio corrupto
Lo que presentamos como nuestra mayor virtud se convierte en nuestro mayor defecto y la causa que enarbolamos es el argumento m¨¢s eficaz contra nosotros. Pedro S¨¢nchez lleg¨® al poder en 2018 por medio de una moci¨®n de censura que se justificaba en la corrupci¨®n del Partido Popular. En 2023 obtuvo la investidura por medio de un intercambio corrupto: el pacto de votos por impunidad. Ahora vemos adem¨¢s un caso de presunta corrupci¨®n que afecta a figuras importantes en el PSOE y el Gobierno, acompa?ado de comportamientos como poco discutibles de personas cercanas al presidente.
La defensa de la igualdad era una preocupaci¨®n hist¨®rica. La ley de amnist¨ªa muestra que los delitos son diferentes seg¨²n qui¨¦n los comete. Todav¨ªa no sabemos en qu¨¦ consiste el concierto fiscal, pero se compromete a favorecer a los ricos sobre los pobres: eso es tambi¨¦n lo que hace el impuesto a la banca. Como ha escrito Francisco de la Torre, ¡°repartir entre CC AA la recaudaci¨®n de un impuesto en funci¨®n del PIB de cada una de ellas no es razonable, ni equitativo, ni mucho menos solidario¡±. Las cifras macroecon¨®micas son buenas, pero hay un problema grave de acceso a la vivienda, temor al desclasamiento y la percepci¨®n de que el ascensor social ha dejado de funcionar.
Otro de los estandartes era la regeneraci¨®n. La colonizaci¨®n institucional comenz¨® al poco de llegar al poder, como se?al¨® Carlos Y¨¢rnoz, y ha desembocado en el control sectario y desvergonzado de RTVE, en exministros al frente de instituciones neutrales y en un fiscal general del Estado imputado por el Tribunal Supremo por supuesta revelaci¨®n de secretos. El feminismo era otra gran apuesta: hemos visto la escisi¨®n del movimiento, una ley defendida con argumentos punitivistas que acab¨® rebajando las penas de m¨¢s de mil agresores sexuales y la muestra de un escandaloso doble rasero entre lo que se defiende en p¨²blico y lo que se hace en privado, y todo al grito de que lo personal es pol¨ªtico.
La polarizaci¨®n se denuncia y se cultiva con fruici¨®n. La coalici¨®n negativa se basa en lo malos que son los otros, y se ha mostrado resistente, ayudada por la torpeza de la oposici¨®n. Los retos han sido enormes, y ha habido respuestas admirables como la vacunaci¨®n (e iniciativas valiosas y mejorables, como el Ingreso M¨ªnimo Vital). Pero el proyecto, cada vez m¨¢s ensimismado y exhausto, parece reducirse a su mera supervivencia: las aclamaciones que oiremos este fin de semana en el Congreso Federal del PSOE tratar¨¢n de ahogar el murmullo desasosegante de las contradicciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.