Morir de tuberculosis ya no es rom¨¢ntico
Esta enfermedad, que mata a m¨¢s de un mill¨®n de personas cada a?o, se asoci¨® a la belleza y la expresi¨®n art¨ªstica durante el siglo XIX y se vincul¨® luego a la marginalidad. Ahora, su control es un gran reto
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La primera mitad del siglo XIX es considerada la ¨¦poca dorada del romanticismo, un movimiento cultural y filos¨®fico que antepon¨ªa el coraz¨®n a la raz¨®n. Y es precisamente en esta ¨¦poca cuando una de las enfermedades infecciosas m¨¢s devastadoras de la humanidad, la tuberculosis, alcanz¨® tambi¨¦n su m¨¢ximo apogeo.
Resulta curiosa la relaci¨®n que se estableci¨® entre la enfermedad y la belleza. La est¨¦tica de los tuberculosos, con su piel fina y p¨¢lida, su rubor en las mejillas y la intensidad de sus labios, debido a la fiebre, estuvo estrechamente enlazada con el canon de belleza que se impuso en la ¨¦poca. Adem¨¢s, la enajenaci¨®n y los delirios provocados por la enfermedad en sus estadios finales se asociaron con la m¨¢xima expresi¨®n de la creatividad art¨ªstica. Por eso, en este tiempo, la enfermedad fue sin¨®nimo de romanticismo, y no hab¨ªa aspiraci¨®n mayor para un escritor, pintor o compositor rom¨¢ntico que fallecer de tuberculosis.
Pero la revoluci¨®n industrial, que tambi¨¦n tuvo lugar en ese mismo momento hist¨®rico, llev¨® asociada el hacinamiento de la clase obrera en viviendas que presentaban humedades y escasa ventilaci¨®n, favoreciendo la propagaci¨®n de g¨¦rmenes. As¨ª que para finales del siglo XIX, la tuberculosis pas¨® de estar relacionada con el romanticismo a vincularse a la marginalidad. Y es en este contexto en el que entra en juego el m¨¦dico alem¨¢n Robert Koch, que por primera vez, en el a?o 1882, gracias a la utilizaci¨®n de un novedoso m¨¦todo de tinci¨®n, demuestra que el causante de la enfermedad es un agente microbiano llamado Mycobacterium tuberculosis (o bacilo de Koch, en honor del cient¨ªfico).
Hoy en d¨ªa sabemos que la tuberculosis es producida no solo por la bacteria M. tuberculosis, sino tambi¨¦n por otras bacterias del mismo g¨¦nero como M. bovis o M. africanum. Tambi¨¦n sabemos que ¨¦stas tienen forma alargada de entre 1 y 10 micras de longitud y que su crecimiento es lento en el laboratorio ¨Ctardan hasta tres semanas en aparecer colonias visibles en placas cultivadas a 37 grados¨C. Y sabemos que tiene afectaci¨®n, sobre todo, de tipo pulmonar, y que cada a?o mata a m¨¢s de un mill¨®n de personas en todo el mundo.
Para su diagn¨®stico siguen siendo fundamentales las t¨¦cnicas de tinci¨®n, ya que posibilitan su visualizaci¨®n al microscopio ¨®ptico. Las dos tinciones m¨¢s utilizadas son las llamadas tinci¨®n de Ziehl-Neelsen, la cl¨¢sica, y la tinci¨®n con fluorocromos, mucho m¨¢s actual. Tambi¨¦n son importantes para un correcto diagn¨®stico y seguimiento de la enfermedad los cultivos microbiol¨®gicos y la utilizaci¨®n de t¨¦cnicas bioqu¨ªmicas.
En el a?o 2006, fueron definidas unas repeticiones en t¨¢ndem de unidades intercaladas de microbacterias (MIRUs, por su traducci¨®n al ingl¨¦s) que posibilitaban, no solo un correcto diagn¨®stico de la enfermedad, sino, tambi¨¦n, la identificaci¨®n gen¨¦tica (genotipado) del organismo que la causa. Esto, desde el punto de vista sanitario, supuso una aut¨¦ntica revoluci¨®n en el ¨¢mbito de la tuberculosis, ya que mediante amplificaci¨®n por PCR de m¨²ltiples fragmentos de ADN se puede, por ejemplo, establecer posibles v¨ªnculos epidemiol¨®gicos entre pacientes con tuberculosis.
La gen¨®mica de la tuberculosis
Pero la biolog¨ªa molecular crece a pasos gigantescos, y apenas una d¨¦cada despu¨¦s de establecerse la t¨¦cnica de mirutipado (utilizaci¨®n de los MIRUs para genotipar) como la mejor opci¨®n para conocer gen¨¦ticamente a los organismos causantes de la tuberculosis, se ha visto que existe otra opci¨®n que resulta mucho m¨¢s fiable para conocer la din¨¢mica de transmisi¨®n de la enfermedad. Se trata de la utilizaci¨®n de la secuencia del genoma completo de la bacteria, que ha aumentado de una manera asombrosa la especificidad en la definici¨®n de los grupos de transmisi¨®n. As¨ª, se puede considerar que ha nacido la epidemiolog¨ªa gen¨®mica de la tuberculosis.
La enajenaci¨®n y los delirios provocados por la enfermedad en sus estadios finales se asociaban con la m¨¢xima expresi¨®n de la creatividad art¨ªstica
Las nuevas metodolog¨ªas de an¨¢lisis basadas en la lectura de la secuencia completa de genomas (WGS, Whole Genome Sequencing, en ingl¨¦s) han resultado ser una herramienta fundamental en la vigilancia transfronteriza y el control de la tuberculosis, siendo capaz de discriminar incluso entre casos importados y transmisiones recientes. Sin embargo, esta no es a¨²n una t¨¦cnica tan barata y asequible como pueden serlo otras menos precisas y espec¨ªficas. As¨ª que habr¨¢ que seguir trabajando para desarrollar opciones que faciliten su aplicaci¨®n.
Hace tiempo que la tuberculosis dej¨® de ser una enfermedad asociada a la belleza y la creatividad. Ya no es rom¨¢ntico morir de tuberculosis. En pleno siglo XXI, esta es una de las diez causas principales de muerte en el mundo, y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud se ha puesto como objetivo fundamental reducir el n¨²mero de muertes en un 95% y la tasa de incidencia en un 90% antes de 2035. El espacio que anta?o ocuparon la magia o el fetichismo, ahora lo ocupa la ciencia. Estamos de enhorabuena.
Jos¨¦ Antonio Garrido C¨¢rdenas es profesor del Departamento de Biolog¨ªa y Geolog¨ªa de la Universidad de Almer¨ªa.
Este art¨ªculo fue originalmente publicado en The Conversation.
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