Entender a los aliados culturales de la mutilaci¨®n genital femenina para ayudar a las mujeres
M¨¦dicos del Mundo y la Universidad de Almer¨ªa estudian c¨®mo desmontar los mitos sobre los que se sostiene la ablaci¨®n para evitar que los padres de pa¨ªses donde se practica acepten que sus hijas sean mutiladas en viajes de vacaciones
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El miedo de ser considerada una mujer sin valor, ser rechazada por impura ha calado profundamente en las mujeres que han sufrido mutilaci¨®n genital. Los testimonios de africanas residentes en Almer¨ªa, entrevistadas por M¨¦dicos del Mundo, dan cuenta del peso de la tradici¨®n en esta cruel pr¨¢ctica. As¨ª lo expresan ellas en un reci¨¦n aprendido espa?ol: ¡°Cuando una no ha hecho corte, no la consideran como una de ellos, no s¨¦ c¨®mo decirlo, para ellos no tener tanto valor¡±. ¡°Cuando cortas, la mujer no va a tener ganas de hacer sexo, no va a buscarle, hasta que quiera su marido¡±. ¡°Porque es la tradici¨®n, no s¨¦ m¨¢s, para disminuir el apetito del sexo, para no ir con muchos hombres¡±.
Entender el complejo mundo que han dejado atr¨¢s estas mujeres es uno de los objetivos del Proyecto Transfiere de M¨¦dicos del Mundo y de la Universidad de Almer¨ªa (UAL). Es llamado as¨ª porque aspira ¡°transferir¡± sus investigaciones acad¨¦micas a las organizaciones de la sociedad civil para desmontar esos mitos y evitar que las hijas de estas mujeres, muchas nacidas en Espa?a, sean mutiladas en viajes de vacaciones al pa¨ªs de origen de sus padres.
Algunos de los hallazgos fueron compartidos durante el Congreso Internacional de la ONG dedicado a la mutilaci¨®n genital femenina, que la semana pasada celebr¨® 26 ponencias y registr¨® una asistencia de m¨¢s de 800 personas de todo el mundo.
Para Cayetano Fern¨¢ndez Sola, profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UAL, las respuestas de las entrevistadas evidencian que la mutilaci¨®n genital femenina est¨¢ pensada para controlar el cuerpo femenino. ¡°No hay nada en las religiones, ni musulmana ni cristiana, que indique que convenga hacerlo. En el fondo se trata de controlar la sexualidad de la mujer para que se mantengan fieles o v¨ªrgenes¡±, se?ala
Por eso, el Proyecto Transfiere tambi¨¦n prev¨¦ abordar la problem¨¢tica con los hombres del entorno de las migrantes y entregar un informe definitivo en agosto. ¡°La ablaci¨®n es una manifestaci¨®n del patriarcado. Los l¨ªderes de las comunidades, religiosos o sociales, son una pieza clave para ir desmontando esta serie de creencias o enga?os que favorecen la pr¨¢ctica¡±, a?ade el acad¨¦mico de la UAL.
La esperanza es poner a salvo a las m¨¢s de 18.000 ni?as en Espa?a que son hijas de mujeres que fueron mutiladas y que est¨¢n en riesgo de serlo tambi¨¦n, seg¨²n el Mapa de la Mutilacio?n Genital Femenina en Espan?a (Fundacio?n Wassu-UAB, 2016). M¨¦dicos del Mundo, con una trayectoria de m¨¢s de 20 a?os, espera que la investigaci¨®n aporte herramientas a sus mediadores y al personal de salud, que son los primeros que detectan cuando una mujer ha sido v¨ªctima de esta pr¨¢ctica.
Carmen Ag¨¹era, que coordina la comisi¨®n de violencia de g¨¦nero en el Hospital Costa del Sol de Marbella y particip¨® en el congreso de M¨¦dicos del Mundo, asegura que su actuaci¨®n es fundamental. ¡°Los sanitarios estamos en un lugar de privilegio para ayudar porque somos proveedores de salud. Ellas est¨¢n dentro del sistema de salud y acuden con confianza¡±. El a?o pasado, esta especialista en medicina familiar formul¨® un protocolo local sobre el abordaje integral que se debe dar a las mutiladas que ahora debe ser socializado.
Sergio P¨¦rez Torres, ginec¨®logo del Hospital de la Axarqu¨ªa en M¨¢laga y voluntario de M¨¦dicos del Mundo, reconoce su pasividad antes de conocer el problema. ¡°No era del todo consciente de que esta problem¨¢tica era tan importante, es una cosa que muchas veces se obvia cuando la mujer acude a la consulta por un sangrado, pero cuando eres consciente ya no puedes mirar para otro lado¡±, cuenta.
A nivel nacional existe un protocolo desde 2015, pero lo ideal, seg¨²n las organizaciones, es que cada provincia desarrolle una gu¨ªa de los recursos que un sanitario tiene en su localidad, y que tambi¨¦n permita los nexos con mediadores locales porque no siempre es f¨¢cil hablar de este tema tab¨² y menos si no se conoce el idioma nativo de los migrantes.
190.000 ni?as corren el riesgo de ser sometidas a la ablaci¨®n, seg¨²n el Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero que recoge datos en 17 pa¨ªses
Fatima Djarra Sani naci¨® en Guinea Bissau y es experta en prevenci¨®n de esta pr¨¢ctica en Navarra. Pese a que ten¨ªa todo a su favor para atraer a otras mujeres migrantes, hace m¨¢s de 10 a?os tuvo que cambiar la estrategia de su convocatoria y propuso hablar de extranjer¨ªa y salud sexual. ¡°Trabajamos para prevenir que las ni?as que han nacido aqu¨ª no sean mutiladas en los pa¨ªses de origen de sus padres. Pero tambi¨¦n con las supervivientes trabajamos la sexualidad, la relaci¨®n afectivo-sexual y si ellas quieren una reconstrucci¨®n, las derivamos¡±, dice. Y a?ade: apenas un 10% de ellas se atreve a dar ese paso.
Los condicionamientos de su cultura les persiguen hasta el momento de la reconstrucci¨®n. En la investigaci¨®n de la UAL, una afectada habla del sentimiento de culpa: ¡°Hace unos a?os decid¨ª operarme, me cost¨® un mont¨®n tomar la decisi¨®n, pas¨¦ muchos miedos, sin poder dormir, ten¨ªa sue?os repetitivamente del momento que pas¨¦ la ablaci¨®n, empec¨¦ a adelgazar de tantos nervios y estr¨¦s. A veces sent¨ªa culpa. Siempre he pensado que estar¨¢ bien si mis padres me lo han hecho, ?ser¨¢ por algo? ?Estoy haciendo bien? ?Qu¨¦ pensar¨¢ la gente?¡±.
El congreso de M¨¦dicos del Mundo cerr¨® sus sesiones virtuales con la conclusi¨®n de que la ablaci¨®n es un problema global que ata?e a todos. Hay 600.000 personas en Europa que viven con las consecuencias de haber sido cortadas en su infancia. Esta es la cifra de la Red Europea contra la Mutilaci¨®n Genital Femenina (EndFGM). Aparte de esto, 190.000 ni?as est¨¢n en riesgo, seg¨²n el Instituto Europeo de Igualdad de G¨¦nero, que recoge datos en 17 pa¨ªses. ¡°Hay que empujar a nivel europeo y nacional para que se hagan protocolos integrados y pol¨ªticas que coordinen a todos los actores, de todos los sectores. Y es importante que sea impulsado por los gobiernos para que haya recursos¡±, se?ala Chiara Cosentino, jefa de Incidencia Pol¨ªtica de EndFGM.
Finalmente, se debe comprometer a los padres de las ni?as que est¨¢n en peligro en la lucha por la erradicaci¨®n de la pr¨¢ctica. Entre los testimonios recogidos por el equipo de la UAL hay uno que resulta esperanzador: ¡°Yo quiero ser la ¨²ltima en mi familia, la quiero terminar. A mis hijas no se lo voy a hacer, mi pareja tampoco quiere¡±.
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