Tanzania juega con fuego al rechazar la vacuna de la covid-19
El presidente Magufuli declar¨® al pa¨ªs libre del coronavirus tras tres d¨ªas de oraciones nacionales. Desde el inicio de la pandemia se neg¨® al confinamiento y a medidas duras de prevenci¨®n. Un peligro para sus vecinos... y m¨¢s all¨¢, tal como explica aqu¨ª el Centro Africano de Investigaciones sobre Poblaci¨®n y Salud
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Tanzania ha tenido un enfoque muy particular para controlar el SARS-CoV-2. El a?o pasado, solo unos meses despu¨¦s del inicio de la pandemia, el presidente John Magufuli declar¨® al pa¨ªs de ?frica oriental libre de covid-19 tras tres d¨ªas de oraciones nacionales. Desde entonces, se ha negado a imponer un confinamiento, ha reabierto las escuelas, ha permitido la celebraci¨®n de grandes eventos deportivos, ha continuado con las reuniones religiosas, ha dejado de hacer pruebas y ha suspendido las campa?as de comunicaci¨®n p¨²blicas sobre el virus. El pa¨ªs tambi¨¦n ha dejado de notificar casos y muertes.
El argumento era que la gente deb¨ªa dejar de vivir con miedo, y confiar en Dios y en los remedios tradicionales africanos para prevenir contagios. Tanzania podr¨ªa ser el ¨²nico pa¨ªs del mundo que haya adoptado este enfoque, que va en contra de todo lo que han recomendado los cient¨ªficos, otros organismos sanitarios nacionales y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Por lo tanto, no es de extra?ar que las autoridades hayan dicho que no tienen planes para vacunar a la poblaci¨®n, o, al menos, no por ahora.
?Podr¨¢ la gente seguir accediendo a las vacunas?
No. Y s¨ª. No, porque no se puede utilizar una vacuna en el pa¨ªs sin que est¨¦ registrada y autorizado su uso. El proceso normal es que los expertos, junto con los organismos reguladores, revisen los datos sobre la inmunizaci¨®n y aprueben su uso si est¨¢n convencidos de su eficacia y seguridad. Para la de la covid-19, esto se est¨¢ haciendo mediante el procedimiento de la lista de uso en emergencias de la OMS. La revisi¨®n es realizada por un equipo internacional de especialistas con la participaci¨®n de otros de las autoridades nacionales. Pero si el Gobierno tanzano se niega a registrarla para su uso, nadie podr¨¢ acceder a ella.
No obstante, el pa¨ªs podr¨ªa registrar alguna, pero negarse a importarla. Esto permitir¨ªa al sector privado importarla, aunque no ser¨ªan suficientes unidades. Los programas de inmunizaci¨®n contra el nuevo coronavirus en cualquier pa¨ªs suponen una gesti¨®n masiva y, si el sector privado coge las riendas, muchos no podr¨¢n permitirse las dosis o tener acceso a ellas. Quienes s¨ª podr¨ªan acceder a ellas ser¨ªan las personas pertenecientes a la ¨¦lite de Tanzania (o aquellos que dispongan de medios), pues podr¨ªan salir del pa¨ªs y obtenerla en otro lugar.
La gente que vive en Tanzania no est¨¢ suficientemente preparada ni protegida
Otros tanzanos que podr¨ªan tener acceso a las vacunas son aquellas comunidades fronterizas que, en el pasado, han cruzado a los pa¨ªses vecinos y se han beneficiado de los programas sanitarios. Esto podr¨ªa suceder si la inmunizaci¨®n generalizada comienza a producirse en Kenia, Uganda, Ruanda y Malaui. Pero eso ser¨¢ dentro de un par de a?os.
Todav¨ªa existe la posibilidad de que Tanzania registre e importe las vacunas en el futuro. Magufuli ha enviado mensajes contradictorios. Por una parte, el Gobierno ha dicho que no tiene previsto encargarlas a trav¨¦s de COVAX (una iniciativa global destinada a lograr un acceso equitativo a las dosis contra la covid-19) ni de ning¨²n otro mecanismo. De hecho, la lista de distribuci¨®n de COVAX publicada recientemente no incluye ninguna para Tanzania. Por otra parte, ha afirmado que los tanzanos solo deber¨ªan confiar en las dosis que hayan sido revisadas por expertos del pa¨ªs y que estos hayan considerado seguras.
?Tiene Tanzania antecedentes de oposici¨®n a las vacunas?
No, que yo sepa. Tanzania, al igual que otros pa¨ªses, ha puesto en marcha programas de vacunaci¨®n rutinarios. Est¨¢n dirigidos especialmente a los ni?os menores de cinco a?os y act¨²an contra enfermedades como la tuberculosis, la poliomielitis, la tos ferina, el sarampi¨®n, la rubeola y la difteria. En los ¨²ltimos a?os, estos programas se han ampliado para incluir aquellas contra la neumon¨ªa bacteriana, la diarrea y la hepatitis B. En Tanzania, la cobertura de vacunaci¨®n es muy alta: alrededor del 80% o 90%. Esto significa que no hay antecedentes de oposici¨®n a otras.
Diferencias entre Tanzania y pa¨ªses vecinos como Kenia y Uganda
Kenia, Uganda, Ruanda y Malaui han intentado conseguir desesperadamente la vacuna para sus ciudadanos. Todos ellos se han integrado en el servicio de COVAX y han desarrollado planes de distribuci¨®n, han calculado los costes y los han presentado. Ruanda incluso se ha adelantado y ha obtenido dosis fuera del mecanismo. Estos cuatro pa¨ªses tambi¨¦n han empezado a informar a la poblaci¨®n sobre sus planes. Por ejemplo, han confirmado que la primera fase de distribuci¨®n se destinar¨¢ prioritariamente al personal sanitario y las personas de alto riesgo.
En estos momentos, el mayor problema al que se enfrentan los pa¨ªses africanos es a la escasez en el mercado global para vacunar a una parte importante de la poblaci¨®n. Muchos pa¨ªses ricos habr¨¢n inoculado dosis a todos los que lo necesiten a finales de este a?o. Pero los pa¨ªses africanos no contar¨¢n con total disponibilidad hasta finales del pr¨®ximo a?o o, incluso, hasta 2023. Si los pa¨ªses que las han buscado con tanto ¨ªmpetu est¨¢n tan atrasados, imag¨ªnense un pa¨ªs como Tanzania que, ahora mismo, ni siquiera ha comenzado.
?Cu¨¢l es el riesgo para el pa¨ªs y la regi¨®n?
El riesgo para el pa¨ªs ya se ha hecho evidente. El m¨¦todo que ha seguido Tanzania ha permitido que el virus se propague sin control entre la poblaci¨®n. La gente se est¨¢ muriendo de lo que se est¨¢ categorizando como ¡°neumon¨ªa¡± y ¡°dificultades respiratorias¡±.
La gente que vive en Tanzania no est¨¢ suficientemente preparada ni protegida, pues no hay protocolos sobre lo que se debe hacer para evitar la propagaci¨®n del virus si alguien cae enfermo. La mayor¨ªa de la informaci¨®n trata sobre hacer vaporizaciones para prevenir la covid-19, pero eso no impide que el virus se transmita de persona a persona.
El segundo gran problema es el impacto en el personal sanitario. Incluso en pa¨ªses en los que se han implementado medidas estrictas, este ha enfermado y muchos han muerto. La desinformaci¨®n en Tanzania podr¨ªa provocar que los profesionales de la salud no tomen suficientes precauciones en los ambulatorios, en las salas de urgencias e incluso en las consultas donde se atiende a los pacientes. Si ellos enferman, otros servicios sanitarios tambi¨¦n se ver¨¢n afectados.
Un gran peligro para la regi¨®n y para el mundo
En primer lugar, mientras haya casos de covid-19 en Tanzania, resultar¨¢ imposible que los pa¨ªses vecinos (con los que comparte fronteras permeables) est¨¦n libres de la enfermedad. En segundo, y quiz¨¢s m¨¢s importante, existe el riesgo de que se desarrollen nuevas variantes mientras nadie est¨¢ llevando a cabo un seguimiento. Las nuevas cepas surgen debido a la propagaci¨®n incontrolada.
Si m¨¢s delante surge alguna en Tanzania, el peligro reside en que se podr¨ªa propagar por toda la regi¨®n e invalidar las vacunaciones que se hayan administrado si no son efectivas contra esa variante. La pandemia no terminar¨¢ para nadie en ning¨²n lugar hasta que no est¨¦ controlada en todos los pa¨ªses. La postura de Tanzania har¨¢ que sea mucho m¨¢s dif¨ªcil volver a la normalidad.
Catherine Kyobutungi es directora ejecutiva del Centro Africano de Investigaciones sobre Poblaci¨®n y Salud. Este art¨ªculo ha sido publicado originalmente en The Conversation Africa y traducido con la colaboraci¨®n de Casa ?frica para The Conversation Espa?a. Traducci¨®n: Clara Le¨®n.
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