L¨ªquido vital, ?en serio?
Le damos un alto valor al agua, pero la malgastamos como si fuese un recurso infinito. Y, sin embargo, todav¨ªa 77 millones de personas carecen de acceso a ella en Am¨¦rica Latina y el Caribe
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Este mes celebramos el D¨ªa Mundial del Agua y Naciones Unidas nos ha lanzado, a prop¨®sito de esta fecha, una pregunta que es cada vez m¨¢s importante: ¡°?Qu¨¦ valor tiene el agua para ti?¡±. Para la mayor¨ªa, casi para todos, la respuesta autom¨¢tica es que es invaluable; no por nada, quiz¨¢ la muletilla m¨¢s com¨²n del mundo al definirla sea la de ¡°el l¨ªquido vital¡±.
Pero la verdad es que esa percepci¨®n no concuerda con el valor que le hemos dado al agua y ahora estamos pagando las consecuencias. La hemos utilizado como si fuese un recurso infinito y, sin embargo, todav¨ªa 77 millones de personas carecen de acceso a ella en Am¨¦rica Latina y el Caribe, y m¨¢s de dos tercios de la poblaci¨®n tiene servicio discontinuo en la regi¨®n que, ir¨®nicamente, posee las mayores reservas de agua dulce por habitante del planeta.
Si bien hemos logrado avances, puesto que en 1960 apenas el 33% de nuestra poblaci¨®n contaba con acceso a agua potable, todav¨ªa tenemos una deuda pendiente que dif¨ªcilmente vamos a cumplir si seguimos el camino de siempre.
Primero, porque las inversiones hist¨®ricas, con el paradigma de grandes obras de infraestructura costosa es imposible de sostener: no han cerrado las brechas de acceso y han acentuado la desigualdad. De hecho, en promedio, los pobres en nuestra regi¨®n pagan m¨¢s por el agua que la clase media o los m¨¢s ricos, principalmente porque la deficiencia del servicio los obliga a comprarla de proveedores informales, a veces poco fiables.
La desigualdad es todav¨ªa m¨¢s apremiante en el servicio de saneamiento, puesto que todav¨ªa 18 millones de personas defecan al aire libre, mientras que 31% de los hogares de la regi¨®n no est¨¢n conectados a alcantarillado sanitario, lo que representa una amenaza constante a su salud y una fuente de contaminaci¨®n que amenaza la integridad de nuestras fuentes de agua.
Todav¨ªa 18 millones de personas defecan al aire libre, mientras que 31% de los hogares de la regi¨®n no est¨¢n conectados a alcantarillado sanitario
Adem¨¢s, el mal manejo de los recursos h¨ªdricos y las distorsiones creadas por el cambio clim¨¢tico han roto los ciclos de abundancia y escasez con los que hemos manejado el agua. De hecho, algunos de nuestros centros urbanos m¨¢s poblados, como Ciudad de M¨¦xico, Santiago o Lima est¨¢n bajo amenaza constante de estr¨¦s h¨ªdrico.
Entonces la respuesta es que el valor que le damos al agua es fundamental, pero no hemos actuado como si lo fuera. Sin embargo, tenemos la oportunidad de subsanar las brechas hist¨®ricas de inversi¨®n y la necesidad de protegernos frente al cambio clim¨¢tico a trav¨¦s de nuevos paradigmas para atajar los problemas de siempre y los que nos presenta cada vez m¨¢s frecuentemente y con mayor apremio el calentamiento global.
Eventos imprevisibles, como la pandemia de la covid-19, en donde la higiene b¨¢sica con agua y jab¨®n es una de las primeras l¨ªneas de prevenci¨®n para los contagios, nos ha demostrado una vez m¨¢s que no le hemos dado el valor que se merece.
Desde el BID hemos apoyado el desarrollo e innovaci¨®n, a trav¨¦s de herramientas para mejorar la gesti¨®n de nuestros recursos h¨ªdricos, como HydroBID, que utiliza tecnolog¨ªa satelital e informaci¨®n espec¨ªfica de las cuencas para crear escenarios de disponibilidad presente y futura. Esta herramienta ya est¨¢ implementada en 20 pa¨ªses de la regi¨®n, entre ellos M¨¦xico, espec¨ªficamente el Estado de Quer¨¦taro, que en el futuro contar¨¢n con datos confiables para establecer planes de manejo integral, adem¨¢s de pronosticar mejor los fen¨®menos de inundaciones y sequ¨ªas.
Trabajamos tambi¨¦n directamente con las empresas a trav¨¦s de Aquarating, la ¨²nica herramienta en el mercado capaz de mostrar de forma ¨¢gil, fiable e integral la situaci¨®n real de un prestador de servicios de agua potable y saneamiento en todas las ¨¢reas del negocio, luego de un exigente proceso de evaluaci¨®n, que establece una l¨ªnea base para construir un plan de mejora y transformaci¨®n empresarial a corto, mediano y largo plazo.
Proteger nuestras cuencas es, hoy m¨¢s que nunca, un seguro de vida para un escenario en el que el cambio clim¨¢tico es ya una realidad cada vez m¨¢s apremiante
Tambi¨¦n promovemos programas de infraestructura verde, que combinan la inversi¨®n en protecci¨®n ambiental de cuencas h¨ªdricas con planes de manejo sostenible del agua. Quiz¨¢ el mejor ejemplo es la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, un mecanismo innovador de financiaci¨®n que une al sector p¨²blico, privado y la sociedad civil para destinar recursos y programas para proteger cuencas de las cuales depende el abastecimiento de grandes centros urbanos en pa¨ªses como M¨¦xico, Colombia, Ecuador, Chile y Argentina.
Proteger nuestras cuencas es, hoy m¨¢s que nunca, un seguro de vida para un escenario en el que el cambio clim¨¢tico es ya una realidad cada vez m¨¢s apremiante. Podemos enfrentar esa amenaza, al tiempo que invertimos para subsanar las desigualdades hist¨®ricas de nuestra regi¨®n, a trav¨¦s de nuevos paradigmas, como el programa de Saneamiento ?ptimo, que espera destinar cerca de 15.000 millones de d¨®lares para desarrollar infraestructura de saneamiento en los sectores m¨¢s vulnerables, con dise?os y planes adecuados a cada comunidad y, al mismo tiempo, proteger las cuencas h¨ªdricas.
La etapa de recuperaci¨®n pospandemia nos abre una oportunidad ¨²nica para no volver a la normalidad, porque si no, no habremos aprendido la lecci¨®n. Tenemos frente a nosotros la oportunidad de volver a poner a nuestra gente a trabajar con inversiones que tomen en cuenta las innovaciones tecnol¨®gicas y de gesti¨®n que nos ofrecen ya la posibilidad de lograr m¨¢s y mejores servicios con menos recursos que antes, y al mismo tiempo, volvernos m¨¢s resilientes frente al cambio clim¨¢tico.
Estamos todos a tiempo de, en verdad, darle al agua ese valor fundamental por el que la llamamos ¡°el l¨ªquido vital¡±.
Sergio I. Campos G. es jefe de la divisi¨®n de agua y saneamiento en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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