Si eres rico, pagar¨¢s menos por el agua (y ser¨¢ de mejor calidad)
M¨¢s de 2.000 millones de personas viven en pa¨ªses que sufren una fuerte escasez de este bien, alerta un nuevo informe de Naciones Unidas
Tres de cada diez personas en el mundo no tienen acceso a agua potable segura y la escasez de este recurso ir¨¢ aumentando en paralelo con el crecimiento de la demanda y la intensificaci¨®n de los efectos del cambio clim¨¢tico. As¨ª lo alerta el nuevo informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos h¨ªdricos, No dejar a nadie atr¨¢s, publicado este martes. La pobreza, destaca el estudio, desempe?a un papel decisivo a la hora de determinar la discriminaci¨®n. Mujeres y ni?as; minor¨ªas ¨¦tnicas, religiosas y ling¨¹¨ªsticas; migrantes y refugiados corren los mayores riesgos de quedarse rezagados. La discapacidad, la edad y el estado de salud tambi¨¦n pueden influir.
Naciones Unidas se ha fijado como objetivo para 2030 el acceso universal a agua asequible y limpia. Pero el informe, que anticipa la celebraci¨®n el 22 de marzo del D¨ªa Mundial del Agua, evidencia que a¨²n hay mucho camino por recorrer para lograr esa meta. Discriminaci¨®n, exclusi¨®n, marginaci¨®n, asimetr¨ªas de poder arraigadas y desigualdades materiales lastran el progreso. A pesar de los avances de los ¨²ltimos 15 a?os, en 2015, 2.100 millones de personas carec¨ªan de acceso a servicios seguros de agua potable y aproximadamente 4.000 millones padec¨ªan una grave escasez durante al menos un mes al a?o. Casi la mitad de las personas que beben de fuentes no protegidas vive en ?frica subsahariana.
En cuanto al saneamiento, 4.500 millones de personas (seis de cada diez) de todo mundo no dispon¨ªan de instalaciones seguras en 2015 y una de cada nueve practicaba la defecaci¨®n al aire libre, algo que Naciones Unidas se propone erradicar para 2030.
4.500 millones de personas de todo mundo no dispon¨ªan de saneamiento seguro en 2015 y una de cada nueve practicaba la defecaci¨®n al aire libre
El aumento de la poblaci¨®n, el desarrollo socioecon¨®mico y el cambio en los modelos de consumo apuntan a un incremento del 20% al 30% por encima del nivel actual de uso del agua en 2050, debido principalmente a una mayor demanda en los sectores industrial y dom¨¦stico. De seguir as¨ª, el 45% del PIB mundial y el 40% de la producci¨®n mundial de cereales estar¨¢n en peligro. El cambio clim¨¢tico, estiman los expertos, acentuar¨¢ el estr¨¦s h¨ªdrico en las ¨¢reas que ya se ven m¨¢s afectadas y los pobres y las poblaciones marginadas pagar¨¢n el precio m¨¢s alto.
La persistencia de desigualdades en el acceso a agua potable segura y al saneamiento se alimenta, seg¨²n el informe, de pol¨ªticas mal dise?adas y aplicadas de manera inadecuada, as¨ª como de un uso ineficaz de los recursos financieros. Para abordar el problema, Naciones Unidas pide respuestas espec¨ªficas para los m¨¢s necesitados, que no est¨¦n aisladas del goce de otros derechos humanos.
?Qui¨¦nes son los que se quedan atr¨¢s?
El desplazamiento masivo de poblaci¨®n somete a presi¨®n a los recursos h¨ªdricos y servicios relacionados como el saneamiento y la higiene en los puntos de transici¨®n y de destino. Los gobiernos anfitriones a menudo mantienen a refugiados y desplazados en campos con instalaciones temporales o comunes, incluso si su permanencia el pa¨ªs de acogida se prolonga. Esta situaci¨®n puede originar desigualdades en el acceso a agua y saneamiento entre los nuevos llegados y los lugare?os.
Las mujeres y ni?as son v¨ªctimas de pr¨¢cticas como la sextorsi¨®n. La gesti¨®n de la salud menstrual, adem¨¢s, rara vez se tiene en cuenta. Casi la mitad de las personas que beben agua de fuentes no protegidas vive en ?frica subsahariana, donde ellas ni?as son las principales responsables de la recogida de agua, una actividad a la que dedican m¨¢s de 30 minutos al d¨ªa en detrimento de su educaci¨®n.
Otros factores concurren a determinar la exclusi¨®n, por ejemplo, pertenecer a una minor¨ªa ¨¦tnica, religiosa y ling¨¹¨ªstica, la discapacidad, la edad y el estado de salud, pero el elemento decisivo es la pobreza, las diferencias en cuanto a propiedad, posesiones, residencia, posici¨®n econ¨®mica y social.
El informe dibuja un escenario de fuertes disparidades entre pa¨ªses, pero tambi¨¦n entre regiones, comunidades e incluso barrios de la misma ciudad. En las zonas urbanas, los pobres que viven en viviendas informales que no est¨¢n conectadas al agua corriente a menudo pagan de 10 a 20 veces m¨¢s por el agua que sus vecinos de barrios m¨¢s ricos. Y lo hacen para recibir a cambio un servicio de igual o menor calidad, prestado por sistemas de suministro comunitarios como vendedores de agua o camiones cisterna.
En las ¨¢reas rurales pobres, las infraestructuras siguen siendo sumamente escasas, mientras que las zonas periurbanas a menudo est¨¢n excluidas de los planes de suministro cuando los residentes no pagan impuestos y, en consecuencia, los m¨¢s desfavorecidos pueden experimentar dificultad para acceder a los servicios b¨¢sicos.
Respuestas a medida
Naciones Unidas insiste en que no existe una f¨®rmula m¨¢gica para hacer frente a los problemas de agua y saneamiento que valga para cualquier contexto. Investigaci¨®n cient¨ªfica, desarrollo e innovaci¨®n son esenciales para respaldar la toma de decisiones, as¨ª como la recolecci¨®n de datos desglosados (por g¨¦nero, edad, renta, etnia¡). Se recomienda tambi¨¦n la elaboraci¨®n de an¨¢lisis de inclusi¨®n social para determinar qu¨¦ grupos corren m¨¢s riesgos de quedarse atr¨¢s y por qu¨¦.
La insuficiencia de fondos y la falta de mecanismos eficientes de financiaci¨®n representan un obst¨¢culo que impide que todos gocen del pleno derecho a agua y saneamiento, admite el estudio. Pero aumentar la cantidad de inversiones por s¨ª solo no garantiza necesariamente que los servicios vayan a llegar a todos los m¨¢s desfavorecidos.
Adem¨¢s del apoyo de la comunidad internacional de donantes, se invitan los gobiernos nacionales a aumentar dr¨¢sticamente los recursos p¨²blicos disponibles para la expansi¨®n de los servicios de agua, saneamiento e higiene, cuyo retorno es muy alto: por cada d¨®lar invertido, el efecto se multiplica por dos para el agua potable y 5,5 para el saneamiento.
Fuertes disparidades regionales
La regi¨®n ¨¢rabe es la m¨¢s afectada del mundo por la escasez de agua, un problema que, seg¨²n estima Naciones Unidas, seguir¨¢ aumentando debido al crecimiento demogr¨¢fico y el cambio clim¨¢tico. En 2015, unos 51 millones de personas (el 9% de la poblaci¨®n total de la regi¨®n) carec¨ªan del servicio b¨¢sico de agua potable. Conflictos como el de Yemen contribuyen a empeorar la situaci¨®n, causando da?os a la infraestructura.
El cambio clim¨¢tico agrava la escasez de agua tambi¨¦n en Asia y el Pac¨ªfico: en 2016, 29 de los 48 pa¨ªses de la regi¨®n fueron calificados como inseguros desde el punto de vista h¨ªdrico. Uno de cada diez habitantes de las ¨¢reas rurales no ten¨ªa acceso a agua potable en 2015 ¡ªun problema agravado por los altos niveles de contaminaci¨®n¡ª, mientras que 1.500 millones de personas no dispon¨ªan de instalaciones de saneamiento mejoradas.
La escasez de agua entorpece el camino de ?frica Subsahariana hacia el desarrollo y constituye un factor central en la persistencia de la pobreza. En 2015, apenas el 24% de la poblaci¨®n de la regi¨®n ten¨ªa acceso al agua potable mejorada y el 28% a los servicios b¨¢sicos de saneamiento.
El panorama en Am¨¦rica Latina y el Caribe es algo mejor: en 2015, el 65% de la poblaci¨®n dispon¨ªa de servicios h¨ªdricos gestionados de forma segura, pero solo el 22% a saneamiento adecuado.
Am¨¦rica del Norte y Europa tambi¨¦n se ven afectados. Estos problemas se reproducen en muchos pa¨ªses, especialmente en las ¨¢reas rurales, por ejemplo en Europa del Este y el C¨¢ucaso. En 2015, 57 millones de personas no contaban con agua corriente en casa y 21 millones a¨²n carec¨ªan de acceso a los servicios b¨¢sicos de agua potable. Adem¨¢s, 36 millones de personas no ten¨ªan saneamiento b¨¢sico.
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