El pueblo que habla con las plantas
Durante la pandemia, los ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa se aislaron e intentaron hallar refugio en el vasto bosque. As¨ª lo hicieron los shipibo-konibo, conocedores de la selva y los usos de la flora. Lo cuentan aqu¨ª de viva voz: la crisis sanitaria pone en peligro su conocimiento de la biodiversidad al morir los m¨¢s ancianos
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Las comunidades del pueblo shipibo-konibo se ubican en gran parte en las riberas del r¨ªo Ucayali, uno de los m¨¢s importantes de la Amazon¨ªa peruana, que tiene su origen en la Cordillera de los Andes y desemboca luego en el r¨ªo Amazonas. Representan una de las sociedades m¨¢s numerosas de los 51 pueblos originarios amaz¨®nicos, con alrededor de 32.964 habitantes, organizados en 140 comunidades.
La diversidad de especies de plantas amaz¨®nicas es enorme, y a¨²n hay muchas por investigar en su especificidad y uso dentro de la sociedad shipibo-konibo. Una investigaci¨®n de etnobot¨¢nica del Centro de Investigaciones de Masisea (CIPTT), liderada por Samuel Cauper, ingeniero agr¨®nomo, y publicada el 2018, identific¨® 180 variedades de flora nativa solo en el distrito de Masisea, en Ucayali. De ellas, el 70% son usadas por las comunidades con fines medicinales.
A lo largo de los a?os, los usos y conocimientos sobre estas plantas han sido transmitidas de generaci¨®n en generaci¨®n, de padres a hijos. La oralidad es la fuente principal de la herencia de estos saberes en herborister¨ªa. Sin embargo, durante el a?o pasado, la pandemia de la covid-19 afect¨® a varios de los l¨ªderes con m¨¢s edad, poniendo en riesgo la continuidad de la difusi¨®n.
Con un sistema de salud p¨²blico colapsado, sin camas ni ox¨ªgeno medicinal, los shipibo-konibo decidieron organizarse. El 15 de mayo del 2020, fundaron el Comando Matico, un grupo de artistas, curanderos y l¨ªderes locales dedicados al uso de plantas tradicionales. En sus hojas y ra¨ªces buscaban respuestas y alguna mejora a los s¨ªntomas producidos por el virus. El grupo recorri¨® las comunidades del r¨ªo Ucayali llevando alivio y acompa?amiento.
Los voluntarios del Comando Matico usan el sacha-ajo, el kion, el eucalipto, cebollas, limones y, principalmente, las hojas de matico, de donde obtuvieron su nombre. Con el tiempo, pudieron tambi¨¦n llevar algunas medicinas y galones de ox¨ªgeno que les fueron donados por diferentes organizaciones nacionales y extranjeras.
Alexander Shimpukat, es uno de los fundadores del Comando Matico, el equipo de conocedores de las plantas que ayuda a los enfermos de covid-19. ¡°As¨ª naci¨® el Comando Matico, por la planta. Porque en ese instante hab¨ªa un Comando Covid-19, que eran los que levantaban los cad¨¢veres. Nosotros no. El Comando Matico buscaba salvar vidas, era diferente¡±, explica.
Otro de los fundadores es Jorge Soria, tambi¨¦n shipibo-konibo. Dice que hasta el mes de noviembre del 2020, han atendido a m¨¢s de 1.500 personas con s¨ªntomas de covid-19, entre shipibos, cacataibos y mestizos. Sus m¨¦todos de alivio viajaron hasta la comunidad que fundaron en Lima en 1991: Cantagallo. En mayo del a?o pasado hicieron llegar una carga con hojas de matico para que la poblaci¨®n ind¨ªgena del centro de Lima pudiera recuperarse.
Las hojas de matico se usan en vaporizaciones. Esta t¨¦cnica viene de una tradici¨®n muy antigua de los pueblos de la Amazon¨ªa. De acuerdo con la cosmovisi¨®n shipibo-konibo, vaporizar con una selecci¨®n espec¨ªfica de plantas es un m¨¦todo que ellos creen que los ayuda a enfrentar problemas respiratorios y otras enfermedades tra¨ªdas con las migraciones del pasado. Frente a la nueva pandemia y desprovistos de acceso a la salud p¨²blica, han encontrado refugio en el bosque amaz¨®nico.
La presencia de la iglesia cat¨®lica y evang¨¦lica ha impactado en el sistema cultural y tradicional de estas comunidades, y en varios casos ha provocado que algunas rechacen o dejen de usar algunas plantas. Esta es la historia de la comunidad de Caller¨ªa, a unas seis horas de viaje en bote a motor desde Pucallpa, donde el l¨ªder evang¨¦lico Jacob Rodr¨ªguez, de 59 a?os, rechaza el uso del ayahuasca, planta psicoactiva usada por los curanderos tradicionales, quienes seg¨²n la cosmovision ind¨ªgena, tienen pactos con los esp¨ªritus de las plantas para vencer a las enfermedades.
Sin embargo, con el incremento del n¨²mero de enfermos en la comunidad, la posta m¨¦dica sin atenci¨®n y sin personal de salud, Rodr¨ªguez, que tuvo abuelos curanderos, se junt¨® con el jefe de la comunidad Roberto Rodr¨ªguez, de 48, y en un intento de mejorar la salud de las familias ind¨ªgenas, autoriz¨® el trabajo del Comando Matico en su iglesia.
En varias comunidades la presencia de las iglesias cat¨®lica, evangelista y adventista tienen un rol muy importante, como en Caco Macaya, en Bethel y en San Salvador. El pastor de Calleria, Jacob Rodr¨ªguez, tambi¨¦n estuvo enfermo de covid-19 y en los momentos m¨¢s cr¨ªticos dijo haber recordado a sus abuelos quienes conoc¨ªan muy bien el uso de las plantas medicinales.
Richard Soria, docente shipibo-konibo y miembro del Comando Matico, opina: ¡°Siempre ha habido dos tipos de conocimientos: la religi¨®n y el mundo cient¨ªfico, que cuando llegaba a las comunidades ya nadie quer¨ªa acudir a las plantas medicinales. Este es un momento en el que podemos salir a la luz y decir al mundo que los pueblos originarios tambi¨¦n tienen su saber. Ac¨¢ estamos. No para obstaculizar al Estado ni a los cient¨ªficos, sino para aportar, como una alternativa de mejora para la humanidad¡±.
Soria tambi¨¦n explica que el uso de las plantas medicinales est¨¢ ligado al mundo espiritual de los shipibo-konibo, que los l¨ªderes como los del Comando Matico tienen una relaci¨®n con las deidades o esp¨ªritus de las plantas y son solo intermediarios. En este sentido, lamenta que la presencia de las diferentes iglesias rechacen las deidades de las plantas para imponer un ¨²nico Dios.
¡°?Qu¨¦ cosa es lo que ocurre cuando muere un paisano? En la parte ontol¨®gica, yo tengo que llorar a mi muerto. ?Yo tengo que hablarle, tengo que vestir, tengo que guardar luto!¡±, expresa Soria. ¡°Y en esta situaci¨®n nunca ha habido este tipo de respeto. A m¨ª me dio mucha pena, yo estaba en la puerta del Hospital Amaz¨®nico cuando falleci¨® el alcalde. Cuando estaban sacando el cad¨¢ver me dije, me voy a mi casa y luego voy a su velorio. Y veo en la transmisi¨®n en directo que ya est¨¢n llev¨¢ndolo directamente al cementerio. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?¡±, se cuestiona.
Esta situaci¨®n y las p¨¦rdidas de vidas han dejado desoladas a varias comunidades. De acuerdo con testimonios de shipibos-konibos que sobrevivieron al virus, muchos a¨²n presentan secuelas que comprometen seriamente su salud, como dificultad respiratoria o cansancio cr¨®nico. Estos problemas afectan la vida de los comuneros quienes dependen de un rendimiento f¨ªsico para sobrevivir en sus territorios y realizar actividades como la pesca y la agricultura.
Seg¨²n la Direcci¨®n Regional de Salud de Ucayali, hasta al 15 de marzo de 2021, se registraron 249.828 casos confirmados y 4.477 fallecidos con s¨ªntomas de covid-19 en la Amazonia peruana, entre los que se encontraban ancianos y l¨ªderes de todos los pueblos ind¨ªgenas.
El Comando Matico funciona como una alternativa al hospital Amaz¨®nico local que sigue colapsado. El pueblo shipibo-konibo reclama tener acceso a la sanidad p¨²blica y los l¨ªderes est¨¢n negociando con el Consejo Nacional del Colegio M¨¦dico del Per¨² y el Gobierno para recibir equipamiento sanitario y que sus instalaciones puedan funcionar como un centro de salud accesible para los pueblos ind¨ªgenas. Hasta la fecha, la organizaci¨®n ind¨ªgena ha logrado dotar su punto de atenci¨®n con ox¨ªgeno medicinal, camas y otros medicamentos con ayuda de entidades locales y organismos internacionales para poder atender a los afectados por el virus.
El activista y artista ind¨ªgena Alexander Shimpukat tiene fe en su acompa?amiento y el papel del Comando: ¡°Nosotros con 20 soles o con 10 soles podemos aliviar una vida, en los hospitales y cl¨ªnicas cobran 55.000 soles. Es una gran diferencia lo que estamos haciendo. Pero no nos toman en cuenta. Todos tenemos que tener mucha plata para poder atendernos en un hospital. Sin embargo, no nos miran como un ejemplo. Hay una diferencia total, nosotros siempre vamos a ser discriminados y siempre vamos a ser ¨²ltimos en esta situaci¨®n tan complicada¡±.
Ronald Su¨¢rez, presidente de la organizaci¨®n ind¨ªgena Coshikox, fundada en 2009, perdi¨® a su madre junto a otros siete familiares por la covid-19. Asegura que la desaparici¨®n de ancianos shipibo-konibo es muy grave, ya que con ellos se va el saber sobre el uso de las plantas y de la biodiversidad de la Amazon¨ªa. Sus abuelos, indica, son sus bibliotecas vivientes. La abrupta interrupci¨®n de la transmisi¨®n oral puede representar el fin de una cultura.
Como ¨¦l, muchos shipibo-konibo consideran que esta pandemia amenaza el futuro de sus pueblos y ahora temen por la presencia de la nueva variante del virus, que fue identificada en Manaos, Brasil.
Soria reflexiona sobre el conocimiento ind¨ªgena y la ciencia occidental: ¡°El ser humano, la naturaleza y las deidades son muy fuertes en nosotros. En el mundo cient¨ªfico no entienden, dicen que todo es la comprobabilidad. Que yo toco, que yo huelo, que yo peso. Yo tengo que comprobar. En cambio, en nosotros, no es as¨ª. Tenemos m¨¢s all¨¢ de la comprobaci¨®n, llevamos en nuestro esp¨ªritu que ese ¨¢rbol nos va a cuidar, nos va a proteger y por lo tanto yo debo respetar, yo debo conservar. El humano no solamente es el que domina la naturaleza, es uno m¨¢s dentro de la naturaleza¡±. Y pide abrir las puertas a un di¨¢logo m¨¢s profundo entre ciencia y espiritualidad ind¨ªgena.
Este proyecto ha contado con el apoyo del Pulitzer Center en alianza con el Amazon Rainforest Journalism Fund.
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