Dejar de observar el pastoreo, para pasar a entenderlo

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El pastoreo es el uso del suelo m¨¢s extendido sobre la Tierra y sus pr¨¢cticas tienen comprobada una muy larga historia. Ambas cosas no dejan lugar a dudas: es un medio de vida resiliente, capaz de adaptarse a cambios, a veces catastr¨®ficos, y a ambientes muy diferentes. Y sin embargo muchos siguen consider¨¢ndolo una manera anticuada e ineficiente de producci¨®n ganadera, que despierta tan poco inter¨¦s como para que Naciones Unidas denuncie una alarmante dejaci¨®n a la hora recopilar de datos.

En un estudio recientemente publicado por un consorcio de investigadores de cuatro continentes hemos analizado el porqu¨¦ de semejantes contradicciones. La resiliencia del pastoreo se basa en sistemas de conocimiento y acci¨®n muy complejos, que integran elementos ambientales, sociales y tambi¨¦n econ¨®micos. Tal es la complejidad que a los forasteros, incluyendo a cient¨ªficos o a trabajadores de cooperaci¨®n al desarrollo, les cuesta entenderlos.

La mayor¨ªa de las veces, la degradaci¨®n del suelo ¨Cgran caballo de batalla por el supuesto sobrepastoreo¨C no resulta de un mal manejo del reba?o, sino de est¨ªmulos econ¨®micos al forraje que acaban con la movilidad pastoril. Las variedades de ganado locales, flacas y de grandes cuernos, son reemplazadas por animales m¨¢s rechonchos y productivos en el corto plazo. No se entiende la ventaja de un cuerpo esbelto que disipe el calor tropical, principal limitante de la productividad ganadera, o la capacidad de andar grandes distancias los a?os que fallen las lluvias y haya que buscar lejanos pastos de emergencia. Los impactos ambientales del pastoreo tambi¨¦n se malinterpretan, sin entender que el pastado de animales silvestres migratorios y del ganado m¨®vil y extensivo tienen un rol similar para la biodiversidad y para las emisiones de efecto invernadero.

Para entender qu¨¦ din¨¢micas gobiernan el pastoreo es fundamental comparar diferentes sistemas, actuales y pasados, y para ello necesitamos recolectar datos y usar indicadores comparables. Eso implica, por ejemplo, dise?ar equivalencias entre el estado de seguridad alimentaria de poblaciones actuales y evidencias arqueol¨®gicas a trav¨¦s de los huesos humanos encontrados en yacimientos. En unos an¨¢lisis preliminares detectamos que es habitual una ca¨ªda de la sostenibilidad hasta niveles que pueden ser cr¨ªticos y llevar al sistema al colapso y a la pr¨¢ctica desaparici¨®n de los pastos, como ya ha pasado en las llanuras del sur de Escandinavia.

Sabemos que tener unos datos adecuados es fundamental para desarrollar intervenciones adecuadas, tanto humanitarias como de desarrollo

Sin embargo, tambi¨¦n sabemos que transiciones r¨¢pidas hacia altos niveles de desarrollo humano pueden salvar gran parte del patrimonio cultural, econ¨®mico y ambiental del pastoreo, como ha pasado en Francia o en Suiza. Sabemos que tener unos datos adecuados es fundamental para desarrollar intervenciones adecuadas, tanto humanitarias como de desarrollo. Conocer bien esas trayectorias de sociedades pastoriles nos puede hacer tomar medidas a tiempo, como promover la educaci¨®n y empoderamiento de las ni?as en zonas de pa¨ªses en desarrollo antes de que sea tarde y el abandono del medio rural por parte de las mujeres amenace con un colapso total. Intervenciones de desarrollo bien hechas y planeadas pueden conseguir una mejora de resultados que sin embargo no consigan alejar el peligro de colapso. Solo actuaciones coordinadas en todos los ¨¢mbitos de la sostenibilidad (social, ambiental y econ¨®mico) garantizar¨¢n un desarrollo integral que preserve estos medios de vida altamente sostenibles.

Los pastores no son sujetos pasivos en esta cuesti¨®n. Como pueblos locales e ind¨ªgenas, son los mejores conocedores de sus propios sistemas. Su participaci¨®n tanto en la recogida y comprensi¨®n de los datos como en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas adecuadas es fundamental. Adem¨¢s, poder comparar los sistemas pastoriles de diferentes lugares del mundo y ser capaces de intercambiar conocimientos e innovaciones son herramientas poderosas para la influencia pol¨ªtica y para la mejora dentro de sus propias comunidades. En este marco, la Liga por los Pueblos Pastores y el equipo cient¨ªfico autor de este estudio han puesto en marcha una base de datos global. Las fuentes denominadas ¡°grises¡±, es decir, no acad¨¦micas, contienen informaci¨®n clave sobre la extensi¨®n y dimensi¨®n tanto de estos pueblos como del ganado que manejan. Reunir la informaci¨®n disponible en un solo repositorio permitir¨¢ no solo una visualizaci¨®n r¨¢pida y completa, sino tambi¨¦n establecer comparativas tan ¨²tiles y necesarias para avanzar hacia la sostenibilidad. Al ser una vieja demanda de los grupos de defensa del pastoreo, la participaci¨®n de ¨¦stos y la mejora de la usabilidad la base de datos est¨¢ garantizada.

Tras su respaldo en la Conferencia de la FAO el pasado 16 de junio, Naciones Unidas discutir¨¢ en su Asamblea General de septiembre la propuesta de Mongolia de declarar 2026 A?o Internacional de Pastizales y Pastores. Estamos en un momento clave donde adem¨¢s de reconocer el pastoreo como gran contribuidor a la sostenibilidad, tambi¨¦n vamos a tener las mejores herramientas para su preservaci¨®n.

Pablo Manzano es investigador de la Universidad de Helsinki, y ha trabajado para la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) y la Organizaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).

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