El holand¨¦s que lucha contra la desaparici¨®n del oficio de pastor
El documental ¡®El h¨¦roe de las ovejas¡¯ abre el festival de cine y medio ambiente #Ecozine, que celebra 'online' su 13? edici¨®n
El pasado jueves 14 de mayo se estren¨® #EcozineEnCasa, como se ha bautizado esta 13? edici¨®n del festival de cine y medioambiente Ecozine tan especial puesto que ha tenido que celebrarse de manera confinada. Ecozine Film Festival, coorganizado desde sus inicios por la Asociaci¨®n Cultural Ecozine y el Ayuntamiento de Zaragoza, program¨® hasta el 21 de mayo una selecci¨®n de pel¨ªculas presentadas en anteriores ediciones, todas ellas integradas en la Green Film Network, la red que re¨²ne a los principales festivales de cine medioambiental de todo el mundo.
Tuve la suerte de visionar el documental que abri¨® el cartel, El h¨¦roe de las ovejas, del holand¨¦s Ton van Zantvoort. Y lo hice c¨®modamente apoltronada en el sof¨¢ de casa y en compa?¨ªa de mi hijo mayor, dadas las circunstancias excepcionales que estamos viviendo. Y es curioso porque ambos llegamos a la misma conclusi¨®n.
El t¨ªtulo, a nuestro humilde modo de ver, induce a error. Para ¨¦l y para m¨ª el h¨¦roe de las ovejas ser¨ªa m¨¢s bien hoy en d¨ªa alguien que renuncia a criar animales y en cambio, los entrega a un santuario para que puedan acabar en paz sus d¨ªas como hace el h¨¦roe de la historia de 73 vacas. La historia que nos explica esta pel¨ªcula es, por otra parte, la lucha de un criador holand¨¦s, Shepherd Stijn, y su mujer por salvar su negocio y su manera tradicional y rom¨¢ntica de trabajar frente a una sociedad y una cultura empresarial que los aplasta. De hecho, el documental lleva por subt¨ªtulo C¨®mo vivir en un mundo que entra en conflicto con tus ideales.
A medida que avanza el metraje nos vamos instalando en una sensaci¨®n creciente de desasosiego
En una escena del documental se ve a la pareja haciendo circular su reba?o entre campos y atravesando una peque?a ciudad. Muchos ciudadanos se detienen a su paso para observar maravillados este r¨ªo de ovejas, pero algunos se quejan de los destrozos colaterales que provoca en sus parterres y asfaltos esta circulaci¨®n ins¨®lita. De hecho, a ra¨ªz de la denuncia de algunos ciudadanos airados le ponen una multa al criador por tres defecaciones en la v¨ªa p¨²blica como si se tratara de perros y no de ovejas, y como si ¨¦l fuera un propietario poco c¨ªvico en vez de un criador concienciado. La broma le cuesta unos 300 euros. Es decir, no es ninguna broma. Es un sablazo.
Me interesa el comentario de mi hijo, que suscribo completamente, porque pienso que la mentalidad est¨¢ evolucionando muy r¨¢pidamente y las nuevas generaciones no ponen tanto el ¨¦nfasis en garantizar una buena explotaci¨®n ganadera, como pod¨ªa suceder a mediados del siglo XX, sino que est¨¢n m¨¢s interesados en crear una nueva relaci¨®n hombre-animal donde no haya ninguna explotaci¨®n de por medio.
Sea como fuera, el protagonista de la historia lucha contra la desaparici¨®n del oficio de pastor en Holanda y pone su vida y su pasi¨®n en ello. El director cuenta que decidi¨® filmar esta historia porque se qued¨® sorprendido al encontrarse con Stijn y descubrir que se estaba quedando casi calvo por culpa del estr¨¦s. Van Zantvoort se pregunt¨® qu¨¦ estaba pasando en nuestra sociedad para que hasta los pastores sufrieran de esta manera.
A lo largo del documental seguimos de cerca a Stijn con su reba?o y su familia; le vemos en una emisora de radio para denunciar, junto con otros perjudicados, la situaci¨®n dram¨¢tica del pastoreo en Holanda; incluso le acompa?amos al extranjero para un encuentro internacional de defensores de la seguridad alimentaria. A pesar de desplegarse en muchos frentes, a medida que avanza el metraje nos vamos instalando en una sensaci¨®n creciente de desasosiego. Sin dramatismos ni efectos especiales el director consigue ponernos en la piel del protagonista y hacernos sentir que pasito a pasito estamos llegando a un callej¨®n sin salida. Stijn encontrar¨¢ una salida, que no voy a desvelar, pero el mal gusto se nos quedar¨¢ en la boca y por un buen rato. Estoy de acuerdo con el director: algo pasa con nuestra sociedad cuando los peque?os pastores no llegan a encontrar su lugar y deben renunciar a sus pr¨¢cticas ancestrales.
Espero que Ecozine pueda seguir exhibiendo durante muchos m¨¢s a?os pel¨ªculas verdes como El h¨¦roe de las ovejas, pel¨ªculas que nos ayuden a ser m¨¢s y m¨¢s conscientes de todo lo que ¡°pasa con nuestra sociedad¡± para, por nuestra parte, poder tomar decisiones m¨¢s justas y m¨¢s responsables en relaci¨®n con el medioambiente.
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