Tenemos el poder de acabar con esta emergencia sanitaria
El dengue se ha extendido sin control por Am¨¦rica desde la d¨¦cada de 1980 y los casos se han multiplicado por 20. Pero la ciencia nos ha dado una poderosa herramienta para cambiar el rumbo
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Llevamos mucho tiempo luchando contra esta enfermedad. La mayor¨ªa de las personas solo experimentan s¨ªntomas leves, pero un peque?o porcentaje puede desarrollar complicaciones mortales que requieren hospitalizaci¨®n y cuidados intensivos. Adem¨¢s de eso, cuando los casos aumentan, pueden sobrecargar r¨¢pidamente nuestro sistema de salud. As¨ª, las salas de urgencias se ven repentinamente inundadas de pacientes que ocupan todas las camas disponibles, y los gobiernos y las familias enfocan todos sus esfuerzos en responder.
Pero no, no estamos hablando de covid-19. Estamos hablando de dengue, una enfermedad que ha asolado al continente americano durante generaciones, ignorando todos los esfuerzos realizados para detenerla.
El control del mosquito que transmite el dengue ¨Cel Aedes aegypti¨C ha sido un objetivo dif¨ªcil de alcanzar, pues este depredador se ha vuelto resistente a los pesticidas y los esfuerzos para controlar los criaderos de mosquitos son costosos y requieren constantes campa?as de comunicaci¨®n. Tampoco hemos tenido una forma fiable de prevenir el dengue porque las preocupaciones de seguridad han limitado la introducci¨®n masiva de vacunas.
Como resultado, el dengue se ha extendido sin control por el continente americano desde la d¨¦cada de 1980. Los casos se han multiplicado por 20 en estos a?os, nuestra regi¨®n registra ahora cerca de tres millones de casos anuales y los investigadores creen que la carga real de casos es mucho mayor.
Por suerte, la ciencia nos ha dado una nueva y poderosa herramienta para cambiar el rumbo de esta enfermedad. Se llama Wolbachia. Se trata de un microbio simple que se encuentra de forma natural en las c¨¦lulas de cerca del 60% de las especies de insectos, como las moscas de la fruta, las polillas, las abejas y las mariposas. Lo que lo convierte en un milagro m¨¦dico es que, cuando se transfiere al Aedes aegypti, evita eficazmente que el mosquito transmita virus a los humanos. En otras palabras, act¨²a como una vacuna contra toda una serie de enfermedades transmitidas por mosquitos ¨Ccomo el dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla¨C; la diferencia es que son los mosquitos los que se inmunizan contra estos peligrosos virus, no las personas.
El dengue se ha extendido sin control por el continente americano desde la d¨¦cada de 1980
Aunque este enfoque se desarroll¨® por primera vez hace casi 15 a?os, no fue hasta 2012 cuando empezaron a ser liberados mosquitos portadores de Wolbachia en pruebas a peque?a escala en comunidades de Australia, Asia y Am¨¦rica Latina. Brasil, Colombia y M¨¦xico fueron los primeros pa¨ªses de Am¨¦rica en acoger ensayos de campo, y cada prueba se ha basado en una estrecha colaboraci¨®n entre las autoridades sanitarias locales, los investigadores, y los residentes de las comunidades afectadas por el dengue.
Sin embargo, ahora nos encontramos en un punto cr¨ªtico pues el New England Journal of Medicine, la revista m¨¦dica m¨¢s respetada del mundo, public¨® los resultados del primer ensayo controlado aleatorio del m¨¦todo wolbachia, y estos han recibido gran acogida. La introducci¨®n de wolbachia produjo un descenso del 77% en los casos de dengue y una reducci¨®n del 86% en las hospitalizaciones relacionadas.
Estos resultados adem¨¢s refuerzan lo que los investigadores ya hab¨ªan observado en estudios m¨¢s peque?os en Brasil y Colombia. En el primero, en la ciudad de Niteroi, las tasas de dengue se han reducido en un 69%, y en el segundo, en las ciudades de Cali y Medell¨ªn, no se han producido nuevos brotes de dengue en los cuatro a?os transcurridos desde que se liber¨® el microbio. Incluso podemos esperar que la incidencia del dengue en estas comunidades disminuya hasta llegar a cero a medida que los mosquitos portadores vayan sustituyendo a sus primos salvajes transmisores de la enfermedad.
Bas¨¢ndose en las s¨®lidas pruebas de seguridad, eficacia y sostenibilidad de este m¨¦todo de control de la enfermedad, un grupo independiente de expertos ha aconsejado a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud que elabore orientaciones para los 129 pa¨ªses del mundo afectados por el dengue sobre c¨®mo pueden utilizar la wolbachia para eliminar el dengue y otros virus transmitidos por mosquitos.
Una vez que se disponga de esta orientaci¨®n, no habr¨¢ tiempo que perder. Las organizaciones internacionales, los gobiernos nacionales y las comunidades locales deben empezar a colaborar ahora para poner este m¨¦todo comprobado a disposici¨®n de los cientos de millones de personas que viven en riesgo de contraer la enfermedad en toda Am¨¦rica Latina.
La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de desplegar r¨¢pidamente intervenciones que puedan reducir la transmisi¨®n de la enfermedad y proteger a los m¨¢s vulnerables, y las noticias demuestran que disponemos de una nueva y poderosa herramienta que podr¨ªa eliminar la amenaza del dengue y el zika para siempre. Debemos adoptarla antes de que se produzca la pr¨®xima pandemia.
Mirta Roses Periago es m¨¦dica y exdirectora de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud. Alberto Moreno Mej¨ªa es diplom¨¢tico y expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo.
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