Crece internet en ?frica y crecen las amenazas en l¨ªnea, pero la creatividad ayuda a frenarlas

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La pesadilla de Goitse comenz¨® cuando tuite¨® una noticia sobre una violaci¨®n en Sud¨¢frica y acompa?¨® el mensaje con una queja sobre la violencia que sufren sistem¨¢ticamente las mujeres. A partir de ese momento, esta joven de Botsuana que reside en Ruanda por estudios, empez¨® un calvario en las redes sociales. Primero fue un usuario desconocido que env¨ªo mensajes directos (DM) con insultos a la joven. Goitse no est¨¢ segura de que tenga relaci¨®n con este incidente, pero al cabo de una semana un amigo le advirti¨® que hab¨ªa un perfil en la red social para buscar pareja Tinder con su nombre e incluso con sus fotos.

Despu¨¦s lleg¨® un mensaje en Instagram de un hombre al que supuestamente hab¨ªa estafado a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de citas. En realidad hab¨ªa sido obra de quien estaba suplantando su identidad. A lo que sigui¨® el acoso en Twitter y Facebook por esa supuesta estafa. Para acabar, otro amigo le inform¨® de que hab¨ªa contenidos ¨ªntimos suyos circulando por grupos de WhatsApp, resultaron ser fotos manipuladas, pero en las que quedaba expuesta su imagen.

En realidad, Goitse es un personaje, no quiere decir que todas esas experiencias no sean reales, pero su protagonista es una creaci¨®n de Digital Safe-Tea. Se trata de una herramienta para promover la seguridad digital en ?frica, creada por Pollicy, una organizaci¨®n ugandesa que trabaja en la gesti¨®n de datos y la tecnolog¨ªa c¨ªvica para el desarrollo, y que cuenta con la colaboraci¨®n de Paradigm Initiative, una asociaci¨®n referente en la defensa de derechos digitales, en su difusi¨®n. Ambas organizaciones acaban de lanzar Digital Safe-Tea, como parte de una estrategia con la que intentan acercarse a los usuarios m¨¢s j¨®venes de las redes sociales y sensibilizarles sobre las amenazas que se pueden encontrar y sobre las precauciones que deben tomar para evitar riesgos. Esta herramienta interactiva hace especial hincapi¨¦ en los peligros a los que se enfrentan las mujeres en internet, pero es ¨²til para todos los j¨®venes, al margen del g¨¦nero.

Para Neema Iyer, fundadora de Pollicy y una de las mentes detr¨¢s de Digital Safe-Tea es imprescindible reforzar la educaci¨®n de las nuevas generaciones en el uso de la red, incluidas las amenazas. ¡°El acceso a internet en ?frica var¨ªa, pero sigue siendo significativamente bajo. Por ejemplo, en Uganda, solo un 30% de la poblaci¨®n tiene acceso a espacios en l¨ªnea. A medida que aumenta el n¨²mero de personas que se conectan por primera vez, es necesario dotar a los usuarios de conocimientos sobre seguridad digital¡±, explica Iyer.

Durante 2020 aument¨® el n¨²mero de usuarios de internet en un 17,2% en ?frica Occidental, un 10,2% en la regi¨®n Oriental, un 4,4% en el ?frica Austral y un 21,3% en la regi¨®n central

El elevado ritmo de aumento de usuarios de Internet, que durante 2020 fue de un 17,2% en ?frica Occidental, de un 10,2% en la regi¨®n Oriental, de un 4,4% en el ?frica Austral y de un 21,3% en la regi¨®n central, supone decenas de millones de nuevos internautas que cada a?o aterrizan por primera vez en el mundo digital. ¡°Muchos gobiernos se est¨¢n pasando a los servicios electr¨®nicos y, durante la pandemia de covid-19, la educaci¨®n y muchas industrias se han vuelto digitales. Sin embargo, los planes de estudios siguen sin cubrir estas competencias, de manera que muchas personas que, incluso, han completado su escolarizaci¨®n, tienen pocas opciones para aprender unas habilidades que son vitales para mantenerse seguros en las plataformas digitales¡±, comenta la especialista.

La herramienta que acaban de lanzar Pollicy y Paradigm Initiative ofrece a las personas que la utilizan la posibilidad de escoger las decisiones que toman las tres protagonistas frente a diferentes amenazas digitales. La historia de Goitse ya es conocida, sus experiencias se orientan hacia unas formas de acoso relacionadas con la violencia que las mujeres sufren en las redes solo por el hecho de ser mujeres.

Aisha es otra de las protagonistas, ella es responsable de comunicaci¨®n de una ONG regional que trabaja en temas de salud sexual y reproductiva. Sus experiencias tienen m¨¢s que ver con la seguridad de las contrase?as, con las injerencias de usuarios desconocidos en comunicaciones digitales como videoconferencias y en la revelaci¨®n de datos personales en las redes. Finalmente, Dami completa el elenco. Ella es una emprendedora nigeriana que se enfrenta a los problemas de tener una parte de su empresa que reposa sobre el mundo digital, primero le roban algunos de los materiales sobre su negocio de pelucas que comparte en redes para hacer promoci¨®n, despu¨¦s amenazan su monedero virtual y llegan a poner en riesgo su plataforma de venta on line, adem¨¢s de atacar a la reputaci¨®n de su marca.

Los jugadores van dirigiendo las decisiones que las afectadas toman en cada momento, lo que les conduce a un escenario u otro, ya sea presentar una denuncia ante la polic¨ªa o responder violentamente a los insultos; bloquear a un usuario ofensivo o buscar el apoyo de la comunidad. Cada decisi¨®n tiene un resultado.

Neema Iyer advierte de que en la ¨²ltima d¨¦cada se han desplegado una serie de amenazas en las redes: ¡°Como la desinformaci¨®n, las noticias falsas, la violencia en l¨ªnea, la ciberdelincuencia o la aparici¨®n de medios de comunicaci¨®n para manipular¡±. Y reclama: ¡°Tenemos que pensar de forma creativa en c¨®mo formar a millones de usuarios sobre los problemas existentes y emergentes cuando utilizan las plataformas digitales¡±.

Por ese motivo, mientras se van dirigiendo los destinos de Goitse, Aisha y Dami aparecen en los enunciados conceptos como catfishing (la suplantaci¨®n de la personalidad de otra persona en las redes sociales a trav¨¦s de sus im¨¢genes o de sus informaciones particulares), zoombombing (la intrusi¨®n en reuniones on line o videoconferencias con el objetivo de impedir la actividad), doxxing (la publicaci¨®n de informaci¨®n personal en las redes sociales para acosar, intimidar o extorsionar a la v¨ªctima), pharming (un ataca mediante software malicioso que redirige el tr¨¢fico de una web hacia otra controlada por el atacante) o el phishing (el env¨ªo de correos simulando ser un banco para conseguir los datos sensibles, como n¨²mero de tarjetas, pin o contrase?as).

Gbenga Sesan, el director de Paradigm Initiative, confirma que los riesgos han aumentado: ¡°Las herramientas que se usan han cambiado¡±. Pero a?ade una nueva dimensi¨®n a esos peligros digitales: ¡°Hay m¨¢s gobiernos que est¨¢n cerrando el espacio c¨ªvico digital porque consideran que es una amenaza para su control del poder¡±. Sesan asegura que el ¨²ltimo informe Londa sobre derechos digitales en ?frica ¡°demuestra esta tendencia en los 20 pa¨ªses analizados, con gobiernos que adoptan t¨¢cticas como la violaci¨®n directa de los derechos, la modificaci¨®n de las leyes para adaptarlas a su agenda e incluso la adopci¨®n de una vigilancia m¨¢s sofisticada; algunos con la covid-19 como excusa¡±.

Si las mujeres no se sienten seguras en los espacios en l¨ªnea, corremos el riesgo de ampliar la brecha digital de g¨¦nero y de perder la voz de las mujeres en el entorno digital

Neema Iyer, Pollicy

Las dos organizaciones ya hab¨ªan explorado el uso de juegos para la sensibilizaci¨®n. Pollicy dise?¨® una herramienta para alertar de las amenazas de la desinformaci¨®n, mientras que Paradigm Initiative incorpor¨® una especie de juego de preguntas en los contenidos de su proyecto Ayeta, que ofrece una caja de herramientas para defensores de los derechos digitales y en el que han integrado ahora Digital Safe-Tea.

¡°Hicimos este juego¡±, explica Neema Iyer, ¡°porque quer¨ªamos situar las historias y los escenarios en contextos que reflejaran nuestra realidad, haciendo que los personajes y las experiencias sean cercanas¡±. La responsable de Pollicy insiste especialmente en la utilidad para la poblaci¨®n femenina: ¡°Si las mujeres no se sienten seguras en los espacios en l¨ªnea, corremos el riesgo de ampliar la brecha digital de g¨¦nero y de perder la voz de las mujeres en el entorno digital. Tenemos que trabajar para que las plataformas garanticen espacios en l¨ªnea seguros, pero como de momento no es as¨ª, y aunque no es justo hacer recaer la carga de la protecci¨®n en las propias mujeres, debemos ense?ar a los usuarios a mantenerse seguros en el entorno digital¡±.

Para Gbenga Sesan el juego ayuda a acercarse a colectivos concretos: ¡°No para todo el mundo. Unos utilizar¨¢n el juego mientras otros esperan a que se les ense?e en clase, pero la gamificaci¨®n mejora la relaci¨®n entre inter¨¦s y aprendizaje para los j¨®venes de entre 15 y 28 a?os, sobre todo. Creemos que es importante que sean conscientes de los riesgos a trav¨¦s de una v¨ªa que conocen bastante bien: los juegos. De la misma manera que llegamos a otros p¨²blicos con el cine, por ejemplo, con nuestra pel¨ªcula Training Day¡±. Por todo ello, el juego incorpora ¡°pr¨¢cticas sencillas¡±, como se?ala Neema Iyer, que van desde la elecci¨®n de contrase?as seguras, hasta la configuraci¨®n de la privacidad en las redes sociales, acerca a los jugadores a ¨²tiles concretos como los gestores de contrase?as o las aplicaciones de intercambio de im¨¢genes completamente seguras y dirige a un amplio abanico de recursos digitales con todo tipo de gu¨ªas y materiales pedag¨®gicos.

La colaboraci¨®n de las dos organizaciones implicadas en Digital Safe-Tea, que pasan por ser dos de los actores m¨¢s innovadores de la sociedad civil en t¨¦rminos de derechos digitales y tecnolog¨ªa c¨ªvica, muestra la importancia del desaf¨ªo. ¡°Cuando unimos nuestras habilidades, somos capaces de abordar un tema que es com¨²n a nuestros intereses, y que tendr¨¢ una perspectiva panafricana, porque nuestras inquietudes van m¨¢s all¨¢ de los pa¨ªses de los que partimos¡±, advierte Gbenga Sesan. De hecho, Digital Safe-Tea, est¨¢ disponible desde su lanzamiento en ingl¨¦s, luganda y suajili, porque las amenazas afectan por igual a todos los habitantes del continente.

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