El largo camino para proteger los datos personales de los africanos
Los pa¨ªses de ?frica tienen enfoques muy distintos de la defensa del derecho a la privacidad, pero la sociedad civil sigue empujando para garantizar esas libertades asociadas al entorno digital
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¡°De los 55 estados del continente africano, solo 28 han aprobado leyes de protecci¨®n de datos y de esos, solo 15 han creado autoridades independientes para hacer cumplir esas leyes. Considero que ?frica Subsahariana se encuentra una etapa incipiente en el desarrollo de pol¨ªticas de protecci¨®n de datos¡±. As¨ª radiograf¨ªa Koliwe Majama la situaci¨®n de la lucha por garantizar el respeto a las informaciones personales en el entorno digital en el continente africano. Evidentemente, Majama formula esta conclusi¨®n general recordando la necesidad de establecer innumerables matices, tantos como la diversidad de las situaciones en las que se encuentra cada uno de los Estados.
Esta periodista zimbabuense experta en medios, informaci¨®n, comunicaciones y tecnolog¨ªa recuerda que en el continente africano nos encontramos con tres fases distintas: ¡°Hay pa¨ªses con leyes de protecci¨®n de datos, otros con algunas normativas parciales en este ¨¢mbito, y otros que no tienen ninguna ley ni pol¨ªtica sobre este tema¡±. Majama es la responsable del programa para asegurar los derechos humanos en l¨ªnea en ?frica a trav¨¦s de la Declaraci¨®n africana sobre los derechos y libertades en Internet (AfDec) y de la Escuela Africana de Gobernanza de Internet (AfriSIG). Adem¨¢s, ha sido una de las coordinadoras del informe sobre Privacidad y protecci¨®n de datos personales en ?frica impulsado por la Asociaci¨®n para el Progreso de las Comunicaciones (APC), una de las redes m¨¢s s¨®lidas y veteranas de organizaciones que trabajan por la paz, los derechos humanos, el desarrollo y la protecci¨®n del medio ambiente, a trav¨¦s del uso estrat¨¦gico de tecnolog¨ªas de informaci¨®n y comunicaci¨®n (TIC).
An¨¢lisis en ocho pa¨ªses
El reciente informe ha analizado en profundidad la situaci¨®n de la protecci¨®n de datos personales en ocho pa¨ªses africanos para trazar las l¨ªneas generales de los retos a los que se enfrenta el continente. La iniciativa responde a la sensaci¨®n de la APC y de otras organizaciones que han participado en la investigaci¨®n de que la defensa de la privacidad se encuentra en un momento clave en ?frica. Esto es as¨ª, por la confluencia de factores sociales y pol¨ªticos, pero tambi¨¦n porque el rompecabezas de la defensa de la intimidad en internet tiene muchas piezas en las Administraciones nacionales.
¡°En los ¨²ltimos tiempos, el inter¨¦s por el derecho a la privacidad y la importancia de las pol¨ªticas de protecci¨®n de datos ha aumentado en el continente. Esto se debe, en parte, a la preocupaci¨®n por un aparente aumento de la vigilancia y los abusos en el uso de informaci¨®n personal de los ciudadanos tanto por parte de gobiernos como de empresas privadas¡±, explica Majama. La experta tambi¨¦n menciona como factores del aumento del inter¨¦s una ¡°mayor atenci¨®n en las econom¨ªas digitales¡± a ra¨ªz de la firma del Acuerdo de Libre Comercio Continental de ?frica (AfCFTA, por sus siglas en ingl¨¦s), y el requisito de cumplimiento del Reglamento General de Protecci¨®n de Datos europeo (GDPR) en la mayor¨ªa de los pa¨ªses franc¨®fonos.
?frica Subsahariana se encuentra una etapa incipiente en el desarrollo de pol¨ªticas de protecci¨®n de datosKoliwe Majama, periodista zimbabuense experta en informaci¨®n y tecnolog¨ªa
Por otro lado, tanto Majama como el propio informe sobre la situaci¨®n en el continente advierten de la complejidad del panorama de defensa de la privacidad. Habitualmente, la aprobaci¨®n de una legislaci¨®n de protecci¨®n de datos aparece como un term¨®metro del estado de la situaci¨®n, pero no es suficiente. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta la voluntad pol¨ªtica para aplicarlas o la independencia de las autoridades de protecci¨®n de datos. Otros elementos que la condicionan son la propia salud democr¨¢tica y las interferencias de otras legislaciones, desde las de ciberdelincuencia hasta las de salud, o las de libertad de prensa, por ejemplo. El puzle tiene muchas piezas y el encaje es complejo. Una falta de convicci¨®n de la que, como se?alan los expertos, se aprovechan algunos gobiernos que no est¨¢n decididos a garantizar las libertades de sus ciudadanos o algunas empresas privadas que sacan partido de una gesti¨®n poco ¨¦tica, cuando no fraudulenta, de los datos personales.
Protecci¨®n pa¨ªs a pa¨ªs
Todos estos elementos dibujan escenarios diferentes de la situaci¨®n de cada pa¨ªs. Y por eso, los an¨¢lisis que se realizan en el informe Privacidad y protecci¨®n de datos personales en ?frica demuestran la diversidad y los matices de la adopci¨®n de una pol¨ªtica decidida para preservar unas informaciones que se han convertido en una materia prima y crece con la expansi¨®n del universo digital tambi¨¦n en ?frica.
Por ejemplo, el informe se?ala que ¡°Sud¨¢frica fue el primero en aprobar una ley de protecci¨®n de la informaci¨®n personal (en 2013), pero todav¨ªa no ha implementado la normativa necesaria para poner en pr¨¢ctica la ley¡±. Sin embargo, en la legislaci¨®n sudafricana destaca que ¡°considera necesaria la defensa contra los ¡®da?os de datos¡¯ colectivos¡± y hace referencia a la exigencia de garantizar estos derechos para ¡°comunidades marginales en su conjunto¡±, e incorpora as¨ª una particularidad en el enfoque de esa protecci¨®n.
Sud¨¢frica fue el primer pa¨ªs en aprobar una ley de protecci¨®n de datos, en 2013, pero todav¨ªa no ha implementado la normativa necesaria para ponerla en pr¨¢ctica
Mientras, en Kenia ¡°el derecho a comunicarse en l¨ªnea de forma an¨®nima no est¨¢ garantizado en su totalidad porque ¡®la legislaci¨®n en competencia [¡] lo diluye¡¯¡± y la falta de un proceso de participaci¨®n amplio en la aprobaci¨®n de la Ley de Protecci¨®n de Datos que viese representados los intereses de todas las partes afectadas ¡°dio lugar a lagunas en la legislaci¨®n, como la preservaci¨®n de los datos personales de los ni?os¡±.
Algunas de estas leyes parecen m¨¢s sensibles a limitar la vigilancia ilegal del Estado, como es el caso de la de Namibia, que atiende el derecho a la privacidad en l¨ªnea protegi¨¦ndola por defecto y estableciendo casos espec¨ªficos en los que pueden aplicarse exenciones, limitando as¨ª las circunstancias en las que la comunicaci¨®n de un ciudadano puede ser interceptada, vigilada o procesada de otro modo¡±, seg¨²n el informe.
Mientras, el proyecto que se est¨¢ trabajando en Etiop¨ªa, por ejemplo, menciona esa posible vigilancia, pero seg¨²n el informe ¡°se queda corto en lo que respecta al debido proceso en la vigilancia legal, incluida la capacidad de impugnarla, de dificultar la vigilancia ilegal y de notificar al individuo que ha sido vigilado¡±. Y en Togo, los expertos recuerdan que, ¡°recientemente, han aparecido nuevas pruebas de vigilancia ilegal de l¨ªderes religiosos y pol¨ªticos¡± por lo que advierten que es necesario ¡°reforzar los mecanismos de supervisi¨®n y la autorizaci¨®n judicial independiente de la vigilancia¡±.
En otros casos, el informe pone de manifiesto la falta de inter¨¦s del estado por regular este ¨¢mbito. ¡°De los pa¨ªses estudiados¡±, se?ala el texto de esta radiograf¨ªa, ¡°Tanzania parece ser el menos comprometido con el desarrollo activo de una ley integral de privacidad y protecci¨®n de datos, a pesar de que, por ejemplo, los proveedores de telecomunicaciones han legislado la recogida de huellas dactilares para el registro de tarjetas SIM. Estos factores, incluido el hecho de que, al igual que en Kenia, el derecho a comunicarse en l¨ªnea de forma an¨®nima no est¨¢ protegido, dejan a Tanzania ¡°muy lejos¡± de cumplir el Principio 8 de la Declaraci¨®n africana sobre los derechos y libertades en Internet (AfDec)¡±, que es el que establece que ¡°toda persona tiene derecho a la privacidad en l¨ªnea¡±, a la protecci¨®n de los datos personales o a comunicarse de forma an¨®nima en internet.
A pesar de todas las valoraciones negativas, Majama se muestra esperanzada por ese creciente inter¨¦s por la protecci¨®n de los datos personales que ha constatado, aunque reconoce que en el continente africano, los procesos de formulaci¨®n, adopci¨®n y aplicaci¨®n de pol¨ªticas no se producen ¡°de la noche a la ma?ana¡± y destaca que hay tres obst¨¢culos para avanzar en la defensa de estos derechos. El primero es que las instituciones no lo perciben como una necesidad urgente, por lo que se retrasa a veces por cambios de legislatura y otras, porque no hay consenso en la administraci¨®n para aprobar un proyecto de ley. El segundo es que la regulaci¨®n de la tecnolog¨ªa y los derechos humanos es un ¨¢rea pol¨ªtica relativamente nueva y en algunos casos faltan conocimientos en el poder legislativo para una normativa exahustiva.
Y, por ¨²ltimo, reconoce la ¡°inactividad de la ciudadan¨ªa¡±: ¡°Aunque la privacidad es tan antigua como la creaci¨®n¡±, comenta, ¡°no fue reconocida como un derecho para la ciudadan¨ªa en la Carta Africana de Derechos Humanos. Solo ahora, con la revisi¨®n en 2019 de la Declaraci¨®n de la Comisi¨®n Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los Principios de Acceso a la Informaci¨®n y Libertad de Expresi¨®n, se ha incorporado. As¨ª, la conciencia de que es un derecho es d¨¦bil¡±.
Por eso, Koliwe Majama reclama el trabajo de la sociedad civil en la defensa de la protecci¨®n de datos y la privacidad en internet. ¡°En la mayor¨ªa de los casos, [la sociedad civil] es vista como un adversario. Aunque cada vez son m¨¢s numerosas, sigue siendo fundamental que las organizaciones colaboren en coaliciones nacionales o regionales, para hablar con una sola voz. Estamos viendo esta importancia en las presentaciones de casos a los organismos de defensa de derechos humanos, a los tribunales nacionales y regionales y a los respectivos gobiernos¡±.
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