El ¨¢cido del diablo, otra forma de violencia machista que se ceba con las dominicanas
El C¨®digo Penal de Rep¨²blica Dominicana considera los ataques con una nueva y peligrosa mezcla de agentes corrosivos como acto de tortura o barbarie. El 14% de las v¨ªctimas que ingres¨® en 2021 en las unidades de quemados del pa¨ªs fueron rociadas con este qu¨ªmico, y el 98% de ellas eran mujeres
¡°?No me dejen morir!¡±, gritaba Yanelis Arias (42 a?os) seg¨²n los vecinos, tras ser rociada con ¨¢cido del diablo. El pasado 20 de abril un hombre toc¨® la puerta de su casa identific¨¢ndose como mensajero de una florister¨ªa. La entrega real fue rociarle un l¨ªquido letal en la cara y el cuerpo. Arias es una de las 14 mujeres v¨ªctimas de agresiones por este corrosivo y que se suma a las estad¨ªsticas de poco m¨¢s de 81 feminicidios durante el a?o 2021, de acuerdo a los datos ofrecidos para este art¨ªculo por la Fundaci¨®n Vida Sin Violencia. En lo que va de enero se han registrado cuatro m¨¢s.
Yanelis Arias deja tres hijos en la orfandad. La dominicana era residente en Estados Unidos, pero se encontraba de vacaciones en la casa familiar en Tenares, en el municipio de la provincia Hermanas Mirabal, al noreste de la Rep¨²blica Dominicana. Esta provincia lleva el nombre de las hero¨ªnas dominicanas (Patria, Minerva y Mar¨ªa Teresa Mirabal), en cuyo honor se celebra cada 25 de noviembre el D¨ªa Internacional de Erradicaci¨®n de la Violencia contra las Mujeres.
El ¨¢cido del diablo ha destrozado la vida de 15 personas hasta el pasado 31 de diciembre, y 14 de ellas son mujeres, seg¨²n los registros de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort, del hospital Luis Eduardo Aybar de Santo Domingo. Los motivos registrados: ¡°Violencia machista, celos, robo y envidia¡±.
La sustancia es una mezcla de distintos agentes que se convierte en un arma de alto poder corrosivo. ¡°Puede afectar los huesos y ¨®rganos vitales como el h¨ªgado y los ri?ones, as¨ª como causar ceguera y deformaci¨®n permanente del rostro y otras partes del cuerpo¡±, explica el cirujano Eddy Bruno, director de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort. Seg¨²n el m¨¦dico dominicano, llegan a urgencias de este centro entre 1.600 a 1.700 casos de quemaduras al a?o, de las que el 5% se debe a sustancias qu¨ªmicas. De ellas, un 4% son mujeres. ¡°Casi todas llegan por una agresi¨®n por violencia de g¨¦nero¡±.
La tasa de mortalidad es baja, de acuerdo al galeno, quien afirma que en las supervivientes ¡°quedan secuelas f¨ªsicas y psicol¨®gicas para toda la vida¡±. El de Yanelis Arias est¨¢ entre las estad¨ªsticas de esos ¡°bajos ¨ªndices de mortalidad¡±. Falleci¨® a causa de un choque s¨¦ptico provocado por las heridas. Hasta el momento, al cierre de este reportaje el 20 de enero de 2022, no se ha registrado ninguna nueva v¨ªctima por esta causa.
Violencia machista
La Rep¨²blica Dominicana es el segundo pa¨ªs de Am¨¦rica Latina y el Caribe, despu¨¦s de Honduras (4,7), con mayor incidencia de feminicidios en el 2020, de acuerdo a datos ofrecidos por la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL). En el pa¨ªs caribe?o, de cada 100 mujeres, 2,4 son asesinadas a causa de la violencia machista.
Seg¨²n los datos de la Fundaci¨®n Vida sin Violencia y a las estad¨ªsticas suministradas por la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR), de las 81 muertas durante el 2021, ¡°62 fueron feminicidios ¨ªntimos¡±, es decir, cuando las v¨ªctimas han mantenido una relaci¨®n de pareja con su verdugo.
¡°Uno de los problemas que tenemos es que las agredidas no hab¨ªan denunciado en el 89% de los episodios de este a?o, ¡±, asevera la Procuradora Fiscal, Ana Andrea Villa Camacho, que tambi¨¦n preside la Direcci¨®n de Violencia de G¨¦nero del Ministerio P¨²blico.
Por su parte, la jueza Nancy Salcedo, que dirige la Comisi¨®n de Violencia de G¨¦nero del Poder Judicial, justifica que ese 89% no denuncia ¡°porque est¨¢ pensando con el est¨®mago¡±. ¡°Se trata de un problema cultural, de una sociedad patriarcal y hasta un tema econ¨®mico. En los juzgados nos encontramos con que las mujeres atacadas nos piden que liberemos al perpetrador porque ese hombre es quien mantiene a sus hijos. Dependen de ellos econ¨®micamente¡±, explica Salcedo, tambi¨¦n asesora del Poder Judicial y jueza de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia.
Impunidad
Muchos de los casos quedan impunes debido a la debilidad del sistema judicial, as¨ª como del Ministerio de Interior y la propia polic¨ªa; tambi¨¦n se debe a la falta de informaci¨®n y de registro oficial de los ataques machistas y, sobre todo, a la falta de coordinaci¨®n entre las instituciones p¨²blicas competentes en el ¨¢rea. No existe, por ejemplo, un protocolo de actuaci¨®n de notificaci¨®n del Sistema de Salud P¨²blica cuando una mujer ingresa en un hospital con evidencias de violencia de g¨¦nero, con las dem¨¢s autoridades, como son: Ministerio de Interior y Ppolic¨ªa, Ministerio de la Mujer y del Poder Judicial. Se suman la incompetencia de los letrados de oficio, sobrecargados y sin preparaci¨®n en materia de g¨¦nero, y el elevado precio de los abogados privados, entre otros escollos.
Es el ejemplo de Yomaira Aquino (26 a?os), quien fue atacada con ¨¢cido mientras dorm¨ªa en su casa junto a sus dos hijos, durante la madrugada. No pudo ver a su victimario o victimaria, que entr¨® por la puerta trasera de la vivienda de madera. Nunca recibi¨® asesor¨ªa ni su situaci¨®n se notific¨® a las autoridades cuando ingres¨® al hospital.
¡°Yo me enter¨¦ de lo que me hab¨ªa pasado cuando me dieron de alta, dos meses despu¨¦s. Estuve casi todo el tiempo inconsciente. Sospecho qui¨¦nes pudieron ser¡ Pero la polic¨ªa nunca presion¨® para que confesaran y a ¨¦l [su marido] lo dejaron libre a los tres d¨ªas. A ella [la amante del esposo], nunca la detuvieron. Los inspectores del cuerpo policial tampoco vinieron a mi casa, ni hubo investigaciones. Cuando me dieron el alta de la unidad de quemados, regres¨¦ a mi ciudad natal, a cuatro horas de la capital, y los viajes son muy costosos para seguir con el pleito. Tengo que centrarme ahora en recuperar lo que se pueda de mi rostro y mi salud¡±, explica la joven, madre de dos ni?os.
La misma queja elev¨® la familia de la fallecida Yanelis Arias a trav¨¦s de la Directora Ejecutiva de la Oficina para el Desarrollo de la Mujer de la Provincia Hermanas Mirabal, Linabel Gonz¨¢lez, a los medios locales. ¡°El Ministerio P¨²blico nunca se acerc¨® al centro de salud¡± para entrevistar a la v¨ªctima durante los 14 d¨ªas que estuvo ingresada y ¡°consciente¡±, afirman.
El caso de Mirian Santana lleg¨® ante los tribunales porque ella misma investig¨® y sigui¨® el rastro de su atacante en las redes sociales. Su victimaria huy¨® hacia Chile tras cometer el delito. A?os despu¨¦s, regres¨® al pa¨ªs de vacaciones y no exist¨ªa ninguna alarma de b¨²squeda y captura. Santana se enter¨® de su vuelta al pa¨ªs en Facebook, y movi¨® ¡°cielo y tierra¡± para sentarla en el banquillo de acusados ante el poder judicial. Fue condenada a 15 a?os de prisi¨®n.
A pesar de que el mayor porcentaje de delitos con ¨¢cido del diablo son contra mujeres y, pese a la gravedad de las lesiones, son pocas las condenas penales ejemplarizantes que se hab¨ªan ejecutado hasta 2020. Ese a?o, el ataque de Yocairi Amarante, que ten¨ªa 19 a?os, marc¨® un antes y un despu¨¦s ante la indiferencia de las autoridades gracias a que ella misma hizo viral su historia en las redes sociales. La joven fue rociada por su expareja con el l¨ªquido corrosivo, desfigur¨¢ndole el rostro y provocando la p¨¦rdida de su ojo derecho, as¨ª como la privaci¨®n del 50% de la visi¨®n del izquierdo y otros da?os graves e irreversibles. La presi¨®n de la sociedad, consternada por los hechos, exigi¨® una sentencia contundente.
En v¨ªspera del juicio contra sus tres agresores, el pasado 30 de septiembre, la procuradora general de la Rep¨²blica, M¨ªriam Germ¨¢n Brito, instruy¨® a todos los fiscales del pa¨ªs para que los ataques con ¨¢cido del diablo, ¡°otorguen al delito la calificaci¨®n jur¨ªdica de acto de tortura y/o barbarie¡± y soliciten contra los involucrados la pena m¨¢xima establecida en la ley, tipificada en los art¨ªculos del 303 al 304 del C¨®digo Penal Dominicano. Son 30 a?os de c¨¢rcel.
Dos d¨ªas despu¨¦s de las declaraciones p¨²blicas de la procuradora general, el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional conden¨® a los dos autores materiales y al autor intelectual ¨Cla expareja¨C a 30 a?os de prisi¨®n, ¡°por la causa de Yocairy Amarante¡±.
¡°El ¨¢cido del diablo es una forma de violencia extrema, feminicida, perversa, que no est¨¢ tipificada de manera literal en el C¨®digo Penal actual como delito. Lo que el Ministerio P¨²blico hace es acogerse al art¨ªculo 303 de la Ley 24-97 (que rige los delitos de violencia contra la mujer e intrafamiliar)¡±, explica por su parte la procuradora fiscal del Distrito, Ana Andrea Villa Camacho.
Debido a la alta incidencia del uso de esta sustancia para da?ar a personas, unos 3.500 casos registrados antes del 2010, el Instituto Nacional de Protecci¨®n de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) emiti¨® una resoluci¨®n que proh¨ªbe de manera definitiva la venta de los qu¨ªmicos con los que se elabora esta mezcla corrosiva.
Pero en realidad, 12 a?os despu¨¦s, el producto letal es de f¨¢cil acceso en el pa¨ªs. De manera an¨®nima, un distribuidor confes¨® a un medio local, que la botella del l¨ªquido corrosivo puede adquirirse por unos 400 pesos dominicanos (siete euros). Ante las c¨¢maras, el comerciante reconoci¨® que puede llegar a vender hasta 20 frascos en un d¨ªa. Los costes de fabricaci¨®n ascienden a unos 250 pesos (cuatro euros) por envase. Pero, en la actualidad, el pa¨ªs no cuenta con cifras exactas del total de personas quemadas por ¨¢cido del diablo.
¡°Hoy tenemos menos pacientes que hace una d¨¦cada, pero vienen mucho m¨¢s graves. Se suma que las agresiones ahora tienen un componente de sicariato¡±, se?ala el director de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort, Eddy Bruno.
Las v¨ªctimas consultadas para este reportaje coinciden en que el coste econ¨®mico para asistir a una persona agredida por esta sustancia tiene un precio muy alto, ya que se requieren m¨²ltiples cirug¨ªas, no solo de reconstrucci¨®n est¨¦tica. A estos gastos sanitarios se suma la dificultad de que pierden poder adquisitivo debido a su aspecto f¨ªsico, que no facilita la reintegraci¨®n al mercado laboral de las supervivientes.
En el pa¨ªs no existe hasta la fecha ninguna instituci¨®n o fundaci¨®n espec¨ªfica para atender a los perjudicados por ¨¢cido del diablo. Las ayudas que reciben algunas son a trav¨¦s de personas independientes, autoridades p¨²blicas, ONG y fundaciones sociales muy orientadas a cirug¨ªas de reconstrucci¨®n, y muchas veces no se percatan de la necesidad tambi¨¦n de apoyo psicol¨®gico especializado y protocolos de reintegraci¨®n en el mercado laboral.
¡°Yo quiero reintegrarme a la vida laboral. Y te aseguro que es tambi¨¦n el deseo de mis compa?eras y compa?eros, tener un trabajo estable. No se trata de vivir toda la vida de la caridad, se trata de derechos¡±, reclama Santana que, junto a un grupo de unas 10 damnificadas, donde tambi¨¦n hay dos hombres atacados por sus parejas o exparejas, intentan aunar esfuerzos para crear una organizaci¨®n de v¨ªctimas de ¨¢cido del diablo, pero carecen de recursos y orientaci¨®n.
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